Heraldo-Diario de Soria

PATRIMONIO

Los enterramientos ocultos de Val de Cereixada en Ponferrada

Restos óseos aparecidos en Hornija (León). ICAL-

Restos óseos aparecidos en Hornija (León). ICAL-

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Vanessa Silván/ ICAL
Soria

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En un paraje conocido como Val de Cereixada por los vecinos del pueblo berciano de Hornija –o Val Ceresais según el Catastro-, bajo un manto de tierra, helechos y escobas ha permanecido oculta durante no sé sabe cuántos cientos de años una necrópolis cuyo origen es la incógnita que ahora toca despejar. Un hallazgo, como tantos, fruto de la casualidad. 

Lo que empezó siendo la búsqueda de un represaliado de la Guerra Civil concluyó con la localización de cuatro sepulturas que apuntan a la existencia de muchas otras más y el envío de un informe a la Dirección General de Patrimonio de la Junta para que catalogue y estudie estos restos para, según el alcalde de Corullón (municipio al que pertenece Hornija), Luis Alberto Arias, “tratar de absorber toda la cultura que esté allí enterrada como un bien para el propio Ayuntamiento y también para el patrimonio de la zona y de El Bierzo”.

La historia del descubrimiento de estos enterramientos viene de tiempo atrás, explica el propietario de la finca en la que han sido hallados, un vecino de Hornija llamado Jesús García. “Sabíamos que había algo desde hace muchos años. El abuelo de mi mujer, la tierra era suya, ya hablaba en tiempos de esos restos y hace unos diez o doce años, era mi chaval pequeño, un pastor encontró algo y vino a decirnos que debía haber una sepultura en nuestro terreno”, relata.

En ese momento, sobre todo por curiosidad, Jesús y su hijo fueron en busca de esos huesos de los que les había hablado el pastor y recogieron algunos que pertenecían a la zona del brazo, el paladar y también algún diente. Unos restos que el pequeño guardó y que ahora, al ser estudiados, parecen pertenecer a una mujer “que debía ser pequeña y tener ya una edad avanzada”, explica García.

Hace algunos años, hablando con una mujer de Corullón que había perdido a su tío en la Guerra Civil pensaron en la posibilidad de que los huesos enterrados en Val de Cereixada pudieran pertenecer a este hombre que fue fusilado. Por ello, avisó a la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH), que iniciaron los trabajos para la exhumación el pasado 13 de julio.

Según explica la propia ARMH en su informe, “el propietario del terreno se puso en contacto con dicha asociación denunciando la aparición de unos restos humanos encontrados en su parcela y que según los vecinos del pueblo se trataba del cuerpo de una persona fusilada y enterrada en aquel punto”. Algo que no extrañó al vicepresidente de la ARMH, Marco González, que explica que en la zona de Hornija están documentados varios casos de desaparecidos durante la Guerra Civil.

Crónica de un descubrimiento

La ARMH pasa ahora el testigo a la Dirección General de Patrimonio, a la que ha dado traslado del hallazgo a través de un informe en el que explica los descubrimientos que han realizado para que sea este organismo el que estudie en profundidad estos enterramientos y los catalogue. “Queremos tramitar todas las posibilidades que haya para descubrir todo lo que está allí enterrado, se ve que es algo importante, es una necrópolis muy bien estructurada, escalonada, los enterramientos están colocados de forma delicada, como geométrica, aprovechando las características de la propia montaña”, valora el alcalde de Corullón.

En el informe, el arqueólogo de la ARMH, René Pacheco, apunta a que “las estructuras localizadas eran poco comunes en la realización de los entierros de represaliados de la Guerra Civil” y que en la primera excavación apareció un enterramiento que parecía alterado con “varios bloques de piedra en superficie, así como un gran agujero en la tierra que dejaba al descubierto una tumba elaborada y cuidada, con paredes y losas de cubierta de piedras calizas y pizarras, pero sin restos óseos en su interior”.

Aunque no había cuerpo, la Asociación decidió limpiar el perímetro y dejar la tumba al descubierto para documentar el enterramiento y encontró así una nueva sepultura de las mismas características que la primera, pero en cuyo interior esta vez si había cuerpo. Tras analizar el cráneo y la disposición de los restos se abrió de nuevo el perímetro para dejar ambas al descubierto.

Pero los hallazgos no habían terminado. Cuando extraían las losas que cubrían ese segundo enterramiento se localizó, en una cota más elevada, una nueva losa horizontal de pizarra que señalaba una tumba más donde se localizó otro cráneo y en otra ampliación se localizó una cuarta sepultura, también con restos óseos en el interior. En este momento, la ARMH da por concluidos sus trabajos arqueológicos ya que “todo parecía indicar que se trataba de una antigua necrópolis”.

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