Ondara logra el sello que le acredita como firma productora de cannabis

Han pasado algo más de dos años desde que Ondara anunciara que cesaba la producción de rosas y que el futuro de la empresa estaba en el cultivo y la exportación de cannabis con fines medicinales. Ahora está más cerca que nunca de conseguirlo. Ondara ya ha obtenido, el pasado 7 de junio, el certificado GMP que acredita que la empresa cumple con los principios de fabricación de sustancias activas. Aún queda camino para que la actividad vuelva al invernadero de Garray, pero este paso era imprescindible. 

En la jornada de ayer hubo una reunión entre los sindicatos y la empresa en el marco del seguimiento del ERTE que tiene activo la empresa. En dicho encuentro se explicó la obtención del sello y los próximos pasos que tiene que dar la empresa de cara al regreso de la actividad productiva y, por tanto, los ingresos. La próxima cita se ha fijado para el 11 de julio. 

El camino para la obtención de la autorización de la Agencia del Medicamento no es fácil y en el caso de Ondara ha provocado hasta tres prórrogas de un ERTE que afecta a medio centenar de trabajadores.  En agosto de 2021 la empresa obtuvo el permiso para la validación de los lotes de cannabis. Plantó tres lotes para un total de 9.000 plantas. La cosecha arrojó una producción de unos 2.000 kilos.  Este cannabis es el que, en parte, se ha utilizado para los procedimientos posteriores. 

A grandes rasgos, la empresa necesita dos certificados para poder producir cannabis y obtener el permiso de la Agencia del Medicamento. El primero es el certificado GACP, que acredita que las instalaciones de la empresa cumplen con las condiciones necesarias para el cultivo de cannabis. Este sello se obtiene de manera externa, a través de una auditoría,  y Ondara cumplió con el procedimiento en junio del año pasado. 

El proceso más costoso, y que depende directamente de la Agencia del Medicamento, es el sello GMP que avala el método de cultivo. Este es el sello que acaba de conseguir Ondara –fechado el 7 de junio– y que deriva de la inspección que la Agencia del Medicamento realizó a las instalaciones de Garray el pasado mes de marzo. El certificado considera que Ondara «cumple con los principios de Normas de Correcta Fabricación –GMP en sus siglas en inglés– para sustancias activas». 

El certificado tiene carácter público y figura en el Registro Unificado de Empresas de Sustancias Activas (Ruesa), del que Ondara forma parte desde febrero de este año. Tal y como informó este medio en aquel momento, la inscripción en el Ruesa era un hito importante a la hora de lograr la autorización para la producción y exportación de cannabis. 

El proceso aún no ha terminado, pero el paso es clave para que llegue a buen puerto. En primer lugar, la empresa ya está en disposición de iniciar el proceso de comercialización del cannabis que cosechó con los lotes de validación. Esto es importante ya que posibilitaría los primeros ingresos para la firma en algo más de dos años.  En segundo lugar, según explicaron desde UGT, Ondara está en disposición de solicitar de nuevo el permiso de producción que, con el sello GMP, no debería demorarse demasiado. Esto provocará que, en cuestión de días, la Agencia del Medicamento incluya a Ondara en la relación de empresas que cuentan con autorización para la producción y comercialización de cannabis con fines medicinales. 

Las noticias son buenas, pero tanto CCOO como UGT siguen optando por la prudencia, sobre todo por el recorrido histórico de la empresa. Un tercer aspecto importante es que Ondara ya ha puesto sobre la mesa la posibilidad de «desafectar» a trabajadores del ERTE en jornadas «puntuales» para trabajos de mantenimiento en las instalaciones. Es una posibilidad que aún hay que definir de manera clara, pero que también muestra que el regreso de la actividad productiva a Ondara está en camino.