Heraldo-Diario de Soria

AGROALIMENTACIÓN

El trigo duro irrumpe con 7.000 hectáreas en Castilla y León

Siro maneja una previsión de siembra de 4.000 hectáreas, el doble que la pasada campaña, y ACOR de 3.000 / La demanda de esta variedad que se destina a la producción de pastas es muy superior

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MARISOL CALLEJA
Soria

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Las necesidades de trigo duro, variedad que se utiliza para la producción de pastas, son una realidad y una demanda permanente por parte de la industria alimentaria. Aún así, en estos momentos es difícil que Castilla y León, a pesar de su gran potencial cerealístico, cubra esta demanda ya que en la cosecha 2016 apenas se superaron las 19.000 toneladas, lo que obliga a importar. Hay todavía mucho camino por recorrer, aunque hay que constatar también que el número de hectáreas crece cada campaña, hasta triplicarse este año, con un incremento de la producción de trigo duro.

El Grupo Siro sigue apostando, en este sentido, por el desarrollo de una cadena agroalimentaria «sostenible, eficiente y rentable» y, en esta línea, mantiene la colaboración con agricultores de Castilla y León para introducir este cultivo. Según datos de la empresa, para esta campaña van a contar con cerca de 250 colaboradores, repartidos por toda Castilla y León. El objetivo es «aprender de su experiencia» y «construir» un modelo que sea reproducible y aporte «estabilidad» al sector primario.

La previsión de siembra que maneja el grupo para la campaña 2016/2017 es de aproximadamente 4.000 hectáreas, la mayor parte de ellas de regadío, lo que supondrá duplicar las 2.200 hectáreas de la campaña pasada. Se trata del tercer año de un proyecto centrado en el cultivo del trigo duro en Castilla y León y que persigue que éste pase de la parcela del agricultor a las fábricas de Grupo Siro, para convertirse en pasta alimenticia que se comercializa, en este caso, en las estanterías de Mercadona.

Y es que actualmente Grupo Siro necesita unas 260.000 toneladas de harinas y sémolas, lo que implica, según sus datos, la utilización de 200.000 toneladas de trigo blando y 150.000 de trigo duro, «suponiendo unas necesidades de aproximadamente 100.000 hectáreas de cultivo», muy lejos de la realidad de este momento en Castilla y León.

A las 4.000 hectáreas previstas por Siro esta campaña hay que sumar la previsión de ACOR, a falta de cerrar los contratos, de unas 3.000 hectáreas más. Datos similares a los de la campaña anterior (2.700 hectáreas), según Esteban Sanz, del servicio agronómico de la cooperativa, que destaca la apuesta de ACOR por este cultivo dentro de sus rotaciones habituales, junto a la remolacha, la colza y el girasol.

Sanz insiste en que la demanda de trigo duro no cubierta, la práctica totalidad en este momento, se obtiene actualmente de Andalucía, donde se concentra el 90% de la producción nacional, y del exterior, principalmente de Francia, los países del Mar Negro y Canadá.

De las 905.000 hectáreas de trigo registradas en la cosecha de 2016 en la Comunidad, sólo 4.463 corresponden a trigo duro, destacando la provincia de Valladolid, con 1.846 hectáreas y más de 8.600 toneladas de producción; Burgos, con 885 hectáreas y más de 3.500 toneladas; y Palencia, con una superficie de 735 hectáreas y casi 3.000 toneladas producidas. León ocupa el cuarto lugar con cerca de 300 hectáreas y una producción de 1.743 toneladas.

Precisamente en León, Siro va a contratar 250 hectáreas más esta nueva campaña a través de un contrato con la cooperativa Ucogal, tal y como lo confirmó a este periódico su presidente, Matías Llorente. La cooperativa insiste en que el Grupo busca «estabilidad» en la producción de trigo duro y esa estabilidad, afirma, «lo da el regadío».

Para Llorente, este cultivo aporta valor añadido al campo y supone «diversificar» el mapa agrario actual en la provincia de León. «No podemos seguir sembrando 68.000 hectáreas de maíz», afirmó.

Desde Ucogal se asegura que el agricultor puede obtener unos 280 euros la tonelada «en el mejor de los casos», y unos 210, «en el peor», si no cumple con los parámetros a los que está obligado, una de las claves del cultivo. Aún así, insisten, hay que hablar de valores muy superiores a los 148 euros la tonelada que se maneja actualmente para el trigo pienso. Cooperativa y Siro van a trabajar conjuntamente para asesorar y formar al agricultor.

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