«Asumo la responsabilidad sin plan B»

Juan Vicente Herrera da un paso adelante y optará finalmente a su quinta investidura como presidente de la Junta de Castilla y León, que tiene asegurada en segunda vuelta con la abstención de Ciudadanos, comprometida con la firma de un acuerdo programático, a la espera del sentido del voto que anuncie UPL.

Un mes se cumplía ayer desde que las urnas privaran a los populares de una mayoría absoluta que conservaban desde hacía 24 años. Y veintinueve días desde que el presidente autonómico del PP diera por inaugurado un tiempo de «reflexión personal», manteniendo en suspenso su continuidad y sumiendo a su partido, con ello, en un estado de incertidumbre y agitación, del que ayer despertó con alivio.

Ayer, él mismo dio por terminado ese impasse al anunciar ante los medios de comunicación que el portavoz del Grupo Popular, Carlos Fernández Carriedo, propondrá su nombre hoy a la presidenta de las Cortes, Silvia Clemente, como candidato a la Presidencia de la Junta.

Parco en palabras, con voz sosegada y gesto serio, Herrera se reservó los motivos y los tiempos de su determinación final. Pero fue firme al subrayar que se postula como candidato sin un plan B. «Asumo esta responsabilidad sin ningún tipo de Plan B ni de reserva. Y, por tanto, a todos los efectos».

Fue su respuesta al ser preguntado si se mantendría en el cargo toda la legislatura. El jefe de los populares dejaba claro que no tiene en la recámara un heredero y cerraba de un portazo el debate de su sucesión, que ha permanecido latente en los últimos años, y que regresó a la primera línea, por sorpresa y por la vía rápida, el 26 de mayo.

En su comparecencia, Herrera quiso lanzar otro mensaje. Fue al precisar que para el sí quiero a su candidatura ha contado con el «apoyo expreso y también el impulso» del presidente nacional de su partido y jefe del Gobierno,Mariano Rajoy; un factor que ha sido una «parte importante» en su decisión.

Dos veces lo recalcó, como si pretendiera sepultar cualquier especulación acerca del estado de salud de su relación con Rajoy. De hecho, precisó que ha hablado con el «varias veces en las últimas semanas y, en particular, en los últimos días».

Cabe recordar que Herrera desató un terremoto en el PP cuando, en las 48 horas posteriores al castigo a las siglas en las urnas, aconsejó al presidente que se «mirara al espejo» al preguntarse si debía o no ser el candidato a las generales. Lo hizo en una entrevista radiofónica, en la que también tachó de «arrogante» al ministro de Industria, José Manuel Soria, por su política del carbón.

Aquellas declaraciones, muy contestadas desde el Gobierno, derivarían días después en cambios en el seno del partido. Rajoy aupó al número tres, como secretario de Organización, al presidente de los populares de Zamora, Fernando Martínez Maillo, quien, precisamente, no forma parte del círculo cercano de Herrera.

El presidente regional del PP declinó precisar el día D en el que tomó la decisión:«No sabría decirle... No ha llegado un día el Espíritu Santo y me ha dicho qué hacer».

Negó, en todo caso, que en algún momento en estos veintinueve días de reflexión se decantara por el no: «La única decisión que he tomado es la que acabo de comunicarles», zanjó. Y vinculó su inclinación por seguir adelante con la «marcha» de las negociaciones con otras fuerzas parlamentarias.

Herrera hizo hincapié en que, cuando dejó en el aire su posible continuidad, «subordinó todo» a lograr un acuerdo que garantizara la «estabilidad y gobernabilidad» de Castilla y León. De ahí que ahora comunique su decisión final: «Éste es el tiempo y el momento», dijo.

La elección de ser candidato obedece «simplemente» a la «coherencia». El presidente, y desde ayer ya firme candidato a la reelección, aseguró que ha tomado nota de los mensajes lanzados por los ciudadanos el pasado 24 de mayo; incluso, dijo que van a seguir muy presentes.

Pero entre ellos, precisó, está también el mandato a la «opción que ganó» con más de 511.000 votos, el PP, para «gobernar esta Comunidad». «Esa voluntad se ha trasladado a la decisión personal de este candidato», explicó en presencia de la presidenta de las Cortes, Silvia Clemente; el consejero de la Presidencia, José Antonio de Santiago-Juárez; y el portavoz del Grupo Popular en funciones, Carlos Fernández Carriedo.

Herrera no quiso marcarse más fechas. Preguntado por la constitución de su próximo gobierno, lo fió largo. Matizó que el acuerdo sellado minutos antes con Ciudadanos –que sólo garantizar la investidura y no es «de ninguna manera» un pacto de legislatura– «no tiene las mismas consecuencias prácticas que si permitiera al candidato tener mayoría absoluta». Por eso, se curó en salud y se remitió a «la primera quincena de julio» para dar a conocer el equipo que le acompañará en el Ejecutivo. Entretanto, su partido respiraba ayer más aliviado.