Sanidad
Los dos primeros técnicos para la radioterapia de Soria ya se forman en Burgos
La Gerencia de Asistencia Sanitaria soriana ha contratado a los profesionales para la primera puesta en marcha de la unidad, y la Junta avanza que seguirá formalizando contratos

El consejero de Sanidad visitó las instalaciones tras la colocación del acelerador lineal.
Los dos primeros técnicos de radiología destinados a la unidad de radioterapia de Soria están ya formándose en el Hospital de Burgos, el de referencia del flamante servicio que se implantará en el Complejo Asistencial soriano. Se trata de dos nuevas contrataciones de profesionales con los que iniciar la puesta en marcha de la unidad y realizar así las pruebas necesarias para que el Consejo de Seguridad Nuclear pueda dar el visto bueno imprescindible para comenzar con el tratamiento de los pacientes.
Según se puso de manifiesto en la última junta de personal del Complejo Hospitalario, el objetivo es contratar a varios profesionales y la Gerencia se encuentra en un proceso de búsqueda activa. Los dos técnicos contratados hasta ahora proceden de la bolsa de empleo. Además de los radiólogos, la unidad necesitará entre dos o tres oncólogos radioterápicos, además de dos profesionales de enfermería, otros dos auxiliares, dos celadores y un auxiliar administrativo, por lo tanto un aumento de plantilla.
La delegada de la Junta de Castilla y León, Yolanda de Gregorio, señaló que los dos técnicos llevan unos 20 días «formándose y especializándose», y que a ellos se sumarán nuevas contrataciones. «Será poco a poco pero hay buena previsión», matizó De Gregorio.
Se trata de contratos que se incorporarán a la unidad satélite de radioterapia, si bien, la delegada indicó que también se contará con profesionales de otros centros, «porque trabajamos en red».
En la última junta de personal se puso de manifiesto que habrá una célula volante procedente de la unidad de radioterapia de Burgos, de la que dependerá la soriana, y que serán dichos profesionales los que acudan a Soria para iniciar la puesta en marcha, con la intención de que en el futuro los técnicos trabajen en el servicio soriano de forma autónoma.
La formación de los dos primeros técnicos se contempla por un periodo de tres meses, por lo que no será previsiblemente hasta entonces cuando se realicen las primeras pruebas de la puesta en marcha, que servirán para que el Consejo de Seguridad Nuclear dé el definitivo visto bueno a las instalaciones y por lo tanto el inicio de los tratamientos en Soria, una vez que ya ha dado todo los parabienes al calibrado del acelerador lineal. Atendiendo a estos plazos, la puesta en funcionamiento de la unidad de radioterapia no sería efectiva ya hasta después del verano, ya que ha de contar con profesionales formados para prestar el esperado tratamiento a los pacientes, una vez que el Consejo de Seguridad Nuclear haya supervisado y autorizado el comienzo de la actividad.