Una Liga al revés

No hay enemigo pequeño. Hable el técnico que hable, el jugador del equipo que sea, le va a decir lo mismo. El rival es muy difícil, la Liga es larga e igualada. Es también una Liga de sorpresas, siempre hay alguna, las nueve jornadas que han transcurrido de esta temporada ya lo están siendo. Sin duda, puede sorprender que el Nástic que el domingo llega a Los Pajaritos esté en promoción pero más sorprende que equipos como Real Valladolid o Almería, candidatos al ascenso, luchen por salir de la zona de descenso por no hablar de las crisis que ello implica.

El C.D. Numancia perdió en Córdoba su primer encuentro liguero, una derrota que se asume con tranquilidad aunque sin relajación. Alguna vez tenía que llegar pero la situación del equipo en la clasificación es buena y, sobre todo, el equipo a nivel general sigue transmitiendo buenas sensaciones siempre teniendo presente que esto es muy largo. Nada que ver esa tranquilidad con la incertidumbre de la temporada pasada tras las primeras nueve jornadas cuando se perdía 2-0 ante Las Palmas y se estaba, con siete puntos, en la zona de descenso.

Esa tranquilidad en el seno del club soriano, la que pueda tenerse en Tarragona u Oviedo, contrasta con la que está viviendo en Valladolid o Almería en lo que bien puede entenderse como una Liga al revés en lo que a estos equipos se refiere.

Al comienzo de temporada albivioletas y almerienses estaban, junto a otro puñado, en todas las quinielas para regresar a Primera División por lo que nadie se esperaba su actual posición en la tabla. Las aguas bajan revueltas por Valladolid. La derrota sufrida el pasado fin de semana en Palamós, 3-1 ante el modesto Llagostera, ha hecho mella en un equipo que no transmite buenas sensaciones. Ha caído a zona de descenso lo que ha provocado que el crédito de Gaizka Garitano en el banquillo sea cada vez menor. Las estadísticas indican que es el peor Valladolid en 36 años y, de hecho, se da ya por hecha su destitución a la espera únicamente del acuerdo con un nuevo técnico.

La paciencia en Almería ha sido aún menor. Ha descendido de Primera y el objetivo es claro. Hace 15 días destituía a Sergi Barjuán tras el empate a dos ante el Tenerife que dejaba al equipo en zona de descenso. Tras tener un técnico interino, y tras la derrota sufrida ante el Elche, el pasado lunes anunciaba que Joan Carrillo es el elegido para devolver la confianza a una plantilla elaborada para regresar a la máxima categoría. El nuevo inquilino del banquillo almeriense debutará en Liga el domingo y el calendario ha querido que lo haga en casa de otro histórico que también está necesitado de puntos. El Real Mallorca celebra esta temporada el Centenario y quiere hacerlo por la puerta grande, algo que de momento le está costando si bien, en las últimas tres jornadas, el equipo parece que se ha entonado un poco. Ello no le ha dado aún para salir del descenso.

La buena noticia para estos tres históricos, para todos los equipos de la categoría es que la Segunda, tan larga y tan igualada, acaba de comenzar. Las diferencias son aún mínimas y las posibilidades de enderezar el rumbo muchas.