Barcones reconoce al fin la paralización de las obras en la A-11 y acusa a la empresa

«El Ministerio no ha paralizado las obras de la Autovía del Duero». Es la empresa quien tiene la culpa del enésimo retraso en el tramo en esta infraestructura, en concreto en el tramo La Mallona-Venta Nueva, desangelado, sin una máquina y sin fecha concreta de reanudación en los trabajos. Así lo vino a decir ayer la delegada del Gobierno en Castilla y León, la soriana Virginia Barcones, quien acusó a la empresa Collosa, adjudicataria de las obras, de querer «presionar» al Gobierno socialista con la retirada de las máquinas. Al fin reconoció la delegada del Gobierno, eso sí, la paralización de los trabajos

Barcones salió al paso del malestar suscitado entre agentes sociales y políticos por la situación de este tramo de autovía, en total parálisis por el conflicto que mantienen Ministerio y empresa debido a la falta de acuerdo en el coste económico que supone un modificado de proyecto. La retirada de las máquinas hace unos días ha soliviantado el hartazgo de partidos, agrupaciones empresariales y ciudadanas. Pero el retraso, que «no es nuevo» ya que el modificado data de hace casi dos años –recordó la política-, no se ve igual desde el PSOE, ahora en el Gobierno de la Nación. La dirigente socialista quiso poner los puntos sobre las íes y críticó tanto a la empresa, por querer «hacer su agosto», como al PP: «¿Cómo es posible que el anterior ministro de Fomento dijera que estas obras iban a finalizar este año, cuando no estaba la conformidad de la empresa con el modificado?», espetó.

Barcones cargó contra la empresa a la que censuró por «retirar las máquinas ahora cuando con este problema llevamos casi dos años. A ver si de la desgracia que llevamos padeciendo los sorianos muchos años, y del compromiso de este Gobierno, y mío personal, alguno va a querer hacer el agosto». La empresa no está de acuerdo en el precio establecido con la explicación de que «no puede finalizar porque pierde mucho dinero», en palabras de la responsable en la región del Ejecutivo central, que hoy ostenta la responsabilidad del frenazo en las obras y de que la infraestructura se ejecute.

La delegada del Gobierno abogó por «buscar un equilibrio», dejando claro que la empresa no acepta los postulados técnicos y administrativos del Gobierno para esta «infraesctructura esencial» como es la Autovía del Duero. Recordó que había profesionales (técnicos, ingenieros y directores de obra) que dicen «lo que es y lo que no es razonable», mostrando su confianza en llegar a un acuerdo, pero con la misma advertencia: «Que tampoco nadie aproveche la ocasión para ahora, y justo en este momento, cuando la tramitación lleva más de un año, decir ‘quito las máquinas y presiono al Ministerio de Fomento, porque como sé el compromiso político de este Gobierno con este tramo, voy a presionar más’», reiteró Barcones poco antes de la presentación de un proyecto de investigación en el Ceder de Lubia.

Las diferencias que mantienen Fomento y Collosa son «exclusivamente económicas» y hoy viernes volverán a estar sobre la mesa en la reunión prevista en sede ministerial entre el Gobierno y la adjudicataria de la Autovía «en aras a buscar un acuerdo». La delegada del Gobierno avanzó que este encuentro será «al más alto nivel», aunque sin concretar la asistencia o no del ministro de Fomento, José Luis Ábalos.

La política declinó pronunciarse sobre la diferencia económica entre las partes con el argumento de que no sería prudente por su parte en vísperas del encuentro, pero dejó claro que no se trataba de una pequeña cantidad sino de «mucho dinero y de legalidad».

De forma reiterada, puso el foco en la decisión de la empresa llevarse las máquinas «porque así presiona más porque antes se negociaba de otra manera. Este Gobierno funciona con parámetros de legalidad», no de que «una persona que pasa por allí y es compi nuestra, y llama a la empresa…».

«En lo que a mí respecta, como delegada del Gobierno, tampoco dudaré en que si las cosas no son razonables, el Gobierno utilice todos los instrumentos legales a su disposición para que las obras continúen a la mayor brevedad posible», dijo, a la vez que calificó de « rigurosamente falso» que el Ministerio hubiera dado órdenes de paralizar las obras.

Barcones no ahorró críticas al PP, hasta hace cien días en el Gobierno de la Nación. Los populares conocían «mejor que nadie la situación de ese modificado» y la necesidad de que para que llegara a término la empresa tenía que aceptar la propuesta. «El actual Gobierno no ha modificado un ápice como estaban las cosas ni la tramitación. No ha paralizado absolutamente nada porque ha realizado toda la tramitación para que las obras continuaran», aseguró la política, reprochando al anterior que comprometiera la conclusión de las obras este año cuando Collosa rechazaba la propuesta económica planteada. «¿Cómo era posible que finalizara el tramo? ¿Cómo pueden decir a los sorianos que las obras iban a acabar cuando la empresa no lo había aceptado», reiteró. La delegada del Gobierno en Castilla y León calificó a los dirigentes populares de «irresponsables».

Por último, se defendió de las críticas vertidas esta semana por dirigentes del PP, mostrando su sorpresa por escuchar a «antiguos responsables decir que si antes se llamaba a la empresa y luego…. Oiga no. Esto es dinero público y existe una legalidad y unos informes técnicos» sobre la obra. «¿Qué garantía tenía el Ministerio de Fomento de que esta obra iba a acabar en noviembre cuando no había conformidad económica por parte de la empresa?», concluyó.