Almazán abre la Feria de Caza para recibir a 15.000 visitantes

La Feria de Caza Venalmazán abrió ayer sus puertas en el recinto ferial de Almazán con el objetivo de convertiste en un referente nacional para el sector cinegético y para recibir unos 15.000 visitantes hasta el próximo domingo.

La caza cumple su décimo novena edición y se encuentra completamente consolidada en la población soriana con un amplio programa de actividades dirigidos a los amantes de la caza, la pesca y el medioambiente. El Ayuntamiento de Almazán, organizador de la feria, ha invertido cerca de 60.000 euros para el despliegue de infraestructuras  que necesita esta feria y la de Muestras, que se celebrará dentro de quince días. 

Autoridades locales y provinciales se encargaron de cortar la cinta  de apertura. Acompañaron al alcalde, Jesús Cedazo, el subdelegado del Gobierno en Soria, Miguel Latorre, el secretario territorial de la Junta de Castilla y León, Rafael Medina, el presidente de la Diputación Benito Serrano. 

Todos ellos coincidieron en subrayar que la actividad cinegética «es clave» en la provincia de Soria al ser una «actividad económica asociada  a la conservación»,  manifestó Latorre. Medina destacó  que la caza es  «una herramienta fundamental  para la conservación de la especies, además de ser un recurso económico». 

Por su parte, el presidente de la Diputación, Benito Serrano, destacó de la caza que es un importante recurso para el medio rural soriano, no solo por los ingresos que se obtienen  por los aprovechamientos, sino también porque se trata de un factor de dinamización para el desarrollo. 

El alcalde Jesús Cedazo, abogó por el aprovechamiento sostenible de este recurso que es de suma importancia para la provincia. 

Ayer, en el acto de apertura de la feria, el Ayuntamiento de Almazán  entregó el premio ‘Miguel Delibes’ al Instituto de Investigación de los  Recursos Cinegéticos, integrado en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) del Ministerio de Ciencia e Innovación (Miteco) que recibió el director,  Rafael Mateo.  

Con este premio, el Ayuntamiento pretende ensalzar la labor del Instituto por garantizar la sostenibilidad de la actividad cinegética contribuyendo a la biodiversidad y sobre todo por el trabajo científico que desarrolla por garantizar el equilibrio entre la caza y la conservación. 

Según explicó Rafael Mateo, el Instituto tiene abiertas varias líneas de  investigación que abarcan muchos campos. Entre ellas destacan aquellas relacionadas  con la transmisión de enfermedades entre la fauna silvestre y los animales domésticos y los humanos que, precisamente, después del Covid, va a tomar más relevancia.

También investiga en proyectos relacionados con la ecología de las especies para ver cómo puede afectar todas las  actividades que hacemos los humanos, el cambio climático provocado por los humanos y cómo puede afectar a las poblaciones animales y hasta qué punto se pueden aprovechar cinegéticamente, sin llevarlas a la extinción sin llevarlas a niveles poblacionales que no sean rentables para la caza. 

Mateo se refirió a líneas específicas relacionadas con contaminación ambiental y con el efecto de plaguicidas utilizados en la agricultura. 

Por último, el responsable del instituto se refirió a una investigación  que cobra una importante relevancia al estar relacionada con el ataque de los lobos al ganado.  En este proyecto se investiga sobre fórmulas  para reducir la depredación del lobo y aliviar el conflicto.

«Las soluciones no son fáciles sobre todo cuando se declara protegida una especie como el lobo te obliga a actuar de una forma, por suerte se han dejado abiertas vías para hacer controles poblacionales que son necesarios»,  aclaró el director del Instituto que trabaja en una investigación para intentar reducir la aversión del lobo  a las presas utilizando unas sustancias químicas. 

Hasta ahora se ha realizado  un trabajo experimental de campo con zorro y han funcionado bien y se ha desarrollado en la provincia de Guadalajara, a la vez que se ha  iniciado uno en La Rioja.