Setas en Soria: menos cuadrillas ilegales por el decomiso del producto y la retirada del vehículo
En lo que va de campaña micológica se han incautado 2.232 kilos de setas y se han tramitado 92 denuncias
La incautación del producto y la inmovilización del vehículo están teniendo sus efectos en la recogida ilegal durante la campaña micológica. Decomisar las setas que se recolectan sin los permisos oportunos provoca un efecto disuasorio. Los guardas forestales y agentes de la Guardia Civil han decomisado en los montes de Soria, en lo que va de campaña micológica de otoño, la más importante en cuanto a producción, 2.232,29 kilos de setas; han tramitado 92 denuncias con 52 sanciones de momento y han incautado tres vehículos.
El jefe del Servicio Territorial de Medio Ambiente de la Junta en Soria, José Antonio Lucas, señala que las denuncias, los kilos decomisados y las sanciones están por debajo de la media de otros años. Hasta los bosques de Soria han llegado este año menos cuadrillas de personas procedentes del este de Europa y es, principalmente, porque la incautación del vehículo les ocasiona un perjuicio económico.
“Hemos notado que las medidas sí tienen un efecto disuasorio y las cuadrillas de personas que recolectan de forma ilegal deciden ir a otras provincias a recoger setas. En el Parque Micológico de Montes de Soria, el más grande de España, no pueden recolectar con fines comerciales. Sólo pueden recoger cinco kilos”, explica.
Las setas decomisadas pasan a la cadena comercial y sus beneficios a los propietarios del coto micológico donde fueron incautadas. En primer lugar se comprueba si el origen está garantizado, es decir, que han sido recolectadas en el mismo bosque o en tránsito; a continuación se ofrecen los ejemplares a las empresas comercializadoras de la zona más próxima al lugar de incautación y, toda vez, que se produce la compra-venta se emite la factura legal y el beneficio generado se transfiere al propietario del bosque.
“Algunos años los cotos han ingresado más de 8.000 euros por los decomisos. Ese dinero lo invierten, normalmente, en mejoras en el monte”, explica para señalar que sino se puede garantizar la procedencia de las setas o están en mal estado se trituran dentro del monte con el objetivo de que se propaguen las esporas.
Lucas precisa que este sistema de decomisos ha sido copiado en otros territorios, y recuerda que antes de que se aprobara el Decreto Micológico las setas decomisadas se regalaban a centros benéficos (residencias, prisión). “Esto ya no está permitido porque hay que asegurar la trazabilidad del producto”.
Respecto al objetivo de garantizar la sostenibilidad del recurso micológico, el jefe de Medio Ambiente de la Junta en Soria sostiene que la Junta dispone de varias parcelas de investigación desde 1995 con diferentes hábitats y se deducen las producciones por hectáreas atendiendo a las edades de la masa de los árboles. En base a ese cálculo se estima el número de permisos que se pueden expedir. “Es un indicador que es muy variable porque depende de lo que haya llovido en la zona y si se han producido tormentas en verano. Eso es muy variable, pero se hace una estimación. Con esa producción se estima el número de permisos máximos que se pueden emitir”, recalca.
El sistema de recolección y comercialización de setas en Soria genera importantes ingresos para el medio rural, ya que son sus habitantes los únicos que pueden comercializar el recurso en el Parque Micológico, recoge Ical.
El valor añadido de este producto se ha logrado, a lo largo de los años, que permanezca en la provincia. Además, durante el otoño, principalmente, las casas rurales y hoteles registran una ocupación que roza el cien por cien y han nacido otros negocios vinculados al producto como restaurante micológicos y empresas turísticas que ofertan rutas por los bosques. “Viene muchísima gente los fines de semanas que se sacan el permiso recreativo y ya se queda el fin de semana”, resalta.