Caja Rural aumenta un 10% los beneficios en el primer trimestre

Crecimiento imparable de Caja Rural de Soria. La entidad financiera soriana ha aumentado sus beneficios un 10% durante el primer trimestre de este año hasta alcanzar los 3,3 millones de euros, en una coyuntura en la que la Caja venía de alcanzar un 2018 con el mejor resultado de la historia de la entidad, datos que ayer se pusieron sobre la mesa con la celebración de la asamblea general, en el Aula Magna Tirso de Molina.

El primer adelanto de datos de 2019 no puede ser más positivo, por tanto, y apuntan también a cifras récord en cuanto al índice de morosidad, que se ha reducido al 3,13%, con una caída del 0,60%. En 2018 se llegó al 3,80%, dos puntos menos que el sistema financiero español. El ratio de solvencia de la Caja es del 15,45%, cuatro puntos por encima del resto de España. El número de clientes sigue en ascenso y los puestos de trabajo se acercan a los 200, según apuntaron ayer el presidente Carlos Martínez Izquierdo y el director general Domingo Barca.

En beneficios, Barca dio a conocer que la Rural soriana cerró el ejercicio 2018 con un resultado antes de impuestos superior a los 12 millones de euros, un 21% más que en 2017, como ya publicó este medio hace unas semanas. El resultado neto después de la aportación al Fondo de Educación y Promoción y pago de impuestos (1,9 millones de euros) alcanza los 10,5 millones de euros, un 23% más que en 2017.

Las cuotas de mercado fueron calificadas de «históricas» en la provincia. El margen de intereses ha experimentado un incremento de casi el 3%, gracias al destacable crecimiento de la inversión crediticia. La inversión crediticia neta ha superado los 950 millones de euros, un 6,86% más que el año anterior, y se ha consolidado la cuota de mercado del crédito concedido en la provincia de Soria, por encima del 47,38% (45% en 2017). La cuota de mercado de depósitos se sitúa en el 33,59% frente al 32,29% de 2017. Son más de 1.260 millones de euros los depositados por socios y clientes en la entidad a cierre del ejercicio.

Tras la distribución del resultado aprobada en la Asamblea General de Socios, el ratio de solvencia se sitúa en el 15,45%, incrementándose respecto a 2017. A pesar del aumento del nivel de exigencia de capital por riesgo de crédito, los recursos propios computables alcanzan los 143 millones de euros. La entidad tiene de esta forma una mayor capacidad para hacer frente a eventuales situaciones de estrés contando con un superávit de recursos propios de casi 60 millones de euros.

El ratio de morosidad, del 3,80%, continúa estando por debajo de la media del sector financiero (5,82%).

Tras el importante esfuerzo de los últimos años para el saneamiento de activos, en este 2018 las pérdidas por deterioro registradas se han reducido, sin afectar por ello a la cobertura de activos dudosos, que se sitúa en el 79,81%, muy por encima de la media del sector (59,55%), según explicaron sus responsables.

En cuanto al Mecanismo Institucional de Protección Cooperativo (MIP), En el Grupo Caja Rural explican haber presenciado durante este año la consolidación del modelo de integración a través del Mecanismo Institucional de Protección de las Cajas Rurales pertenecientes a la Asociación Española de Cajas Rurales, creado en 2017.

El Grupo ha alcanzado ya los 63.395 millones de activos totales, lo que le sitúa en la séptima posición de entre las entidades financieras de nuestro país.

El beneficio neto ascendió a 345 millones y el ratio CET1 se situó al cierre de 2018 en el 15,67%. Además, a través de las 29 entidades que participan en la agrupación se da servicio a 6,5 millones de clientes, contando para ello con 2.338 oficinas, repartidas por todo el territorio nacional.