Heraldo-Diario de Soria

Entrevista. Amelia Andrés Isla

«Mi padre puede estar orgulloso de cómo seguimos los cuatro al pie del cañón en Mochuelo»

Amelia es un mochuelo. Como lo fue su padre y su abuelo -ya fallecidos-. Como lo son sus hermanos. Dice esta mujer de carácter que la velocidad es el trabajo, el reparto de los pedidos allá donde corresponda. Dirige la única empresa de mensajería y reparto soriana al cien (Mochuelo JAM) y lo tiene claro: ¿diferencias con Amazon?, ¿pero qué me está contando? «Tú aquí llamas y contestamos al teléfono, tienes a una persona, no a una máquina».

Amelia Andrés Isla capitanea Mochuelo JAM.

Amelia Andrés Isla capitanea Mochuelo JAM.MARIO TEJEDOR

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Pregunta.– Lo queremos todo, cualquier cosa, y a ser posible que el repartidor lo traiga a la puerta de casa.

R. Actualmente ha cambiado el método de compra. La gente compra mucho por internet y es normal, es lógico. Estás en tu casa, aunque sea en Soria, aunque sea en un pueblo y lo quieres en casa. Nos bombardean, nos informan de cómo va tu pedido, si está en tránsito, en reparto.

P. ¿Me explica ese ser imprescindible de las empresas de transporte?

R. La forma de consumo de la gente es distinta. El consumo ha cambiado. Los jóvenes compran muchísimo por internet. En Soria se nota dónde vive la gente joven y dónde la gente mayor por el consumo y la distribución que tenemos. La zona de Los Royales, por ejemplo, viene muchísimo más reparto que a la calle Real y a toda esa zona porque es todo gente joven. Y el consumo por internet se ha quintuplicado.

P. Lo último que envió y recibió por empresa de mensajería y reparto como Amelia, no como directora de la empresa JAM Mochuelo.

R. Yo no suelo comprar por internet. Es que pienso que nos vamos a quedar sin tiendas. Consumo muy poco por internet, algo compro, lógicamente, con mis hijos, pero poco. Suelo ir a las tiendas de Soria, sobre todo a mis clientes.

P. Dirige una empresa de transportes, que además es la primera y única soriana.

R. Sí, la empresa la formó mi padre hace más de 40 años. Por eso se llama Jam: Javier Andrés Moreno. Empezó con una furgoneta, con valijas bancarias de Caja Rural, con reparto de talleres. Ahí empezó.

P. ¿Cómo transportaría la alegría?

R. Nosotros intentamos tratar a todo el mundo bien, ¿sabes? Y tratarles con amabilidad y explicarles todo el proceso y cómo va. Te habrá tocado más de una vez que habrá gente que piense muy bien y otra gente que piense muy mal de algo. Pero bueno, nosotros procuramos ser amables con todo el mundo, el que trae un paquete o el cliente que te factura bastante al mes.

P. No hablo de la atención, sino de transportar la alegría. ¿Cómo lo hacemos?

R. Lo intentamos también en todas las rutas.

P. ¿Dónde y cómo de lejos vuela el mochuelo?

R. Nosotros intentamos hacer las cosas siempre lo mejor posible, y entregar bien y rápido. Lo que pasa es que, bueno, pues siempre surgen complicaciones. Pero nuestra intención y nuestro nuestro lema es 'Suave más rápida', que es el eslogan que nos hicieron hace muchos años para la promoción de la empresa. Lo intentamos, pero a veces es complicado.

P. ¿Qué complicaciones pueden surgir?

R. Pues mira, las carreteras, la distancia a los pueblos. La entrega particular es complicada porque tienes que llamar: «No estoy en casa, quiero que vuelvas más tarde». Por eso ahora están en auge los puntos de recogida, porque la gente no tiene que estar en casa esperando el pedido, sino que vas a los puntos de recogida que hay y lo recoges allí.

