Los retos del futuro

A través de un comunicado oficial, el CD Numancia confirmó ayer que ha iniciado el camino para su recomposición tras el descenso de categoría, de Primera Federación a Segunda, consumado en la última jornada liguera el pasado 27 de mayo con la derrota frente al Cornellà en Los Pajaritos. «Nuestro trabajo actual está centrado en afinar y redireccionar el proyecto deportivo, en toda su estructura y dimensión», informa el club, que añade posteriormente la línea de actuación sobre sus intenciones. «Comenzaremos por conformar un nuevo equipo profesional, encabezado por el director deportivo, y de su mano, contaremos con un cuerpo técnico con quienes construir una plantilla competitiva, para trabajar arduamente y así volver a los lugares estelares que el Club Deportivo Numancia merece». Una declaración de intenciones. 

Sin adelantar ni especificar ningún movimiento en esa dirección ni alguna información en el apartado de las incorporaciones ni fechas de su ejecución, los retos de futuro para el CD Numancia quedan bien descritos. Por orden de prioridad, el club soriano debe cerrar la contratación de su nuevo director deportivo, figura esencial para construir el nuevo proyecto. La salida del cargo de Rubén Andrés obliga a esa decisión, necesaria para posteriormente confirmar al responsable del banquillo, eje principal para atacar la próxima temporada. La llegada del entrenador y de su grupo de colaboradores, nada numeroso por la escasez de recursos económicos para una categoría menor con pocas posibilidades de asegurarse una financiación adicional, pero necesario porque tampoco seguirá el preparador físico de las últimas temporadas, Roberto Llorente, se entiende como de primer orden y exigencia para confeccionar posteriormente la plantilla.

El vestuario numantino ha quedado casi desierto, desvinculados la mayoría de sus ocupantes, tras el descenso ya por la finalización de sus contratos ya por la pérdida de categoría . El club solo ha confirmado la vigencia contractual para la próxima temporada de cinco jugadores: Javier Vicario, Óscar de Frutos, David Sanz, Óscar García y Julián Mahicas. No es una garantía para su continuidad porque dependerá también de la decisión del cuerpo técnico entrante. Vicario no ha disputado ni un solo minuto en el campeonato liguero y sí debutó en Copa en sus dos comparecencias (135 minutos); De Frutos regresa a Soria después de su cesión a la Arandina durante la recién finalizada temporada; David Sanz realiza también el camino de vuelta tras su cesión en Tarazona; Óscar García ha alternado su habitual presencia en el filial, todavía en edad juvenil, con las convocatorias y debut en el primer equipo (cinco minutos en liga y 31 en Copa); Julián Mahicas ha participado en 29 partidos de Liga (cinco de titular) y dos de Copa (ambos de inicio) para sumar un total de 814 minutos, 653 en el campeonato liguero y 161 en el de Copa. El delantero catalán ha marcado dos goles, jornada duodécima en el empate ante el Sabadell, la primera aparición de Iñaki Bea en el banquillo, y en la vigésima jornada en la derrota con el Amorebieta.

La confección de la plantilla es de enorme trascendencia para el futuro del club rojillo, como recoge su comunicado: «trabajaremos incansablemente hasta poner al CD Numancia de Soria donde merece». El reto pasa por armar una plantilla «competitiva», a la que califica así el club rojillo, en la que todas las líneas del equipo necesitan de nuevos efectivos, desde la portería hasta la vanguardia. Una reforma en toda regla. La planificación de la pretemporada será otro paso entre los retos de futuro, además de organizar, una vez conocido el grupo de la competición con la nómina de los rivales y el calendario del campeonato, la infraestructura necesaria para abordar un curso diferente al recién finalizado. Tampoco muy novedoso porque el Numancia hace dos campañas ya completó un periplo por la Segunda Federación.

La confirmación del nuevo director deportivo también repercutirá en la formación y composición del organigrama del club. El filial rojillo perdió la categoría de Tercera Federación situándose en la Regional de Aficionados en una campaña decepcionante desde su inicio. Solo encontró un momento de reacción al comienzo de la segunda vuelta, pero resultó pasajero. Varias semanas antes del cierre del campeonato ya había certificado su descenso. Todo lo contrario que el Juvenil. El conjunto dirigido por Fredy Vera se ha convertido en el contraste de la temporada con su ascenso a División de Honor, el máximo y más alto escalón de la categoría juvenil.