Tudanca entierra la integración

El secretario general del PSOE de Castilla y León, Luis Tudanca, salió ayer reforzado en su reelección en el cargo por los delegados al congreso celebrado en Zamora, en el que configuró una Ejecutiva que entierra la integración. La nueva dirección socialista ‘olvida’ a los críticos y amplía su composición con la vista puesta en los próximos congresos provinciales, donde pueden reavivarse las tensiones internas sofocadas por el momento en el ámbito regional.

En contra de lo anunciado en mayo, la clausura no contó con el secretario federal, Pedro Sánchez, que no tenía ningún compromiso en su agenda, más allá de los familiares. La ausencia fue interpretada por algunos socialistas como un gesto frente a la «tibieza» que habría demostrado Tudanca en las primarias a la Secretaría Federal, si bien luego fue el encargado de presidir el congreso que ratificó a Sánchez como líder del PSOE.

Sin ningún contrincante que le hiciera sombra en un proceso de primarias, Tudanca obtuvo el respaldo a su Ejecutiva con el 86,59% de los 249 votos emitidos, de los 270 delegados inscritos en el cónclave socialista. El porcentaje está muy por encima del que cosechó en el congreso extraordinario celebrado en octubre de 2014, cuando accedió a la Secretaría general del PSCyL con el 68,4% del respaldo de los delegados, después de derrotar en las primarias a su antecesor en el cargo, Julio Villarrubia.

Si en aquella ocasión los llamamientos a la unidad fueron continuos en el discurso de Tudanca, en este congreso apenas ha mencionado este término. El líder socialista no ha buscado la integración y ha diseñado una dirección a su medida, sin tener en cuenta al sector que resultó derrotado en la contienda entre los partidarios de Pedro Sánchez y Susana Díaz para la Secretaría Federal. Como se esperaba, ninguno de los barones provinciales forman parte de la Ejecutiva y varios de ellos se autoexcluyeron incluso en las listas de los delegados al congreso.

Con ello daban muestra de su distanciamiento con Tudanca y su nulo interés en propiciar, también por su parte, la integración. Es el caso de secretarios provinciales que en su día auparon a Tudanca a la Secretaría general, como el leonés Tino Rodríguez, el segoviano Juan Luis Gordo, o el zamorano Antonio Plaza. Tampoco acudió como delegado el secretario provincial de Soria, Carlos Martínez, otro reconocido susanista, que sí estuvo presente ayer en la clausura.

Tudanca obtuvo el respaldo a una Ejecutiva más ampliada, con seis nuevas secretarías sobre las 19 anteriores. Continúa como ‘número dos’ la zamorana Ana Sánchez al frente de la Secretaría de Organización, que repite como miembro del Comité Federal del PSOE. La nueva vicesecretaría general queda en manos de la soriana Virginia Barcones, antes responsable de Política Municipal y viceportavoz en las Cortes.

La ampliación de la Ejecutiva puede entenderse como un intento por parte de Tudanca de contentar las distintas sensibilidades del partido de cada a las batallas provinciales, donde la división interna ahora larvada puede volver a manifestarse. De este modo, el líder del PSCyL intentaría mantener el control sobre las organizaciones provinciales en un momento clave para el partido, dado que quedan menos de dos años para las elecciones autonómicas y municipales.

La tarea puede ser ardua en Palencia, provincia dominada por los villarrubistas; o en Soria, bajo el control de Carlos Martínez, y habrá que ver qué ocurre en Zamora, donde acaba de postularse para la secretaría provincial otro susanista declarado como es el alcalde de Toro, Tomás del Bien. Pero la batalla más encarnizada se producirá en León, un auténtico reino de Taifas y que ha obtenido muy escasa presencia en la Ejecutiva, a pesar de ser la organización más numerosa.

Donde no encontrará ninguna dificultad es en Valladolid, aunque el control del partido lo mantendrá, como hasta ahora, el alcalde y portavoz de la Ejecutiva Federal, Oscar Puente, que ha colocado a tres políticos de su entera confianza en la dirección regional.

Junto a los ya citados repiten en la Ejecutiva, aunque no siempre en las mismas áreas, Ángela Marqués, Aitana Hernando, José Luis Vázquez, Fernando Vegas, Isabel Gonzalo, Pedro Monasterio y Consolación Pablos, que de nuevo serán vocales.

Entran como secretarios Pepe Bayón, Joaquín Llamas, Pedro González, Óscar Tapias, Mercedes Martín, Juan Luis Cepa, Ana Redondo, Mario Rivas, Alberto Azofra, Inma García, Patricia Gómez, Judith Villar, Pepe Fernández, Beatriz García, Óscar Álvarez, Pedro de la Fuente, Ángel Hernández, Miguel Nozal y Vicente Canuria.

Entre los que abandonan la Ejecutiva figuran Soraya Rodríguez, que desempeñaba la presidencia, ahora suprimida, y otro conocido susanista, Emilio Álvarez. También desaparecen José Luis Aceves, Esther Pérez, Santiago Blanco, Carmen García, Isabel Fernández, Óscar Sánchez, Juan Velasco, Naxalli Lozano, Antidio Fagúndez y Jesús Caro y Mari Luz Martínez Seijo, esta última porque forma parte de la dirección federal.