Heraldo-Diario de Soria

Segovia

Arranz condiciona su dimisión como concejal de Deportes a que la acepte la alcaldesa

Deja abiertas todas las opciones, no descarta seguir como no adscrito e incluso votar contra el presupuesto de 2015 / Asegura que lo hace “por coherencia, lealtad y principios” y advierte de que le “van a tener que aguantar”

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Ical
Soria

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El concejal de Deportes de Segovia, Javier Arranz, aseguró que mantiene su intención de dimitir de este cargo y condicionó su renuncia a que sea aceptada por la alcaldesa, Clara Luquero, pero no aclaró si entregaría el acta de concejal, si continuaría como miembro del Grupo Socialista sin funciones o como no adscrito, lo cual dejaría al PSOE con un edil menos que el PP. Dejó abiertas todas las opciones, incluida la de renunciar igualmente aunque la alcaldesa rechazara su dimisión; no descartó votar contra el presupuesto de 2015 si continúa como edil fuera del PSOE porque no tiene “una bola de cristal”, y aseguró que mantiene esta postura “por coherencia, lealtad y principios”.

“A unos les gustará más y a otros menos, pero van a tener que aguantar a Javier Arranz”, señaló el todavía concejal de Deportes, en declaraciones recogidas por Ical, durante una rueda de prensa que se alargó unos 40 minutos y contó con más preguntas que respuestas concretas. En esencia, afirmó que mantiene su intención de dimitir, pero con tantas condiciones que no cerró ninguna posibilidad.

“Dimito por lealtad con un equipo de Gobierno y por coherencia con unos principios”, argumentó. “Entonces se tendrá que ver si el equipo de Gobierno quiere rechazarla (la dimisión), y si se rechaza veremos en ese momento si se dan esos principios que a mí me permitan continuar o no. Lo siento, tengo principios, discúlpenme”, añadió.

En tales circunstancias, la única certeza es que la decisión de mantener a Arranz como concejal de Deportes o retirarle tales funciones queda en manos de Luquero, dado que la continuidad como concejal en el Ayuntamiento depende de él mismo, que declinó aclarar qué quiere hacer o de qué depende. Sí confirmó el peso en su decisión de las diferencias en la gestión de las obras del polideportivo del colegio El Peñascal, que suman más de tres años de retraso, pero señaló que su postura no pretende ser “un chantaje” para nadie, y que su decisión final no dependerá exclusivamente de cómo se decida seguir con este proyecto.

Arranz comunicó su anuncio de dimisión a la alcaldesa durante el pleno del pasado viernes a través de una nota escrita a mano y, “media hora después”, hizo pública su postura a través de la red social Facebook, según relató en la rueda de prensa. Consideró que su renuncia no requiere más formalismos para hacerse efectiva y, además, aseguró que “Alcaldía se negó a registrar un documento en papel” con su dimisión; desde el gabinete de comunicación del Consistorio, sin embargo, matizaron que sólo se negaron a escribirle su carta de dimisión.

Además, Arranz cree que no tiene que registrar ningún escrito en Secretaría para hacer efectiva su dimisión del cargo, a menos que también incluyera la entrega del acta de concejal, y que con su anuncio informal del viernes es suficiente, a la espera de que sea aceptada por Luquero. Y en cualquier caso, aseguró que esta situación “no es fruto de un calentón”, sino “una decisión meditada” desde hace unos dos meses, “producida por una divergencia de criterios dentro de un equipo”, señaló de nuevo en referencia al pabellón del colegio El Peñascal.

Luquero, por su parte, optó el pasado viernes por dejar pasar unos días para ver la evolución de los acontecimientos, y no ha considerado que tuviera que tomar ninguna decisión concreta mientras Arranz no presentara la dimisión de manera formal. La rueda de prensa del polémico concejal debía contribuir a aclarar la situación, pero coincidió además con un viaje de trabajo de la alcaldesa fuera de Segovia y la incertidumbre persiste.

¿Una oferta del PP para hacerse con la Alcaldía?

El todavía concejal de Deportes (sigue cobrando como tal, liberado con un contrato por el 100 por cien de la jornada, según fuentes municipales) llegó a asegurar que “un alto dirigente del PP” le ha ofrecido la Alcaldía en los últimos días, aunque matizó que no la aceptaría si llegara el caso. Esa afirmación supone que los doce concejales del Grupo Popular votarían por su investidura en una hipotética moción de censura para quitar la batuta a Luquero, extremo que negó el principal partido de la oposición y que, además, chocaría con la Ley de Partidos y las medidas contra el transfuguismo.

"Me hace gracia que el PP se meta donde no le llaman, cuando un miembro de su partido me ha ofrecido la Alcaldía”, respondió textualmente al ser preguntado por las críticas ‘populares’ a la “división interna” del PSOE. “Entiendo que las declaraciones de Vázquez (presidente provincial del PP) serán fruto de mi negativa a esa propuesta”, añadió.

Asimismo, preguntado por si le parecería coherente quedarse como concejal no adscrito, lo cual dejaría en minoría al PSOE frente al PP en el Consistorio segoviano, respondió lo siguiente: “Desconozco si es coherente o no, yo sí conozco mis principios y mi coherencia, no sé si le gustan a mucha gente o no, yo me siento respaldado por muchos ciudadanos, siento el calor de mucha gente en la calle, y por eso sigo defendiendo los intereses de esa gente que necesita que alguien les defienda. A unos les gustará más y a otros menos, pero van a tener que aguantar a Javier Arranz”, sentenció.

Las obras de El Peñascal

En cuanto a las obras del pabellón El Peñascal, están cofinanciadas por la Junta y el Ayuntamiento, pero es la administración autonómica la que dirige el proyecto, cuya ejecución comenzó a finales de 2010 con un plazo de ejecución de 10 meses. Sin embargo, después de dos intentos frustrados por los problemas económicos de las empresas adjudicatarias, discrepancias entre la Junta y una tercera constructora (Inporman) mantienen paralizada la obra e incluso judicializada, de ahí que se teman nuevos retrasos que podrían alcanzar hasta 2016.

Arranz pretende modificar el convenio con la Junta y que el ayuntamiento acabe las obras: “Me comprometo a que estuvieran en tres meses”, subrayó, a la vez que rechazó que esta circunstancia se pueda interpretar como un “chantaje” a la alcaldesa, ya que tampoco quiso confirmar que esté dispuesto a seguir si se aceptaba esta opción.

“Considero que en ese momento no me sentía arropado como entendía que debía sentirse un concejal que lleva cinco años luchando por un proyecto”, señaló para argumentar su ‘decisión’ de renunciar al cargo. “Esta dimisión es producto de un acto de lealtad con un equipo, de no querer asumir que mis planteamientos no eran los correctos, como algunos miembros del equipo de Gobierno entendían, y lógicamente si no se asumían esos planteamientos por mi parte lo más coherente era dimitir”, explicó.

“En mi vida he chantajeado a nadie, esta dimisión creo que ha quedado absolutamente clara, por qué viene motivada y por qué a día de hoy la mantengo, como concejal de Deportes”, incidió Arranz. “Le corresponderá a la alcaldesa decir si la acepta o la rechaza, más allá de si (la dimisión) es oficial u oficiosa” porque, en su opinión, “no tiene tanta importancia si se mete por registro o no”. “Si es aceptada tomaré unas decisiones; si es rechazada, otras, y a día de hoy sólo puedo decir que mantengo mi dimisión como concejal de Deportes en este equipo de Gobierno”, concluyó.

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