Heraldo-Diario de Soria

Junta y Predif inician un programa pionero de formación de asistentes de dependientes para 32 personas en riesgo de exclusión

Con la profesionalización del sector se prevé incrementar una prestación que ya reciben 305 personas, lo que convierte a Castilla y León en la segunda Comunidad por detrás del País Vasco

La consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades, Alicia García, y el presidente de Predif Castilla y León, Francisco Sardón, firman un convenio de colaboración y presentan el proyecto 'Itinerarios de inserción laboral en asistencia personal'-ICAL

La consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades, Alicia García, y el presidente de Predif Castilla y León, Francisco Sardón, firman un convenio de colaboración y presentan el proyecto 'Itinerarios de inserción laboral en asistencia personal'-ICAL

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La consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades, Alicia García, y el presidente de la Plataforma Representativa Estatal de Personas con Discapacidad Física en Castilla y León (Predif), Francisco Sardón, suscribieron hoy un convenio para la puesta en marcha de un programa pionero de formación como asistentes de dependientes para 32 personas en riesgo de exclusión social. “Se logra así una conectividad entre distintos servicios sociales, además de generar empleo en una franja de población con muchas dificultades para encontrarlo”, señaló García.

En este sentido, precisó que la iniciativa permite dar “un paso más” en la potenciación de la figura del asistente personal para discapacitados y dependientes, ofreciendo para ello una formación específica a través de un pilotaje previo en el sector que “permite ofrecer criterios de calidad y Castilla y León es la primera Comunidad en hacerlo”.

Así, destacó que en el marco de la atención social “se genera además un yacimiento de empleo importante que a va a beneficiar a las personas más vulnerables”, especialmente a las que perciben la Renta de Garantía Ciudadana, así como a las que pertenecen a la Red de Protección a las Familias” García concretó que con la profesionalización del sector de la atención personal a discapacitados y dependientes se prevé incrementar una prestación novedosa que ya reciben 305 personas, lo que convierte a Castilla y León en la segunda Comunidad por detrás del País Vasco.

A su vez, la consejera explicó que en materia de empleo el 77,43 por ciento de las personas dependientes ya eligen prestaciones profesionales y Castilla y León, lo que está generando 49,6 puestos de trabajo por cada millón de euros de gasto público en dependencia. “Actualmente somos la Comunidad con mayor creación de empleo vinculado a estos servicios para dependientes, ya que la media de España se sitúa en 35 empleos por cada millón de euros”, dijo.

Por su parte, el presidente de Predif en Castilla y León, Francisco Sardón, aseguró que el denominado tercer sector y sus entidades, adscritas al Cermi, acogen “con mucho entusiasmo” que las personas con algún tipo de dependencia puedan mejor a una asistencia personal, lo que les permitirá desarrollar un proyecto de vida más activo y participativo dentro de la sociedad. “De esta forma los beneficiarios deciden qué hacer con su vida y están más preparados y apoyados para ello”, enfatizó.

Dos años de trabajo previo

En esta línea recordó que Predif y Cermi estatal llevan dos años implicados en lograr consensuar por todas las entidades con discapacidad un modelo de formación básica para los asistentes personales. “Se trata de promover la autonomía en el entorno familiar, hacer la vida más fácil a quien tiene dependencia e impulsar el acceso al sistema educativo, el entorno laboral y la participación social. Además, ayudará a fijar población en el mundo rural tanto entre personas dependientes que quieren residir allí como entre aquellas en riesgo de exclusión social que los asistirán y tendrán un empleo”, añadió Sardón.

El presidente de Cermi explicó que el programa de formación de asistentes personales tiene una duración de 60 horas y se impartirá en las instalaciones de Aspaym Castilla y León en Valladolid, realizándose las prácticas en sus residencias y centros de día. “En una primera fase se forma a 32 personas y esperamos seguir creciendo en función de la demanda de estos profesionales, ya que contamos con un barómetro que ve factible crear más empleo en este ámbito de la atención a personas dependientes o con discapacidad”, apuntó.

Además, Sardón anunció que quienes ya trabajan en este sector y tienen experiencia “podrán mejorar también su formación y adquirir nuevos conocimientos si lo desean”. Con la novedosa actuación se pretende facilitar y proporcionar a los alumnos la formación y destreza necesarias para su ejercicio profesional y seguir promocionando de esta manera esta prestación, con el fin de incrementar la demanda de este servicio y mejorar la empleabilidad de las personas formadas.

Pilotaje con la Universidad

Para ello, a lo largo de 2013 y 2014 la Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades y entidades del Cermi han desarrollado estudios de servicios de asistencia con los distintos perfiles de necesidad en personas con discapacidad, experiencia seguida y evaluada por el Departamento de Sociología y Trabajo Social de la Universidad de Valladolid, contando con la colaboración de seis entidades del tercer sector

Los resultados de estos estudios son los que han motivado la idea de dar un impulso al servicio de asistencia personal. “En ellos se refleja que representa un gran apoyo, tanto para la persona con discapacidad como para sus familiares y contribuye a un cambio en la concepción de la atención que coloca a la persona en el centro de la atención y de la toma de decisiones, facilitando la inclusión social”, indicó la consejera.

Para este estudio fueron elegidos 50 casos de personas con discapacidad y dependencia con diversidad de perfiles, entornos y necesidades de apoyo. El objetivo era determinar las fortalezas, debilidades y potencialidades de esta prestación, así como explorar la formación necesaria de los profesionales que la ejercen. Las conclusiones determinan que la prestación de la asistencia personal potencia la seguridad de discapacitados y dependientes, su autonomía y empoderamiento, haciendo con ello posible el diseño y puesta en marcha de proyectos de vida independiente.

Igualmente, se contribuye a mejorar significativamente la calidad de vida, tanto en los aspectos instrumentales como en los emocionales y de comunicación; favorece la inclusión social; facilita el mantenimiento del vínculo de la persona con su entorno, su permanencia y continuidad en el lugar de origen; posibilita seguir realizando actividades cotidianas; y rompe con una visión exclusivamente individualista de la atención, incorporando la dimensión comunitaria, marcada y guiada por el propio discapacitado y dependiente y presta un apoyo y alivio a los cuidadores.

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