Heraldo-Diario de Soria

PERSONAJES ÚNICOS / JAVIER SOLA

El mejor médico por sus colegas

Este estomatólogo vallisoletano figura entre los cincuenta facultativos españoles más recomendados por los propios profesionales / Sostiene que el futuro de la salud dental pasa por «unir» la tecnología con la investigación en ingeniería de tejidos

El estomatólogo Javier Sola en las instalaciones de su clínica en Valladolid.-J. M. LOSTAU

El estomatólogo Javier Sola en las instalaciones de su clínica en Valladolid.-J. M. LOSTAU

Publicado por
E. L.
Soria

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Es aquel que un doctor recomendaría a un amigo o familiar. Es un médico elogiado por sus propios compañeros de profesión. Javier Sola tiene una característica confianza en sí mismo. Y lo demuestra cada día en su consulta. Su mirada trasmite tranquilidad y su saber hacer se distingue por su lucha por conseguir que los avances en investigación lleguen lo antes posible a los pacientes.

Estudió Medicina en la Universidad de Valladolid (UVA) porque, desde pequeño, se dedicaba a disecar animales. «Tengo un hermano mellizo y mientras él construía castillos, yo hacía experimentos. Ahora él es arquitecto y yo médico», cuenta muy emocionado. Tras licenciarse en su tierra natal, su deseo era cruzar el charco y realizar una especialidad en Estados Unidos, sin embargo, el destino le tenía preparado otro camino: la estomatología: «Nunca me lo planteé. De hecho, yo quería ser psiquiatra o neurocirujano, pero al final aprobé el examen de acceso en Bilbao y empecé». A pesar de no seguir el camino que siempre anheló, no se arrepiente. No solo eso, es que está encantado con la decisión que tomó y ahora ha contagiado su pasión por la profesión a toda la familia: «Mis hijas están estudiando Odontología en la Universidad Complutense de Madrid; mi sobrina es ortodoncista; mi hermana higienista; mi sobrino, maxilofacial, y mi cuñado, dentista», relata Sola, antes de añadir que es una especialidad «que te permite desarrollarte a nivel profesional y personal».

Antes de terminar su estancia en Bilbao, una clínica de Barcelona lo contrató. Allí, comenzó a practicar todo lo aprendido. Además, siguió formándose en especialidades quirúrgicas como la implantología o la cirugía periodontal. Aunque tenía un trabajo estable, la tierra tiraba mucho y decidió regresar a Valladolid. Eso sí, antes de asentarse en la capital del Pisuerga se formó en implantología y rehabilitación oral en la Universidad de Nueva York. También estuvo en Burdeos con un especialista privado realizando unas estancias de periodoncia durante meses.

Con los pies en la ciudad que le vio nacer y con una mochila cargada de conocimientos y muchas ganas de ponerlos en práctica, montó una clínica que, en un primer momento, se ubicó en la calle Teresa Gil y, más tarde, en la calle Constitución. En ella trabaja un grupo de especialistas con «gran experiencia» y formación en las distintas especialidades de la odontología como periodoncia, endodoncia, implantología y rehabilitación estética, apunta el doctor vallisoletano, que fue reconocido en 2015 como uno de los 50 médicos españoles más recomendados por los propios profesionales, según Top Doctors, directorio médico de mayor prestigio a nivel internacional.

En este sentido, comenta que cuando recibió la noticia a través de un wasap de un compañero de profesión se sintió «emocionado». «Es un halago y lo agradecí muchísimo», subraya, antes de añadir que la odontología está llegando a «cotas altísimas» en España y «se puede comparar con Italia o Suiza y supera con creces a Portugal, Inglaterra y Francia», apostilla.

En su consulta aplica las técnicas «más avanzadas». Y es que Javier Sola viaja por todo el planeta para colaborar con especialistas y formarse en los métodos que van surgiendo en este mundo que, a su juicio, es «muy activo». Respecto a la innovación, considera que el futuro pasa por «unir» la tecnología y la ingeniería tisular, siendo uno de los principales avances la cirugía guiada. «Consiste en poder determinar el lugar exacto donde vamos a colocar el implante a través de estudios radiográficos y escáneres realizando la cirugía sin abrir las encías», explica. Esto facilitaría, tal y como señala, mejorar tanto el nivel quirúrgico como el nivel estético. En este sentido, pone como ejemplo el diseño de sonrisas mediante el estudio de vídeos y fotografías.

La regeneración tisular, tanto ósea como de tejidos blandos, tal y como indica, es otra dirección acertada hacia la que camina la profesión. «Las células madre y los tejidos sintéticos sirven para reconstruir maxilares que estaban atróficos y ahora podemos poner implantes. Esto era impensable hace unos años», sostiene el estomatólogo.

Para Sola, el futuro del sector es la competitividad: «Lo que se impone es la calidad, es el sello personal, y a eso se llega exigiéndote tú y que te exijan tus pacientes», manifiesta y añade: «Desgraciadamente, trabajar con malas calidades para competir a nivel de precios es una cosa que terminará dando fracasos».

A su juicio, Castilla y León cuenta con un centro de investigación de tejidos «excepcional», no obstante, el problema de la investigación es «la financiación», y el hecho de que para conseguir un producto tiene que pasar «mucho tiempo» –primero hay que hacer un investigación animal y luego una humana–. Javier Sola reitera que el nivel de la odontología en la Comunidad es «muy alto» y existe «una competitividad sana». «Me encuentro en congresos con compañeros míos en múltiples ocasiones. La gente está motivada por formarse y ofrecer calidad», recalca.

El médico vallisoletano reconoce que «los más perjudicados» por la crisis económica son los jóvenes dentistas. «Cuando empecé a trabajar era prácticamente imposible contratar un especialista, hoy en día tengo en mi mesa del despacho más currículos de dentistas que de auxiliares», relata apenado por una situación que califica de «terrible». «Son chicos jóvenes que no tienen capacidad económica para montarse una clínica, y se ofrecen por sueldos muy bajos e inadecuados para la formación que ellos presentan», lamenta Javier Sola.

Dice que las administraciones no pueden afrontar el coste de los tratamientos odontológicos porque son «muy caros». A pesar de ello, estima que la población está «muy bien» atendida. En este punto, recuerda que la Junta de Castilla y León lleva a cabo acciones preventivas para que los niños aprendan cómo cuidar su dentadura como son el sellado de los dientes y los tratamientos de fluorización.

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