Las organizaciones agrarias de León reconocen que las protestas de los ganaderos del sector lácteo "no han dado resultados satisfactorios"
Piden a la Consejería de Agricultura que facilite ayudas para compensar las pérdidas y apoye su reconversión a otro subsector agroganadero
Las organizaciones agrarias de León (Asaja, UGAL-UPA, UCCL, Ucale-COAG y OPL) reconocen que los resultados obtenidos tras los distintos actos de protesta realizados por los ganaderos, incluso derramando parte de la leche que las industrias han dejado de recoger, “no son satisfactorios y responsabilizan a la Junta de “no hacer nada para evitar la pérdida de ganaderías en la montaña de la provincia”.
A este respecto señalan que aproximadamente la mitad de los afectados han encontrado un comprador, independientemente de los precios a los que liquide las entregas y en ningún caso se han podido negociar, y la otra mitad, doce ganaderos, no han encontrado empresa que se interese por su leche, con una producción de 3.100 litros diarios. “Al día de hoy dan casi por abandonada su actividad como ganaderos de vacuno de leche”, recalcan estas organizaciones, que advierten que tampoco han dado resultado los contactos mantenidos con alguna industria.
Por ello, culpan a la Administración autonómica y a las instituciones leonesas en general por “no haber hecho nada para evitar la pérdida de ganaderías en la montaña de la provincia, provocando con ello una sangría más al tejido productivo y a la población del medio rural”. Así, hacen un llamamiento a la Consejería de Agricultura para que agoten hasta la última posibilidad, antes del cierre definitivo de estas ganaderías.
“Que se le compense con ayudas por las pérdidas que están sufriendo y que, llegado el momento, se le apoye económicamente para la reconversión a otros subsectores agroganaderos, como es el vacuno de carne extensivo”, proponen estos colectivos, que recuerdan que a este problema se suma los bajos precios que perciben todos los ganaderos en general, la inestabilidad por la firma de contratos a corto plazo -tres meses-, la amenaza permanente de dejar recogidas y el incremento de ganaderos y cooperativas, que están vendiendo toda o parte de su producción como leche 'spot' con precios inferiores a los 20 céntimos de euro el litro.