Vivienda: ¿por qué no se actúa?
El problema de la vivienda es quizás hoy el mayor quebradero de cabeza para la juventud española. En las grandes ciudades el asunto se agudiza más aún con auténticos zulos catalogados como vivienda y a precios de oro que además en algunos casos hay que compartir y que deberían de avergonzarnos como sociedad. Soria no es ajena a esta problemática, y si bien es cierto que en los últimos meses se han puesto a disposición de los jóvenes algunas viviendas, estas no dejan de ser una anécdota frente al problema real y el gran número de jóvenes sorianos que miran al futuro con cierta incertidumbre. El pasado jueves pude leer en este periódico que el ayuntamiento de Golmayo había cedido una parcela al Somacyl para la construcción de 74 viviendas para jóvenes menores de 35 años. Los futuros bloques, en palabras de Benito Serrano —alcalde del municipio—, se levantarán en la urbanización de Las Camaretas junto a la capital. También la semana pasada, el alcalde de Soria y junto con la delegada territorial del Gobierno autonómico y el subdelegado del central (los primeros ponen el suelo, los segundos construyen y el tercero paga), visitaban las futuras 38 viviendas colaborativas destinadas mayormente a alquiler en la calle Eduardo Saavedra de la capital. Resulta chocante para una capital como la nuestra, con más de 40.000 habitantes —y quizás con cerca de 5000 jóvenes de entre 18 y 35 años—, el goteo ínfimo con el que se están desarrollando viviendas para este segmento poblacional y máxime si comparamos estas 38 a las futuras 74 de Camaretas y en base a su población. Piénsenlo. Está de moda en estos tiempos que a todos los políticos —y de todos los colores—, se les llene la boca hablando de vivienda. Casualmente el pasado jueves —ya ven que la semana pasada hubo vivienda hasta en la sopa—, Carlos Martínez Mínguez, alcalde de Soria y candidato socialista para tratar de arrebatarle el poder a los populares, venía con la mochila llena de asuntos referentes a la vivienda desde el Consejo de Políticas Locales y Regionales de Europa. De problema “endémico” tildó el regidor soriano el asunto de la vivienda. Pero entonces, ¿por qué pudiendo solucionar en Soria este llamado mal endémico no se actúa con la fuerza necesaria que el problema requiere? Y me refiero con esto a que el ayuntamiento de la ciudad compró hace años más de 300.000 metros cuadrados de suelo urbanizable en la capital y pertenecientes a la extinta constructora Martinsa—Fadesa, y aún no ha dado muestras tangibles de querer hacer algo con ellos. Se quejan los expertos de que uno de los hándicaps existentes en esta materia es la ausencia de suelo para desarrollar vivienda. Les aseguro que, si se quisiera y si de verdad hubiera voluntad, Soria podría ser referente nacional e incluso europeo de cómo acabar con el problema de la vivienda en tiempo récord. Tenemos el problema sobre la mesa de operaciones, tenemos el diagnóstico bastante claro, y tenemos el tratamiento adecuado. ¿Cuál es el problema?