P. ¿A qué se parece la velocidad?

R. La velocidad es el trabajo, es el reparto.

P. ¿Qué tiene Mochuelo JAM que no tenga Amazon?

R. Creo que el trato directo, el trato personalizado. Tú aquí llamas y contestamos al teléfono, y tienes una persona, no una máquina. Vienes aquí y te tratamos bien, atendemos a la gente correctamente. Allí no tienen una puerta abierta donde tú puedas ir a reclamar. Sobre todo es el trato directo con la gente. Intentamos ser humanos.

P. Lo más frágil que transportan.

R. Nosotros no sabemos lo que va en los paquetes. Manejamos todo tipo de mercancías desde ruedas hasta material eléctrico, material informático, valijas bancarias, productos sanitarios... (Mucha responsabilidad). Sí. La protección de datos hay que tenerla a rajatabla.

P. ¿Qué hay de eso de que la culpa de todo la tiene el jefe siempre?

R. Intentas portarte bien con todo el mundo, lo que pasa es que en todos los trabajos creo yo que la culpa la tiene el jefe. Nosotros somos cuatro hermanos, ¿eh? , eso sí que quiero que se sepa. Somos cuatro socios y los cuatro con la misma responsabilidad. (Sí, pero la entrevista se la hago a la directora). Soy la gerente, pero somos los cuatro. Lo que pasa es que no quieren hablar con la prensa. Siempre me llaman a mí.

P. ¿Cómo de difícil es remar a la vez cuatro personas distintas?

R. Nos llevamos muy bien, no tenemos ningún problema e incluso los domingos comemos juntos. O sea, que tenemos una relación muy buena. Si no comemos, tomamos el vermú. Que discutimos, normal, como hermanos y como compañeros de trabajo. Hay veces que cada uno tiene una opinión, pero nos llevamos muy bien.

Cada uno tiene una faceta, una función y no hay problema. Alguna vez te enfadas y dices: «Joder, pues yo esto no lo haría así« o esto. Pero por ahora lo hacemos bien.

P. ¿Cuál es el misterio?

R. La madre. La madre que nos une mucho. Es verdad. Y la educación que nos inculcó mi padre. ¿Sabes? Sí, puede ser.

P. ¿Javier Andrés Moreno JAM Mochuelo fue visionario o casualidad?

R. Un poco las dos cosas. El tuvo una mala experiencia con los camiones y un amigo de Caja Rural... ¿puedo decir el nombre? Ya está fallecido. Bueno, pues Pedro Millán le ayudó mucho y le dijo: «Empieza con una furgoneta, vamos...». Y así empezó la mensajería. Y él sí fue un poco visionario de la mensajería y del transporte en frío; decía que el frío era el futuro, los medicamentos, los alimentos...

P. ¿En qué es más hija de su padre?

R. En la mala leche. Me lo dicen siempre. En el carácter, tengo un pronto bastante fuerte.

P. ¿Por qué Mochuelo?

R. Mi padre siempre decía que era la única herencia que le habían dejado, el apodo, que su abuelo era el «Mochuelo» y entonces, él «Mochuelo, Mochuelo, los Mochuelos». (¿A usted le molesta?). No, no, para nada. No me molesta.

P. Los tiempos cambian. ¿En qué no estaría muy de acuerdo JAM con la mecánica del transporte hoy?

R. Era un hombre de los de antes. No estaría muy de acuerdo en toda la informática que tenemos actualmente, que va todo digitalizado, informatizado. Eso sería para él una auténtica cruz. Pero bueno, creo que él puede estar orgulloso de cómo seguimos los cuatro al pie del cañón en Mochuelo.

P. Un cambio en su vida, presente, pasado o futuro.

R. El fallecimiento de mi padre que fue un antes y un después para todos. Nunca habíamos tenido una pérdida así y fue de golpe. Nos dejó un vacío muy grande y tuvimos que aprender a vivir sin él y a trabajar sin él. Te acostumbras a vivir sin ellos mismos.

P. ¿Qué hará el día en que los envíos se teletransporten en el espacio, en la distancia?

R. No lo vamos a ver. Tardará muchísimo.

P. ¿Y en el tiempo?, ¿dónde se teletransportaría Amelia?

R. Me veo en el buen tiempo. Con mi jubilación dorada, aunque me faltan muchos años, pero bien, disfrutando de la vida.

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