Las cuadrillas tendrán 850 vecinos y Santa Catalina entra ‘en el descuento’

Apenas quedan unas horas para la celebración esta tarde de El Nombramiento de los Jurados de Cuadrilla y Santa Catalina aún está vacante. Entramos en «el tiempo de descuento» según reconoció el alcalde de Soria, Carlos Martínez. Una vez más desde el Ayuntamiento se apeló a la vecindad para «asumir» la responsabilidad del cargo de Jurados de Cuadrilla recordando que sin esa figura «es muy difícil» mantener la «singularidad» de las fiestas de San Juan. Una fiestas que este año ‘estrenarán’ una «necesaria» reorganización de los barrios con el objetivo de que todas las cuadrillas tengan entre 850 y 900 vecinos. 

Martínez defendió el trabajo realizado desde la comisión de Festejos recordando que quedan 24 horas para el Nombramiento y una semana para el Catapán. «Lamentablemente, así estamos»,  indicó. La situación no es nueva, en los últimos años se ha repetido, pero el alcalde insistió en que si no se asume la responsabilidad por parte de los vecinos «se altera todo» y subrayando que si fuera el Ayuntamiento el que asumiera la gestión «no estaríamos cargando las fiestas». 

El alcalde recordó que los primeros testimonio sanjuaneros, que se remontan más de cuatro siglos, ya dejan constancia de la problemática de encontrar vecinos que asumieran la organización de las fiestas en las cuadrillas. Por tanto «la redistribución» de los barrios se ha hecho «de forma permanente». «Hay que ir adaptándonos», subrayó el alcalde recordando el crecimiento poblacional de la ciudad en los últimos año–.  

El objetivo primordial de la reorganización de los barrios, que ya está diseñada y que la semana que viene pasará por comisión, es «ser más justos» y «equilibrar» el número de vecinos con los que cuenta cada barrio sanjuanero. La «lógica» expansión de la ciudad ha creado ciertos desequilibrios, con cuadrillas, sobre todo en el centro, con alrededor de 600 vecinos, y otras que se sitúan en el entorno de los 1.200 vecinos. «Es necesario adecuar y que todas tengan entre 850 y 900 vecinos», según remarcó el alcalde. 

Martínez insistió de nuevo en la necesidad de que sean los vecinos los que den un paso al frente y ocupen la Alcaldía de barrio vacante. En este sentido, el regidor recordó el apoyo ecómico que presta el Ayuntamiento que se suma al apoyo «en especie» con la compra de 1.250 tajadas. «Se ha hecho con el objetivo de que la cuestión económica nunca sea una excusa», subrayó. 

A pesar de que en las últimas ocasiones siempre se ha logrado cubrir todas las cuadrillas, Martínez advierte de que «no se puede hacer magia todos los días», por lo que espera que este llamamiento de última hora logre convencer a alguno de los vecinos de Santa Catalina para que asuman el cargo. Ante la cercanía del catapán, el Ayuntamiento ha pecado de previsor y ya tiene «apalabrado» el suministro de botas, bacalao, queso y vino para dar cobertura a las necesidades que pudiera tener esa cuadrilla en caso de encontrar sus Jurados. Un paso que está lejos de que el Ayuntamiento asuma la gestión de ese barrio ya que «entonces nos estaríamos cargando las fiestas». 

«Es verdad que llevamos desde principios de año con diez u once cuadrillas cubiertas con relativa facilidad, pero estamos ya en los minutos de descuento», explicó insistiendo una vez más en «la necesidad de asumir esa responsabilidad». «Es verdad que estamos a tiempo, el día de Catapán es el punto de no retorno, cuando los vecinos dirán si quieren la celebración de las fiestas y entorno a qué cuadrilla», aseguró añadiendo que «el desarrollo de las fiestas tiene que pasar por la responsabilidad y auto-organización de los vecinos». «Sin eso, es muy difícil plantearnos realmente la singularidad que tiene nuestros festejos, estamos insistiendo, se ha hecho la labor correspondiente por la comisión, pero estamos a un día del Nombramiento y una semana del Catapán y lamentablemente aún no tenemos quién asuma esa responsabilidad en el barrio de Santa Catalina».