EL RUBICÓN
Nadie los va a echar de menos...ni de más
Pues nada, sus señorías de las Cortes de Castilla y León, ya saben el mausoleo ese que se asienta en la avenida Salamanca de la capital vallisoletana, ya están disfrutando de sus largas y merecidas, nótese la ironía, vacaciones. Un asueto vacacional navideño que sus señorías se tomarán hasta febrero. Sí, como lo oyen, ya no volverán al tajo, nótese nuevamente la ironía, de plenos y comisiones hasta febrero. Bueno, ellos dirán aquello de que tienen habilitado enero, ya saben con esas comisiones de disimulo para parecer que hacen y que servirán para que se lleven dinero a sus bolsillos algunos de aquellos que no tienen el fijo de esa llamada dedicación exclusiva.
Y se van sus ilustres señorías haciendo lo que mejor saben, a parte de nada, liarla. Volver a hacer el ridículo no sabiendo qué votan y si lo que votan sirve o no. Y aquí nadie queda excluido. Que si por mayoría, que si basta «con un solo voto». Señor que dirige desde las alturas lo que sucede en los plenos, ¿tan difícil es explicar con claridad qué se vota, cómo se vota y cuál es el sentido del voto? Y, si no lo sabe, ¿es igual de difícil preguntar a los letrados cómo proceder? Bueno, al letrado mayor es mejor que lo deje fuera de la ecuación porque le puede meter en siete jardines más.
La realidad, la única, es que lo que ha quedado para el común de los mortales, esos que saben que dos más dos suman cuatro, es que usted que dirige los plenos desde su atalaya da como buena la aprobación de una terna de jueces del PP para el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León, la única propuesta porque el PSOE rechazaba presentar y VOX no quería saber nada de esta votación, con más votos en contra que a favor. Ver para creer. Sí señor. Y como no tenía ni idea de por donde salir tenía que esperar a después de la sesión plenaria para explicar en una nota de prensa aquello de lo que no era capaz de aclarar antes de la votación. Todo un sin sentido, un despropósito. Vamos, lo que viene siendo un desastre. Oye, y ni un sonrojo y aquí paz y después gloria. Al fin y al cabo, sus señorías estaban pensando más en el turrón y en sus vacaciones que en lo que estaban votando y de cómo iba a salir la votación. Claro que los del PSOE se lo tienen que hacer mirar y quizás, sólo quizás, pensar en hacer su trabajo. De haberlo hecho, en lugar de demostrar que les daba igual la terna que saliera, de haberse preocupado un poquito, tampoco mucho, en trabajar y presentado una alternativa a la del PP, a lo mejor ahora sería la terna socialista de jueces la que estaría aprobada.
Visto lo visto y comprobado el esperpento en que, un pleno sí y otro también, se convierten las Cortes de Castilla y León lo mejor es que las cierren durante esos más de 40 días de asueto vacacional navideño. Al fin y al cabo, nadie los va a echar de menos... ni de más.