Mueren dos sorianos por cada niño que nace en la provincia

El grave problema demográfico que azota a la provincia es de sobra conocidos por todos sus vecinos, pero cada cierto tiempo las estadísticas oficiales vienen a recordar la verdadera dimensión de la amenaza. El Instituto Nacional de Estadística (INE) difundió ayer los datos relativos al movimiento natual de población y las cifras son elocuentes. Por cada persona que nació en la provincia entre enero y junio de 2018 fallecieron dos vecinos de la provincia.

De forma concreta, los datos del INE indican que en el primer semestre del año hubo 324 nacimientos en Soria mientras que en ese mismo periodo de tiempo fallecieron 649 habitantes de la provincias. Además, entre enero y junio hubo 82 matrimonios registrados. Los datos son preocupantes, pero sobre todo teniendo en cuenta que la afección se centra en gran medida en el medio rural. En la capital de la provincia nacieron 170 personas en el primer semestre mientras que los fallecimientos se elevaron hasta los 210.

En cuanto a los nacimientos, cabe destacar que enero y mayo fueron los meses con más alumbramientos. Los datos del INE indican que fueron 66 los niños que nacieron el primer mes del año y 61 el quinto. La lista se completa con los 42 de febrero, los 52 de marzo, los 51 de abril y los 52 de junio. Sobre las defunciones cabe destacar que también fue el mes de enero el que registró un mayor número de fallecimientos con 135, seguido de abril con 115 y febrero con 110. En mayo se superó también el centenar (102) y el balance del primer mes se completa con los 94 de marzo y los 93 de junio.

A nivel regional, Castilla y León registró 7.486 nacimientos y 15.343 defunciones durante el primer semestre del año, por lo que el saldo vegetativo fue negativo en 7.857 personas. De esta forma, la Comunidad, tras Galicia con 9.135 personas menos, es la que presenta un saldo vegetativo -la diferencia entre nacimientos y defunciones- negativo más elevado, según las Estadísticas del Movimiento natural de la Población, que publicado ayer el Instituto Nacional de Estadística (INE). En ese sentido, el número de nacimientos disminuyó un 0,2 % en relación al primer semestre de 2017, cuando se contabilizaron 7.499, mientras que las defunciones cayeron un 0,9 %. De esta forma, el saldo vegetativo, pese a continuar en negativo, fue menor, puesto que el pasado año alcanzó las 7.978 personas, frente a las 7.857 de la primer mitad de 2018, según recoge Ical.

Durante el primer semestre se registraron 69.777 matrimonios en todo el país, un 5,7 % menos que en el mismo periodo de 2017. En Castilla y León disminuyeron menos, un 3,6 %. Los mayores aumentos se dieron en Cantabria (6,8 %), La Rioja (5,6 %) y Canarias (1,1 %), mientras que los descensos más acusados se registraron en Galicia (14,7 %), Madrid (14,1 %) y Extremadura (10,2 %).