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FÚTBOL

Nueva era, misma derrota

El Numancia pierde ante el Mirandés lejos de Soria en la reactivación de la competición / El conjunto soriano acumula ocho jornadas consecutivas sin ganar y se complica su futuro

El Numancia ha protagonizado una vuelta decepcionante. Área 11

Publicado por
LUIS HDEZ. CASADO
Soria

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Por muchos días transcurridos y vicisitudes sufridas durante este tiempo de la pandemia del coronavirus, parece que algunas cosas no cambian pese a inaugurarse una versión novedosa del fútbol: sin público en las gradas, con pausas para la hidratación, los cinco cambios, las mascarillas... Esta exégesis del fútbol se asemeja mucho en el caso del Numancia a la anterior. Repitió derrota en Miranda de Ebro, en una nueva salida lejos de Los Pajaritos, poca variación respecto a lo sufrido en la fase anterior a la interrupción y apenas un escaso ejercicio de propósito de enmienda pese a asegurar desde el seno del equipo soriano no haber pensado en otra cosa que en preparar la cita con el Mirandés durante los meses precedentes para acabar con la racha y frenar el derrumbe de siete jornadas sin ganar. El Numancia no cierra la herida abierta y agrega una derrota más a una racha que le expone demasiado al peligro para lo que resta de campeonato con muchas incógnitas abiertas por la condensación del calendario y la respuesta del equipo ante los esfuerzos y la ausencia de apoyos en Los Pajaritos, baluarte rojillo a la hora de sumar puntos. 

El grupo de Luis Miguel Carrión ha mutado desde hace unos meses a un equipo dominador del balón en campo contrario sin apenas presencia en el área rival, aseado en el manejo del esférico, pero sin velocidad y previsible cuando intenta aproximarse a las zonas de peligro. Solo las jugadas a balón parado, donde presenta un catálogo variado de opciones para superar las defensas oponentes como su mejor camino hacia la portería contraria y el toque de corneta en la recta final rompen la monotonía de un dominio estéril en zonas intrascendentes. En los últimos diez minutos, el Numancia presentó más oportunidades de gol que en los ochenta anteriores. Una reacción tardía aunque casi se convierte paradójicamente en salvadora en un enfrentamiento del que requería una respuesta contundente como su hoja de ruta para una fase trascendental para el futuro del conjunto numantino. Con un hombre más durante media hora, solo al final del partido adquirió esa importancia por la urgencia. Con todo perdido, Escassi, otro clásico para salvar momentos complicados, en este aspecto tampoco cambia nada el conjunto soriano, acercó las posibilidades de salvar un punto, un tesoro tal y como se encuentra de apretada la clasificación. Marcó el camino. No fue suficiente para igualar el partido, decantado hacia el conjunto jabato en dos detalles. Poco más, pero le valió. Albiach, Otegui e Higinio lo intentaron sin éxito en la recta final. Un arreón para creer en los momentos finales. Un recurso olvidado en buena parte del tiempo anterior.  

Con dominio numantino y sin apenas presencia del Mirandés en el área de Dani Barrio, Marcos André adelantó a su equipo con una acción de talento. Un disparo desde fuera del área se coló por la escuadra izquierda de la portería del guardameta rojillo. El balón rozó la pierna de un defensor numantino y entró limpio a la red. Un gol inapelable de la única manera que podía sorprender al Numancia, más presente en campo contrario durante esa primera media hora de juego y con mayor posesión del balón. En esa fase del encuentro, Bernardo Cruz, debutante ayer en Anduva y una de las sorpresas por su alineación de inicio, dispuso de dos remates en jugadas a balón parado sin acierto. La vía de la estrategia es una de las más resolutivas entre su catálogo de finalización de jugadas. Frente al Mirandés, dispuso de un par de ocasiones sin éxito y por ahí comenzó a ceder sus opciones. La sensación que dejaba el Numancia a la finalización del primer tiempo era la de un equipo dominador, pero sin colmillo. Sin apenas presencia en el área rival pese a llevar el peso del juego en terreno rival. A la vuelta de los vestuarios, otro detalle abrió la brecha en el marcador. Un penalti de Dani Barrio a Íñigo Vicente, que requirió la revisión del colegiado en la pantalla de televisión, propició el segundo tanto del Mirandés con la transformación de Merquelanz. El conjunto soriano tardó en reaccionar aunque contó con un jugador más por la expulsión de Malsa. El toque de corneta en los últimos minutos permitió acortar distancias con el gol de Escassi, insuficiente para superar el estado de alarma decretado y vigente en el club soriano desde antes de la crisis sanitaria. Para su suerte, poco ha variado en la vuelta a la competición. La reactivación del campeonato ha dejado más tocado al Numancia, que repite derrota lejos de Soria y que necesita un giro ya para no acentuar sus graves problemas.    

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