EDITORIAL
La exportación, un valor al alza de Castilla y León que hay que cuidar
En una economía globalizada, las ventas en el exterior son un valor clave para cualquier territorio que quiera afianzar su desarrollo. En este sentido, Castilla y León puede presumir de la vitalidad de su tejido empresarial, ya que el trabajo realizado durante los últimos años está dando sus frutos en las exportaciones, hasta colocar a la Comunidad en una posición de liderazgo. No obstante, el mundo actual hace que las cosas puedan cambiar de la noche a la mañana y los tiempos que vivimos son un claro ejemplo, dada la guerra comercial que está desencadenando Estados Unidos tras la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca. Es necesaria una reacción para cuidar el valor al alza en el que se ha convertido la exportación para la economía castellano y leonesa. Afortunadamente, la Junta está reaccionando y ante las dificultades que se avecinan debido al anuncio de incremento de los aranceles para los productos europeos en Estados Unidos se está intentando abrir nuevos mercados en otros lugares del planeta, con la vista puesta en Asia y en África.
También es necesario cuidar los mercados actuales, donde el mayor protagonismo lo tiene Europa, y los productos que salen desde Castilla y León, con la automoción como principal seña de identidad de las exportaciones que parten de la industria castellano y leonesa. Toda precaución para conservar lo alcanzado en el ámbito de la exportación es poca, pero también hay que poner en valor lo que se ha conseguido, un liderazgo que es una clara muestra de la fortaleza de la economía de la Comunidad y del potencial de su tejido industrial.
El incremento de las exportaciones durante el pasado año en comparación con 2023 supuso casi un 15%, hasta superar los 21.200 millones de euros. El incremento de las ventas en el exterior superó la media nacional ligeramente, pero hay que tener en cuenta que se consigue un récord histórico después de que en 2023 también se hubiera superado el máximo anterior, que se había registrado en 2016 con casi 17.300 millones de euros. Estos buenos resultados permiten a Castilla y León afianzar un superávit comercial por encima de los 5.000 millones de euros, después de unas importaciones de casi 16.200 millones de euros.
La situación, por tanto, es muy positiva y la obligación es hacer todo lo posible para mantener esa tendencia al alza, con medidas preventivas ante las incertidumbres que presentan la economía mundial en estos momentos.