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TODO DEPORTE / QUÉ FUE DE...

Luis del Sol, un fichaje de leyenda que salvó al Real Madrid

Historia viva del fútbol español, nacido en Arcos de Jalón y criado en Sevilla, cuenta que su traspaso del club blanco a la Juventus por 35 millones de pesetas dio aire a unas arcas en horas bajas

Luis del Sol, en su visita al museo del Juventus Stadium el pasado fin de semana.-Juventus

Publicado por
Sara I. Belled
Soria

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Una Copa de Europa, dos ligas españolas y una Copa Intercontinental con el Madrid, una liga y una Copa de Italia con la Juventus, una Eurocopa con España y 83 años después, ¿qué le queda a Luis del Sol de Soria? «Orgullo».

Este soriano por casualidad, que pasó sus dos o tres primeros meses de vida en Arcos de Jalón, donde su padre, trabajador de RENFE, estaba destinado, contesta sin dudar. Aunque no ha regresado. «Lo que sí es verdad es que me he sentido siempre orgulloso de ser de Soria y en principal de Arcos de Jalón, que es donde nací».

De padre madrileño y madre extremeña, este extremo izquierdo que pasó después al centro del campo nació un 6 de abril del año 1935 y de Soria recuerda, claro, muy pocas cosas. «Fíjate que estoy bautizado en La Macarena, así que estuve muy, muy poco», relata. Sevilla acogió a la familia al poco de nacer este futuro mago del balón, nominado varias veces al balón de oro y que, en su etapa en Italia, fue apodado ‘Settepulmoni ’ (siete pulmones) una vez que a un avispado periodista alemán se le ocurrió poner a siete personas a cronometrar lo que corría. Y debía de correr mucho para acompañar a lo largo de su carrera a leyendas de la talla de Alfredo Di Stéfano, Puskas o Gento. Para él, «compañeros», porque «aunque fuesen grandes jugadores, no se deja de ser personas». Eso es lo importante. Lo destaca ahora, recién llegado de Turín, donde recibió un homenaje este fin de semana. Donde también tiene una estrella en el paseo de la fama del Juventus Stadium, al lado de Zinedine Zidane o Alessandro del Piero.

Pero los suyos, claro, «eran otros tiempos», de eso no hay duda. Tiempos de fichajes de seis millones de pesetas el primero nacional y de 35 el internacional –toda una fortuna entonces– en los que la Juventus hizo temblar al Real Madrid y fue un soriano, sí, soriano, el que ‘salvó’ entonces al club blanco. «El señor Raimundo Saporta, que era el que llevó mi fichaje del Madrid a la Juventus, me dijo: ‘Luis, han venido por ti. Si vienen por el equipo entero, lo vendo, porque nos han cogido en un momento verdaderamente apretado’».

Así terminó, ya en 1962 y después de dos temporadas en el Madrid, aprendiendo italiano «casi por castigo» este soriano con acento andaluz que dio sus primeros pasos en la profesionalidad con el Betis –breve paso por el Utrera– en la temporada de ascenso a Segunda división de los verdiblancos en 1954.

«Lo que sí que no se me olvida es que cuando hice el servicio militar, al poco de entrar en el Madrid, investigaron si yo tenía bienes y entonces, sin conocerlo personalmente, el alcalde de Arcos me defendió. No recuerdo su nombre, pero se portó muy bien y por eso me he sentido siempre muy agradecido».

De Sol se disculpa por no recordarlo. Aquel señor era José Donoso. Y no fue el único que se acordó en Arcos de una leyenda del balón que hoy en día no solo da nombre a la ciudad deportiva del Betis, si no también al campo municipal de su pueblo natal. Unas instalaciones que no pudo inaugurar aquel primer fin de semana de la temporada 1999-2000 en la que el Arcóbriga celebraba entonces su vuelta a la competición. También en Soria, como para el Betis, es, de largo, el jugador con mejor palmarés.

Para entonces, con el cambio de siglo, el deportista había pasado al banquillo. Tras una breve estancia en la Roma, regresó a Sevilla en el 72, pero no evitó la debacle. El descenso a Segunda del Betis, «con un equipo demasiado joven y sin la debida experiencia», fue «una espinita» que se le quedó al soriano antes de retirarse en el 73, a los 38 años. Aunque, eso sí, cerró el círculo en la misma categoría en la que comenzó.

Más tarde entraría un tiempo al banquillo del equipo verdiblanco y como secretario técnico del club también regresaría a Soria, donde todavía se citó con algunos de integrantes del Arcóbriga, que quisieron recordarle el calor del que sigue siendo su pueblo, aunque solo fuera de paso.

Hoy, por cierto, ya jubilado, sigue viendo «todos los partidos que echan por la tele», aunque no se animó a analizar el curso del Numancia. Quizá el recuerdo de la infancia despierte su curiosidad antes de la próxima llamada.

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