Heraldo-Diario de Soria

MÁS SE PERDIÓ EN CUBA

Ignacio Soria

Cuídense las reinas, blancas o negras

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2025 se presenta, podría decirse, como un año apasionante. Al menos en lo político, diría yo. Tanto en lo local, como en lo regional y nacional, la cosa pinta entretenida. Por un lado se podrán ver, o no, la finalización o inicio de varios proyectos existentes sobre la mesa para nuestra capital, y por otro —y aquí viene lo jugoso—, se desvelará la incógnita de si el indestructible hasta la fecha alcalde soriano se va de casa a los 50, y si bilateralmente a ello, el presidente Fernández Mañueco aprieta o no el botón electoral, enseñando de forma trilateral, el camino a Pedro Sánchez para hacer lo propio y acabar así con esta degradación y agonía putrefacta a la que está sometiendo al conjunto del país. Destacaría dos como los proyectos más esperados en la capital: uno, el futuro Centro de Datos de la Seguridad Social en el barrio de los Royales y que atraerá aparejado la creación de decenas de puestos de trabajo según lo anunciado (y cuyo mérito no se lo podemos negar al alcalde soriano), y otro, la remodelación total del Hospital Universitario de Santa Bárbara (a punto de concluir), con su esperada unidad de Radioterapia en pleno funcionamiento si todo marcha bien. Y hablando del hospital de Soria, me va a permitir el lector hacer un pequeño reconocimiento a quien en su día tanto peleó por este proyecto, y que desgraciadamente no lo podrá ver de forma terrena en su puesta de largo. Me refiero a Canto Benito, soriana de adopción, médico y subdirectora de este hospital, y compañera de quien esto escribe en el parlamento autonómico de Castilla y León en la VIII legislatura hasta que el cáncer apagó su eterna sonrisa. Allí, y bajo el gobierno de Juan Vicente Herrera —en una legislatura nada cómoda por la acuciante crisis que obligó a priorizar asuntos que quizás la ciudadanía no entendió o no se supo explicar bien—, pude ver cómo entre bambalinas, Canto defendía con uñas y dientes la necesidad de acelerar las obras de este complejo hospitalario. Hoy los actores y la situación han cambiado, pero innegablemente, un trocito de este hospital llevará siempre el nombre de Canto. Hablaba de que los proyectos marcarán 2025, pero decía también que lo más jugoso está por llegar si las piezas del ajedrez político regional cambian, y el hasta ahora rey socialista, Luis Tudanca, es desbancado con un jaque mate por algún caballo o torre blanca y de apellido Martínez Mínguez. De ocurrir esto, créanme, no solo el tablero regional cambiará, sino que salpicará al local, y por tanto a los dos grandes partidos que, sin buscarlo, tendrán su propia partida trepidante y particular. Cuídense los reyes y reinas —bien sean blancas o negras—, de las torres, los alfiles, los caballos o los simples peones. Pero cuídense más aún, háganme caso, de las del mismo color. Esta partida, de producirse, tendrá sus propias reglas. El resultado, ya se verá… ¡Feliz Epifanía!

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