Heraldo-Diario de Soria

Juzgados

Detenidos que se congelan en el calabozo y funcionarios que enferman de frío

El Palacio de Justicia de Soria sufre los rigores del invierno tras la avería de una de sus calderas el 15 de diciembre. La Gerencia asegura que "esta semana se irá recuperando la temperatura confort"

Los funcionarios de Justicia en Soria protestan por las bajas temperaturas en el edificio, por una avería en la caldera el día 16.

Los funcionarios de Justicia en Soria protestan por las bajas temperaturas en el edificio, por una avería en la caldera el día 16.Gonzalo Monteseguro

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La justicia en Soria está constipada. El Palacio de los Condes de Gómara que alberga los juzgados lleva desde el día 16 de diciembre sufriendo las consecuencias de la avería en una de sus calderas, y aunque los radiadores ya calentaban "ligeramente" ayer, fin de las fiestas navideñas, el ambiente es "helador" en el edificio, a excepción de los despachos donde funcionan los calefactores, la mayoría de propiedad de los funcionarios. Para evidenciar su denuncia y reclamar una solución, unas 30 personas, jueces entre ellos, salieron a manifestarse a la puerta de los juzgados.

La guardia del fin de semana, sin ninguna calefacción, provocó que varios de los trabajadores estén actualmente enfermos, "con fiebre", e incluso a un detenido fue necesario trasladarle por las bajas temperaturas en el calabozo. "Hubo que llevarle a la sala de vistas a esperar y ponerle un calefactor porque en el calabozo se estaba helando. Él y los guardias civiles que le custodiaban", comentaron los funcionarios sobre la situación que llevan viviendo los juzgados desde hace casi un mes, con temperaturas que reciben a los funcionarios a 9 grados por las mañanas.

"Tuvimos una reunión con la Gerencia de Justicia y nos dijeron que lo están arreglando, pero llevamos mucho tiempo y no vemos solución", aseguró el presidente del Comité de Seguridad y Salud en el Trabajo de la Administración de Justicia en Soria, Miguel Andrés Gómez, quien reconoció que los radiadores están templados pero el frío no se combate. Además, en los pisos superiores la situación empeora.

"Cuando llegamos en los despachos hay 11 grados, y con los calefactores logran calentarse, pero salir al pasillo es helador", reconocen los trabajadores, que han tenido que acudir a comprar radiadores portátiles ya que lo existentes en el palacio no son suficientes. Los termómetros, en el momento de la concentración, estaban a 14,8 grados en algunos despachos, por efecto del calefactor.

"Según la legislación, con 17 grados nos podríamos ir a casa y no trabajar", especificó el presidente del Comité, quien recomendó a los ciudadanos, "si tienen que venir, que lo hagan abrigados". Y es que, además del frío en el edificio, la sala de espera de los administrados, en el patio abierto, no funcionan los calefactores colocados en altura. 

La Gerencia informó a este periódico de que al mediodía de ayer se impulsó la calefacción a 60 grados, entre cinco y diez grados más por encima de lo habitual, «y que se tiene la instalación en marcha, notándose que se empieza a invertir la tendencia de la inercia térmica, por lo que poco a poco se irá recuperando la temperatura confort a lo largo de esta semana».

Según indicaron fuentes de los juzgados, el palacio, del siglo XVI, dispone de tres calderas, una de ellas sin servicio hace tiempo y la que se averió el pasado 15 de diciembre, presuntamente por un incendio que también afectó a la instalación eléctrica, complicando aún más los daños. Sólo estaría en activo una de ellas, lo que no es suficiente para calentar todo el edificio. De hecho, los despachos más nobles, con altos techos, los que ocupan magistrados en la Audiencia Provincial, y en Fiscalía, se mantienen a temperaturas muy bajas. En la sala de vistas de la Audiencia, la más grande, es prácticamente como estar en la calle.

Al problema del frío, que ya está afectando a la salud de los trabajadores, se lamentan, se suma que el cuadro eléctrico sufre cortes de corriente por el exceso de calefactores instalados.

En el caso del área de Fiscalía, también ha repercutido en los ordenadores y durante la pasada guardia de tres días tuvieron que desplazarse a otros despachos para poder realizar los informes, con el consiguiente perjuicio tanto para los funcionarios como para los detenidos que esperaban la resolución.

Además, los trabajadores de la planta baja se quejan de los olores a gasoil que se siguen produciendo a pesar de que la avería se registró hace casi cuatro semanas, "que produce dolor de cabeza", lamentaron.

La Inspección de Trabajo giró visita la semana pasada al edificio tras la denuncia presentada por el sindicato Comisiones Obreras y está pendiente la resolución.

Desde la Gerencia informaron ayer de que, a través de la empresa de mantenimiento Ingesan, se llevaron a cabo, «inmediatamente», diversos trabajos para poner en funcionamiento la sala de calderas, tales como la limpieza de la sala con agua a presión, montaje del andamio para acceder a la salida de las chimeneas, cambio de cableado de control, montaje de chimeneas y puesta en marcha de forma provisional.

«En estos momentos dos calderas funcionan en manual, lo que significa que se encienden de 8.00 a 15.00 horas, por el personal de mantenimiento, dado que por precaución no se encienden en automático al no estar aún reparadas las emergencias», señalaron desde la Gerencia, añadiendo que «podrían estarlo» a lo largo de la tarde de ayer, «por lo que en breve se podrían encender en automático».

La Gerencia contradice a los trabajadores y asegura que «para paliar el frío se han facilitado los radiadores que se han ido solicitando, los dos últimos para el juzgado de guardia», alertando de que «no se pueden conectar más que una cantidad determinada, debido a que se sobrepasará la potencia del edificio».

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