Santa María de Huerta
NO VENGO en referirme hoy a la desdichada tromba de agua y posterior riada que sufrió esta localidad soriana y que espero y confío en que, efectivamente, reciba el apoyo de las distintas administraciones para que vuelva a su aspecto habitual.
Santa María de Huerta está allá abajo, en el sur de nuestra provincia, dándose ya la mano con la vecina Aragón. Santa María de Huerta es un monasterio y un pueblo a él pegado, abrazándolo, arropándolo. Rodeados pueblo y monasterio por cerros terrosos. Atraviesa la villa un aún joven Jalón a la búsqueda de su padre Ebro.
El monasterio cisterciense de Huerta es uno de nuestros principales monumentos arquitectónicos y merece, por supuesto, nuestra detenida y atenta visita. Nos hacemos acompañar, como siempre que viajamos por la provincia, de la ‘Guía artística de Soria y su provincia’ de Blas Taracena y José Tudela y por ‘Soria’ de Dionisio Ridruejo; por cierto, reeditada hace un par de años por la editorial Gadir con prólogo de Abel Hernández. Suelo hacerlo también del ‘Soria, donde la vieja Castilla se acaba’ de Avelino Hernández.
La abadía de Santa María de Huerta es imponente. Llego a hora tardía, el tiempo justo para girar una visita rápida, en la que uno no sale de su asombro. El refectorio nos recibe con contenida exclamación. De él dicen los citados Taracena y Tudela que es la ‘obra maestra del monasterio’, aunque para Ridruejo el máximo interés reside en ‘la sala de Conversos o sala capitular’, próxima al refectorio en el que, como surgiendo de los muros, vemos un original púlpito al que se accede por una escalera empotrada en los propios muros y que sujetan las columnas que hay en los peldaños, formando sucesiva arcada en ascenso.
Especial atención merece también el coro, auténtico museo de arte plateresco al decir de Ridruejo. Puedes terminar tu recorrido visitando la tienda del Monasterio, del que seguro te llevas algún alimento para el cuerpo, para el espíritu o para ambos. Si lo que deseas es gozar durante más tiempo de la paz y recogimiento de este lugar, puedes alojarte en la hospedería con que cuenta el monasterio.