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LUCHA CONTRA LA DESPOBLACIÓN

El proyecto Arraigo ya da frutos y la primera familia llega a Almarza

De momento será como segunda residencia con perspectivas de teletrabajo/ Los promotores aseguran que la iniciativa se ralentiza por falta de financiación

Publicado por
MILAGROS HERVADA
Soria

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El proyecto Arraigo, que nació en el seno de la Asociación de Pinares el Valle, Asopiva, y que tiene vocación provincial, ya ha dado sus frutos. La visita que el pasado mes de abril giraron una decena de familias del medio urbano con vistas a asentarse en los pequeños pueblos de estas comarcas ha permitido materializar el primer éxito. Una familia residente en Madrid ha elegido Almarza, en concreto San Andrés de Almarza, para alquilar la que por ahora será su segunda residencia, más vinculada al ocio, con perspectivas de que el teletrabajo permita aumentar los tiempos de estancia.

«De momento el objetivo es que sea más enfocado al ocio, al disfrute del entorno compartido con la gente del pueblo, pero en el futuro la idea es permanecer más tiempo, incluso realizar parte de la actividad profesional e integrarnos en la vida del pueblo, con algún negocio o inversión», explica Augusto Pérez, que junto a su esposa, María Romero, ha alquilado la antigua casa de la maestra de Almarza, de propiedad municipal y que podrá ocupar ya a partir del 1 de junio.

El gusto por la vida rural, la naturaleza, sobre todo el cansancio de la contaminación y de los atascos de Madrid es lo que ha llevado a esta familia a dar el paso. «Todo eso hace que la vida en la Madrid sea muy monótona y sin querer despreciar a la ciudad, echas de menos el contacto con la naturaleza», opina este sevillano que busca en Soria poder vivir, aunque sea sólo a temporadas, en un entorno más sano.

«Soria nos ha llamado la atención, por lo salvaje, en el buen sentido de poco explotada, por eso nos gustaría, en un futuro, poder integrarnos», señala. Cuándo será eso, es difícil decirlo, pero «por algo se empieza» a la hora de combatir la despoblación. «Es difícil poder trasladarse a un pueblo por cuestiones profesionales, pero también se pueden aprovechar las nuevas tecnologías y es ahí hacia donde tenemos que enfocar», recalca.

Augusto y María forman parte de un colectivo de unas 50 «proposiciones serias» de interés por asentarse en Soria en casas de alquiler, según explica Enrique Martínez, de la consultora Energías y Activos, encargada de desarrollar el proyecto Arraigo. La clave es cruzar los datos y ofrecer a los pobladores de las ciudades las opciones que más les interesen, desde las características de las casas, el ocio y los servicios en los pueblos o las habilidades de los pobladores del medio rural, entre otros aspectos, y viceversa. «Miramos qué talentos tienen para ver si ellos pueden ser útiles para la gente del pueblo», añade Martínez, quien explica que uno de los puntos fuertes es hallar vínculos.

Augusto y María los han encontrado en Almarza, que quieren que sea un punto de encuentro también con sus hijos, universitarios y por lo tanto es fase de expansión. «Ellos todavía tienen que decidir por sí mismos lo que quieren hacer», responde su padre a la pregunta de si se asentarán también en el pueblo.

Una localidad que les recibe con los brazos abiertos. «Que lleguen buscando una segunda residencia es una opción. La primera residencia a veces es complicado, por eso no desaprovechamos ninguna oportunidad», manifiesta la alcaldesa de Almarza, Ascensión Pérez, quien destaca que el municipio cuenta con viviendas municipales que actualmente están vacías, «y queremos que se ocupen», determina.

Pérez recuerda la visita de los pobladores del medio urbano y la gran impresión que causaron los pueblos que conocieron. «Quedaron contentos y muy ilusionados», dice, un estado que ya comienza a materializarse, y no sólo en viviendas municipales. Además, la alcaldesa añade que hay parcelas en el pueblo susceptibles de venta, «a precio asequible», para que la llegada de nuevos vecinos no sólo sea en alquiler.

Las perspectivas son buenas porque otras cuatro familias están ultimando el alquiler en casas de Sotillo del Rincón y Navaleno. Es el caso de Juan Bedmar, descendiente de sorianos, que quiere volver a sus raíces alquilando una casa en Sotillo junto a su hermana. «Estamos solo a falta de definir la cantidad pero lo vamos a hacer», detalla, alabando el proyecto Arraigo por lo que supone de mediación. En su caso, el objetivo final es comprar y el alquiler permite «probar e ir poco a poco».

Sin embargo, el proyecto Arraigo ha caído en una fase de «ralentización», como reconoce Enrique Martínez, por la falta de financiación, una vez que se han invertido ya los 29.700 euros de fondos europeos, a través de fondos Feder, y los cerca de 10.000 euros que aportó la consultora. «La semana pasada hubo visitas individualizadas porque no podemos afrontarlo de otro modo. El proyecto se ralentiza por falta de financiación», asegura, añadiendo que ya hay también familias de Irlanda interesadas y pendientes de realizar una visita a Soria.

La mirada se dirige ahora hacia la Diputación, a la que el proyecto Arraigo solicitó 61.000 euros pero sólo ha concedido 30.000, con la restricción de que sirva para contratar a otras personas, algo que no cuadra a los responsables de la consultora que lo desarrolla porque la actividad la están desempeñando ellos mismos. «Esto es un proyecto social que está funcionando, está dando resultados porque es realmente viable para mitigar la despoblación y creemos que las administraciones deben dotarlo de financiación», señala Martínez, quien menciona el Plan Soria al tiempo que destaca que ya cuentan con la colaboración de varias empresas sorianas de sobre conocidas en la provincia. «Hay gente que quiere venir y pueblos que cuentan con viviendas», añade, para exponer la situación. De hecho, cuentan con fichas de más de un centenar de casas de Soria y Burgos, la mayoría, unas 80, de pueblos sorianos.

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