El Almazán ahonda en sus problemas con una derrota ante el Diocesanos

El CD Colegios Diocesanos acabó obteniendo la victoria en un duelo apasionante en el que la SD Almazán no supo igualar el marcador. El equipo local comenzaba decimoséptimo con nueve puntos, en la zona de descenso, y tenía que ganar después de la dura derrota en Salamanca la jornada pasada, mientras que el SD Almazán se encontraba decimoquinto con 13 puntos y quería alejarse de la zona roja de la clasificación. El resultado final dejó la diferencia en mínima: un sólo punto entre ambos y un Almazán que ahonda en sus problemas. 

Primeros dos minutos de partido y primeros dos córners para un Colegios Diocesanos que quiso sorprender a sus invitados desde el inicio. Recibían los colegiales al Almazán con la necesidad de sumar la primera victoria de la temporada. Ante el inicio de los locales se mantuvo tranquilo el Almazán. Y no tardó en llegarle –minuto 6– en una de esas jugadas que se sabe como empiezan y se teme como acaban. Balón en largo a la frontal del área. Reclamó Josito la salida de Mario Velayos mientras ponía el cuerpo de por medio. Entendió el portero que no era cosa suya mientras aguardaba bajo palos. Y en las dudas de ambos apareció Garcés. que quiso reclamar su parte. Atacó el esférico, se lo peleó a Josito pero tras caracolear con un balón que nunca le debía haber llegado, el disparo se le marchaba por encima del larguero.

El frío del Sancti Spíritu iba perfilando una tarde sosa, de detalles y jugadas sueltas, como las que trataron de armar Albitre, Garcés o Junyent cuando miraron hacia arriba, o las que quisieron provocar Jorge Rodríguez y Martiña en su primera aparición en el Sancti Spíritu, la que aguardaba Pablo Negro en el banquillo. Y entre Matiña y Sergio Nogal dibujaron la primera de peligro. Extremo y lateral se encontraron en banda. Nogal apuró la línea de fondo para poner el centro a media altura. Se retorció César Robles para cazarla de cabeza en el primer palo y obligar a actuar a Paisa. Fue buena la del ‘9’ y fue aún mejor la de Jorge Rodríguez. Robo del extremo en salida de balón para romper a Abou –minuto 17– hacia dentro y pegarla con el interior del pie. Buscó el segundo palo de rosca, se quedó mirando Paisa, y el cuero se marchó junto al palo. Subieron el ritmo los de Pablo Cortés, que se hicieron con el control del partido cuando camino de la media hora Jorge Rodríguez volvía a enseñar los dientes. Sorprendían los colegiales a los rivales en un saque rápido de falta y Jorge Rodríguez percutía en el área para cruzarla ante Paisa, una estatua bajo palos. Los defensas despejaban a córner cuando se cantaba el primero.

Comenzó la segunda mitad como terminó la primera, a fogonazos. En uno de ellos, llegó el gol. Cuando nadie lo esperaba el Colegios Diocesanos conseguía el 1-0. Jugada de banda a banda, de Martiña a Martiña, que había atravesado el campo por el balcón del área sin encontrar el hueco que buscaba. Si no hay opción al disparo, se busca el centro. Y el centro se convirtió en gol. Porque el balón colgado lo quiso buscar Ibra, lo trataron de atajar los centrales y acabó en el fondo de la red para sorpresa de todos, empezando por el propio Paisa, totalmente confundido por la acción. Lo celebró Martiña, quizás más como responsable que como autor propiamente dicho cuando la pierna del defensor rozó lo suficiente el cuero como para confundir a su portero. Con el 1-0 cedió metros el Diocesanos. Estaba obligado a más un Almazán que tuvo la ocasión –minuto 63–en las botas de Óscar, que sin esperarlo se encontró con el balón en los pies en la frontal en un a mala salida de los locales. El disparo se marchó fuera. Pero la mejor llegó con una doble parada ante Bassirou. El adnamantino se llevó el balón por fuerza ante Nacho, que se confió, para encarar a Mario Velayos. El primer disparo lo sacó con el pecho, el segundo con la mano.

Eran minutos de apuros para el Colegios Diocesanos. La volvía a tener Óscar ,que desde su salida al campo se había convertido en un problema para Garri y Josito. Apretaban los sorianos y respondían los colegiales con Martiña, que volvía a meter en líos a la defensa visitante con sus diagonales. Se hartó a correr Miguel Muñoz y no dudó Martiña en buscarle las cosquillas a Íñigo y Anderson cada vez que podía. Seis de prolongación. Los gestionó bien el Diocesanos, que apretó los dientes mientras el árbitro miraba el tiempo y el público pitaba. Colgó varios balones al área el Almazán, se pararon las pulsaciones de muchos, se aceleraron los de otros. Paisa pisó el área ajena y cuando Téllez de Meneses se aburrió de sumar minutos al crono, decretó el final del partido para júbilo de los locales, que conseguían la primera de la temporada.