Heraldo-Diario de Soria

Regadío

Ines y Eza esperan su modernización, pendiente desde 2012

Los regantes de ambos canales confían en mantener su dotación de agua, 6.200 metros cúbicos por hectárea, para garantizar rendimientos

Canal de Ines

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Soria

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Han pasado más de diez años desde que los canales de Ines y Eza consiguieron la declaración de utilidad pública y urgente ejecución para la concentración parcelaria de las zonas, de cara a ultimar la modernización del regadío, pendiente desde 2008, cuando las comunidades de ambos canales iniciaron las conversaciones para el impulso de estas tierras regables desde principios del siglo XX. Se trata de dos de los primeros canales que se pusieron en marcha en la provincia; de hecho, el de Eza data de 1909. Y el de Ines entró en servicio en 1953. 

Cuando se haga realidad esta infraestructura, cuantificada en más de 17 millones de euros, la provincia contará con otras 1.500 hectáreas de regadío, 947 hectáreas de Ines y 498  de Eza de 832 propietarios. Es la oportunidad que los regantes de la zona llevan esperando desde hace tantos años. El presidente del canal de Ines, Teófilo Andrés, recuerda que empezaron «con toda la tramitación en la primavera de 2008, porque antes de nada había que realizar la reconcentración parcelaria. Luego llegó la crisis económica de 2008, y a día de hoy, aunque no hemos dejado de trabajar en el tema, no tenemos nada, y estamos perdiendo rentabilidad en nuestros campos». 

Y señala el ejemplo que tienen al lado, con Olmillos, «donde hay varias empresas produciendo y generando muchos empleos. Llevamos mucho retraso con respecto a los regantes de Olmillos», asegura Teófilo Andrés. 

La Junta ya ha publicado las bases definitivas de la segunda demarcación de Ines, y que una vez salga en el Bocyl, tendrá su periodo de exposición pública para posibles recursos. La primera demarcación de este canal y las dos de Eza ya cuentan con las bases aprobadas desde hace un año. Y es que en total son cuatro demarcaciones, dos del canal de Ines y otras dos del de Eza.

En el momento en el que se dé el visto bueno a las que ahora se publican, la de la demarcación dos de Ines, el último paso que quedaba de las bases definitivas, toca el turno a la redacción de los nuevos planos de concentración para generar las fincas de reemplazo que se entregarán a cada propietario. Queda pendiente una zona de Langa de Duero que también riega el canal de Ines al final de su recorrido, si bien está en una fase más temprana de tramitación, explica el jefe del Servicio Territorial de Agricultura y Ganadería de Soria, José Manuel Ruiz Romera. 

Planos que incluyen caminos en las obras de concentración que acomete la Junta de Castilla y León a través del Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León (Itacyl), que asume los gastos en su totalidad. En febrero, con motivo de la firma del convenio entre ambas comunidades, la Junta y el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA), a través de la Sociedad Mercantil Estatal de Infraestructuras Agrarias (Seiasa), el vicepresidente de la Administración regional, Juan García Gallardo, lo cuantificó en ocho millones de euros. Y de forma paralela a los trabajos de concentración parcelaria se tienen que acometer las actuaciones de modernización del riego, que es de lo que se ocupa el Seiasa con los regantes. Un proyecto que supondrá una inversión de 14.902.705 euros (IVA no incluido) en dicha zona regable de la provincia de Soria, incluido en la Fase II del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR) de los fondos Next Generation de la Unión Europea y su carácter público-privado supone la participación de las comunidades de regantes y usuarios que aportan un mínimo del 20%. La comunidad ya se comprometió a asumir este porcentaje en la firma del contrato, ya que las actuaciones tienen que estar finalizadas antes de 2026 para poder justificar precisamente los fondos europeos.

El proyecto tiene como objetivo modernizar el actual sistema de riego constituido por acequias y canales que sufren importantes pérdidas, sustituyéndolo por una red de tuberías a presión. El problema ahora es la dotación de agua. 

Entre las dos comunidades cuentan con 6.200 metros cúbicos por hectárea, pero la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) quiere reducirla a la mitad, a 3.800 metros cúbicos por hectárea, en virtud del Plan Hidrológico. Pero la comunidad no está dispuesta: “Tenemos una asignación histórica en el canal de Eza, que es de 1908, anterior a la construcción de la presa y embalse de la Cuerda del Pozo, y en el de Ines. Ahora, con la modernización prevista desde hace años, y firmado el convenio a principios de 2023, todos los regantes están comprometidos con el desembolso que tienen que hacer para las obras, de modo que no nos pueden hacer esto a estas alturas”, lamenta Teófilo Andrés.

Asegura que se trata de unas dotaciones muy por debajo del rendimiento de las tierras, y no lo van a permitir, porque quieren seguir adelante con la modernización, pero contando con los recursos que tenían hasta ahora. Increpa al Gobierno central por llenarse la boca con sus apoyos al medio rural, cuando con medidas como ésta provoca todo lo contrario: “Esto no es la España Vaciada; es la España Olvidada y por esto se está vaciando”.

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