Capturas de caza a golpe de clic
El Cesefor desarrolla una herramienta web y una aplicación móvil que permite de formalizar los precintos de forma digital a los cazadores y facilita la gestión telemática y en tiempo real en Castilla y León.

Diego Rello y Rodrigo Gómez, técnicos del Cesefor que han trabajado en el desarrollo de la herramienta telemática.
La caza es un importante motor económico en Castilla y León gracias a los 5.500 cotos en activo y 180.000 licencias para cazadores. Sin embargo poder practicarla requiere tediosos trámites administrativos que recaen en los titulares de los cotos, los cazadores e incluso en la administración, en este caso en la Junta de Castilla y León encargada de supervisar la actividad.
La concesión de las autorizaciones de caza y la justificación de las piezas abatidas se ha venido haciendo en esta Comunidad de manera manual, en formato de papel e incluso con envíos postales. El procedimiento estaba pidiendo a gritos una modernización que debía pasar por la digitalización.
La Ley de Caza de Castilla y León, aprobada en 2021, tenía entre sus objetivos facilitar todas estas gestiones administrativas. Recientemente ya se ha publicado la Orden que regula el control telemático de las capturas de las piezas de caza para dar un salto importante en la gestión.
Esto es posible gracias a una herramienta que ha desarrollado el departamento de Tecnología de Información y Comunicación de la Fundación Cesefor, con sede en Soria, a petición de la Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio.
‘Capturcyl’ ha nacido para hacerle la vida más sencilla a los cazadores y a los titulares de los cotos, además de garantizar la práctica sostenible de este recurso, según explica Ignacio de la Fuente, jefe de Servicio de Caza y Pesca de la Junta.
Esta herramienta es un sistema telemático para registrar las capturas de los animales compuesto por un servidor que recoge los datos y los relaciona para su consulta en una web y en una aplicación móvil. Permite gestionar con rapidez y prácticamente en tiempo real las autorizaciones, los cupos, las fechas, los avisos y las capturas de los cazadores, entre otras cosas.
La web está dirigida fundamentalmente a los titulares de los cotos, mientras que la aplicación móvil está pensada para los cazadores, los agentes medioambientales y del Seprona. «Toda la información pasa el mismo servidor que nutre tanto a la web como a la aplicación», explica Diego Rello, técnico del Cesefor que ha trabajado en el desarrollo de este sistema, que colocará a Castilla y León como una comunidad autónoma pionera en este modelo de gestión.
Los dueños de los cotos deben registrarse en la web con un usuario y contraseña. Una vez que han accedido a la web son los encargados de introducir las autorizaciones de los cazadores, con los días y las modalidades, los cupos y asignan los precintos a cada uno de ellos y ya pueden salir al monte a cazar.
Esta información la pueden consultar los cazadores en una aplicación móvil que pueden descargarse en su teléfono y que tendrán que llevar en sus salidas. El acceso a la aplicación es simple y solo requiere el número el DNI del cazador que cuenta con autorización.
Una vez dentro de la aplicación el usuario tiene que activar el precinto digital, que está asignado a un determinado código, de los ejemplares que desea cazar y en el periodo en el que quiere hacerlo. En el momento que se activan los precintos quedan bloqueados para otros cazadores hasta la hora y fecha marcada inicialmente.
El proceso de dar de alta el precinto en la aplicación móvil se debe hacer en un lugar con cobertura a internet. El creador de esta herramienta recomienda hacerlo antes de salir a cazar en el coto. Una vez que se abate la pieza se debe realizar el precintado digital, algo que es sencillo.
Solo tiene que realizar dos fotografías, una de frente y otra lateral, añadir algunos datos descriptivos del animal (la especie y el sexo) y los introduce en la aplicación con un clic en el que aparece la etiqueta de 'cazado' y el precinto queda bloqueado en el servidor para conocimiento de los usuarios.
Para esta operación no es necesario tener cobertura, dado que en el momento que se restablezca queda registrada de manera automática, tanto con la hora, como con las coordenadas del gps en el lugar que se realizó.
Diego Rello asegura que la aplicación no geolocaliza al cazador en su estancia en el coto, únicamente lo hace en el momento que abate al animal y realiza el precinto digital que también genera un QR con los datos de la captura y que es el justificante de la legalidad de la caza. Permite desde el móvil mostrarlo a los agentes medioambientales o al Seprona si se lo requieren.
El QR acredita a quién pertenece la pieza y le otorga trazabilidad, por ejemplo en el momento que el cazador la distribuye a empresas transformadoras de carne, porque ese QR se puede compartir.
Los datos que se generan en 'Capturcyl' los pueden consultar los titulares de los cotos, los cazadores, los agentes medioambientales y el Seprona y la Junta de Castilla y León. Mientras los primeros solo tienen acceso a un tipo de información, la administración regional va a poder acceder a toda e incluso exportar los datos para su uso administrativo.
«Con la digitalización se va a ganar inmediatez», asegura Ignacio de la Fuente. Con un clic el titular del coto va tener los cupos y puede asignar la autorización para salir a cazar y con otro clic el cazador puede generar su precinto.
Hasta ahora esta labor se ha venido realizando con envíos postales de los precintos físicos a los titulares de los cotos que a su vez los tenían que repartir entre los cazadores y estos, a su vez debían remitir un matriz del precinto en 15 días después de la caza a las oficinas del Servicio Territorial de la provincia en la que esté ubicado el coto.
La Junta de Castilla y León es conocedora de la brecha digital que existe en el sector de la caza y para aquellos que no puedan utilizar la aplicación móvil se mantiene un formato en papel, con el que ‘Capturcyl’ permite a los titulares de los cotos hacer autorizaciones en formato de papel y a los cazadores hacer el precinto de manera física en lugar de telemática.