Dosis de optimismo para el nuevo año
En la última edición de Soria Saludable, la número 30 celebrada a finales de noviembre y que sirvió como merecido homenaje a su promotor, Juan Manuel Ruiz Liso, participó la escritora y divulgadora Elsa Punset, y se empeñó en transmitir optimismo y también en demostrar que muchos de los argumentos con los que nos convencemos de que el mundo está fatal no son reales. Una forma de hacerlo fue preguntando al público sobre datos tales como el porcentaje de la población mundial con acceso a la electricidad o las niñas que en el planeta tienen acceso a la educación para aprender a leer y a escribir. La visión del público, en general, era mucho más pesimista de lo que los datos reales reflejan. El mundo avanza y a veces no somos conscientes de ello y por ello no podemos mostrar la alegría que debería conllevar. Ahora que termina el año y que expresamos nuestros mejores deseos para el que está por llegar se recurre mucho a decir que nos conformamos con que el año nuevo no sea peor que el viejo o incluso aseguramos que es imposible. A lo largo de 365 días suceden muchas cosas que lamentamos y siempre percibimos grandes peligros. Pero nos olvidamos de los avances o llegamos a despreciarlos porque se han demorado en exceso. En Soria se sabe mucho de demoras, como en Castilla y León. Piénsese en la Autovía del Duero, solo como un ejemplo de otros muchos. Las décadas de retraso no deben, sin embargo, evitar que valoremos cada kilómetro nuevo. Ese pesimismo es mayor donde más castigo, por los retrasos sin ir más lejos, se ha sufrido, como en Soria. A pesar de ello, la provincia está avanzando. Es capaz de seguir atrayendo población de otros lugares gracias a los cuales de momento se ha frenado la sangría demográfica. Problemas que parecían irresolubles son ahora opciones de crecimiento real, como la malograda Ciudad del Medio Ambiente que, hoy, convertida en Parque Empresarial del Medio Ambiente, está atrayendo proyectos. También la capital soriana contará con unas travesías dignas, aunque no sean del agrado de todos, después de muchos años de espera. Y con la ansiada radioterapia, cuyo acelerador lineal está ya instalado y que comenzará a trabajar para primavera. Hace poco, un amigo médico que trabaja en Girona me preguntaba por Soria y le comenté lo de la radioterapia. Lo celebró y lo comparó con Girona, donde también existe y la consideraba una suerte para un ciudad de 100.000 habitantes y una provincia de 700.000. Cuando le dije que la población de la capital soriana es de 40.000 personas y que el conjunto de la provincia tiene 90.000 se quedó muy sorprendido. El ‘lujo’ de Girona se quedaba bastante pequeño en comparación. Así que sí, hay avances, el mundo va mejorando y hay motivos para el optimismo. ¡Feliz Año!