El PSOE aprueba en solitario las cuentas entre críticas por la ejecución

Un rosario de realizaciones, proyectos, frentes en todas las áreas y planes en distintas fases, intenciones y esperanzas. Hechos y avances para llenar un largo discurso, que contrastan con los números, con lo que expresa el estado de ejecución. En estas líneas se movió ayer el debate de los presupuestos, una discusión alejada esta vez de capítulos y grandes cifras para desplegarse en los contenidos. Muy amplio el detalle referido por el portavoz del equipo de Gobierno, Javier Muñoz, mientras la oposición centró buena parte de las críticas en el dinero que no se gasta. Al cierre de noviembre la inversión ejecutada sobre el presupuesto inicial de 2018 suma un 21% de sus 14,7 millones.

Que se llegue a este porcentaje de deuda reconocida a los contratistas resulta hasta natural para el edil de Ciudadanos, Jesús de Lózar, quien navegó por otros derroteros. Si se fía gran parte de la inversión a los compromisos de otras administraciones (millonarios y que no llegan) «necesariamente» baja la ejecución, señaló De Lózar, quien se apoyó en la «falta de cumplimiento de la Ley» para rechazar el presupuesto. A su entender, el cálculo de las tasas actualizado al IPC está viciado por falta de justificación. De ahí un ‘no’ a las cuentas de 2019 (57,3 millones) que se agregó al del resto de la oposición.

Muñoz apuntó al presupuesto como herramienta para «consolidar los proyectos de transformación». Y la lista es tan prolija que cuando a lo largo del debate amagó con volver a referirla recibió un ‘nooo...’ (casi pidiendo un favor) de la oposición. El Plan del Casco Viejo; las recuperaciones patrimoniales del Soria Oculta; los cines del mercado; el centro cívico de La Barriada; la Ronda Suroeste; la pavimentación del Carmen; la pasarela de Las Casas; los programas de emprendimiento; los servicios sociales (con Soria como «cuarta capital de España en gasto social por habitante» y la novedad de incluir 75.000 euros como ayuda al nuevo centro de Aspace) y hasta las fuentes de Valonsadero salieron en el repaso de Muñoz, quien, más allá de las habituales referencias a los servicios de calidad y el mantenimiento del empleo, tuvo especiales menciones a la cultura y el deporte.

Se trata de dos de las señas que impulsa el equipo de Gobierno y que llevaron al agradecimiento al concejal de Cultura, Jesús Bárez, por su labor, y al recuerdo al reconocimiento de Soria como Ciudad Europea del Deporte.

En cuanto a los ingresos, los de otras administraciones comienzan a descongelarse, al menos los del Estado. Ya hay «certezas» sobre Santa Clara y las travesías.

Último pleno de presupuestos del mandato y, por ello, con un cierto aire electoral. Con indicaciones sobre el próximo examen, un De Lózar apelando al carácter «propositivo» de Ciudadanos y una oposición mencionando algunas de sus propuestas a las cuentas.

Empleo, servicios públicos y vivienda en el caso de IU. Pero «todo lo desprecian ustedes», lamentó Enrique García, quien había lanzado el tema de una ejecución «muy deficiente». Un motivo al que se sumó Luis Alberto Romero, por Sorianos. «Siguen con retraso en muchos proyectos que no se cumplen», refirió el edil, lanzado luego a calcular las proporciones que a cada partido le correspondería administrar del presupuesto en función de sus votos. Un tanto extravagante el recurso para contrarrestar las afirmaciones que Muñoz había hecho sobre la participación en las cuentas, con más de un centenar de ideas ciudadanas y una exposición a las asociaciones de vecinos.

Por parte del PP, Adolfo Sainz, también entró en la ejecución, un 21% que «eso en el colegio, un dos sobre diez, era un muy deficiente». Sainz asentó la negativa de su partido a unos presupuestos «fallidos» en la política de personal, ya que no se ha incorporado la Relación de Puestos de Trabajo ni consta una Oferta de Empleo Público. Una causa más, el Plan de Empleo, cuyo dinero «lo sigue poniendo» la Comunidad Autónoma.

Con las intervenciones de la oposición Muñoz dio por «demostrado» su «falta de proyecto». Y es que, «no sabemos a día de hoy qué quieren ustedes para esta ciudad». Mensaje repetido en los últimos años y de alcance electoral en el último presupuesto del mandato.