Freno mayúsculo al abandono de coches por la crisis y los planes ‘renove’

Un día, hace ya años, su propietario presumió de él. Casi siempre brillante, era puntual como un reloj en todas las órdenes y chupaba asfalto como el mejor. Hoy es carne de chatarra y mañana será trasladado al desguace después de tiempo estacionado en la vía pública. Una práctica que también se ha visto afectada por la crisis y, a tenor de las cifras, para bien. El número de vehículos abandonados en la vía pública se ha reducido de forma mayúscula en los últimos años. ¿Por qué? La crisis y el temor a que al final salga caro el abandono y los incentivos de los planes renove son algunas de las causas en el origen de la reducción de una práctica no muy extendida, pero que en 2009 llevó a que quedaran ‘olvidados’ en la rúe soriana un total de 310 vehículos. 

A partir de entonces el abandono de vehículos ha caído en picado. La cifra se redujo el pasado año a 37, lo que significa un 88% menos de coches abandonados en la calle, según se desprende de las cifras facilitadas por el Ayuntamiento. En 2012, la grúa retiró 65 vehículos y el año anterior fueron 99 los autos que se detectaron en la calle.

El abandono de vehículos nunca ha sido una práctica extendida en Soria debido a las características de la capital, de pequeño tamaño en la que el control vecinal y policial sobre los estacionamientos resulta más fácil que en otras ciudades. Y lo es menos ahora, según constata la Policía. 

 

Son los propios agentes quienes detectan los casos de abandono de vehículos, avisados en ocasiones por ciudadanos que pasan a diario por el lugar en cuestión. A veces el coche presenta signos evidentes de que no puede moverse, como son las ruedas pinchadas u otros daños ostensibles. Pero no siempre, lo que no quiere decir que no esté  abandonado.  «Si no presenta síntomas, ¿cómo te lo llevas?», pregunta el encargado de los coches abandonados en la Policía Municipal, el agente Pascual Cercadillo, aclarando que «lo normal es que se haga un seguimiento del vehículo».

Al margen de la inspección ocular, el primer paso del proceso de retirada de un coche abandonado es comprobar la documentación, quién es su dueño y si tiene seguro. Si no lo tiene la retirada es inmediata y la multa al propietario, también: 800 euros por infracción de la normativa del seguro obligatorio, «esté o no abandonado».

La grúa municipal se encarga de trasladar los coches a la terminal de mercancías, en el polígono, donde su propietario puede pasar a recogerlo. La Policía suele notificar la circunstancia al propietario del vehículo, tanto antes del traslado como una vez en el depósito. «Si ven que les compensa, se lo llevan», pero no siempre ocurre así: de los que quedan en depósito cada vez son más los propietarios que prefieren desprenderse del coche, según indicaron las citadas fuentes. Hay conductores que tras la primera comunicación se llevan el vehículo, en ocasiones para seguir estacionándolo en la calle.

Un vehículo abandonado en la calle incumple artículos de la Ley de Seguridad Vial y del Reglamento General de Circulación, lo que acarrea sanción. Además, cada día que el vehículo pase en depósito subirá la factura al propietario en caso de que quiera llevárselo.