La reforma de las Concepciones arranca con el concurso de ideas

Un sitio de estancia, peatonal y sin los estacionamientos que había antes de que el mercado provisional se instalara allí para garantizar el servicio debido a las obras en Bernardo Robles. Es lo que tiene claro el Ayuntamiento para el futuro diseño de la plaza de las Concepciones. Y más allá queda abierta la imaginación y el conocimiento de los arquitectos. El esperado concurso de ideas para reformar la plaza una vez desmontado el edificio con forma de estrella se plasmó ayer en la Junta de Gobierno Local. El órgano arrancó el proceso con el visto bueno a las bases. Una vez publicadas en el Boletín Oficial de la Provincia, los interesados en participar tendrán 60 días para hacer llegar sus propuestas.

Si bien las posibilidades quedan muy abiertas, las condiciones sí hacen hincapié en dos aspectos. Por una parte, la naturalización de la plaza, con «especies vegetales adecuadas» y la vista puesta en otorgar una calidad «sensorial» al lugar. Por otra, señaló el portavoz del equipo de Gobierno, Javier Muñoz, la climatización, es decir, la posibilidad de cubrir de alguna manera las Concepciones, de manera que pueda tener una ocupación durante todo el año.

Dirigido a arquitectos individuales o estudios, el ganador del concurso realizará el proyecto y supervisará la obra. El documento técnico tendrá un coste máximo de 20.000 euros. La obra se licitará en una segunda etapa. El portavoz del equipo de Gobierno recordó que las cuentas de 2018 reservan una partida de 250.000 euros para reordenar la plaza que ahora ocupa el mercado y que en su momento determinó también la peatonalización de Vicente Tutor.

Al margen de elaborar el proyecto, el ganador obtendrá un premio de 4.500 euros. El concurso establece un segundo galardón de 2.500 euros. Las bases contemplan un posible tercer premio, así como un accésit. Muñoz confió en que al Consistorio llegarán las «mejores ideas» para modificar la plaza.

Inaugurado en septiembre de 2011, el mercado provisional cerró sus puertas el pasado marzo, cuando los negocios regresaron a la plaza de Bernardo Robles. Desde entonces permanece sin uso y a la espera de que se desmonte. Siempre se pensó para el edificio un uso temporal y en ningún momento el Consistorio pretendió dejar allí la estructura. En su caso habría sido necesario un cambio del PGOU.

Con una extensión de 1.500 metros cuadrados, la pretensión municipal es que la plaza de las Concepciones sea un punto de encuentro, sin cabida para los vehículos. Dado que el entorno está peatonalizado, no se plantea la vuelta de las plazas de aparcamiento que existían antes de que las necesidades comerciales determinaran una urbanización renovada.

La ciudad ha conocido varias intervenciones procedentes de las aportaciones de arquitectos a través de concursos de ideas. Por ejemplo, la elección del diseño accesible del Rincón de Bécquer se realizó mediante esa fórmula, lo mismo que las lamas de madera que rodean el ábside de la iglesia de La Mayor (el Rincón de Leonor) y que conservan la alineación del edificio que se demolió para liberar el monumento.

Otras veces de los concursos no derivaron actuaciones. Es lo que sucedió con el edificio de viviendas sociales en alquiler de la calle Betetas. O con la ampliación de la Audiencia en el recinto de las antiguas cocheras de Gonzalo Ruiz.

Con el fallo del llamamiento a los arquitectos el Consistorio procederá a desmontar el mercado provisional. Su destino más probable e inmediato será el almacén municipal, dado que por ahora no consta un lugar donde la estructura pudiera prestar servicio.

El propósito municipal era emplazarla en el solar que debería dejar la cárcel una vez derribada y abierta la nueva. Sin embargo, la conclusión de este proceso es incierta y el proyecto de un recinto ferial allí parece lejano.