ALMARZA
Almarza se reivindica como una comarca «estratégica»
La alcaldesa subraya los servicios y la calidad de vida en el municipio
El mercado fue un gran reclamo y llenó Almarza de visitantes-L.A.T.
La jornada festiva del Mercado Tradicional sirvió a Almarza para reivindicar el mundo rural y «mantener el pulso de una comarca que se encuentra ubicada en un lugar estratégico», según explicó la alcaldesa, Ascensión Pérez, en la presentación del décimoctavo mercado, ante centenares de vecinos y visitantes que se congregaron en la entrada del pueblo.
Pérez subrayó las bondades con las que cuenta el municipio, tanto por su proximidad a la capital y también «porque es la puerta de entrada hacia El Valle y Logroño». Añadió que Almarza dispone de los servicios y de la calidad de vida que buscan nuevos pobladores y con viviendas suficientes para poder responder a la demanda de personas interesadas.
El Mercado Tradicional de Almarza cumplió ayer la mayoría de edad. A lo largo de estos 18 años ha ido creciendo en el número de puestos y de actividades que el Ayuntamiento ha incorporado en el programa sin perder la esencia con la que nació, que fue la de forjar «un recuerdo y un homenaje a nuestras gentes y a todos los que hicieron posible el desarrollo de nuestros pueblos», indicó la alcaldesa. Por ese motivo, los visitantes asistieron a la demostración de un buen número de talleres y oficios tradicionales como el trabajo que realizaron las hilanderas, los alfareros, los cesteros y los que elaboran botas devino. El esquileo de las ovejas se ha convertido en una cita ineludible en Almarza. Ayer estuvo acompañado de otros oficios tradicionales relacionados con la lana. El campeón de España en trabajos y esculturas de madera con motosierra, José Llorente, realizó una demostración de esta actividad al mediodía.
Los miembros del Club de Futbol local Piqueras fueron los encargados de cortar la cinta inaugural. Su presidenta, Natalia Mediavilla, fue la que hizo los honores, en nombre del equipo campeón de la Liga Provincial.
Medio centenar de puestos con productos gastronómicos típicos, como los embutidos, la miel, los quesos y las conservas de la zona llenaron la plaza las calles centrales de Almarza. De esta manera los visitantes pudieron elegir entre multitud de artículos para realizar sus compras.
La intensa jornada tuvo un hueco para la degustación de las rosquillas y el moscatel, las migas y la caldereta, que no faltó a la hora de comer.