Heraldo-Diario de Soria

Cuarenta nuevos casos de cáncer al día

Aumenta un 7% la incidencia en Castilla y León en una década, por el envejecimiento, los malos hábitos y la detección precoz / Crece la supervivencia a los cinco años y se recorta algo la mortalidad

Cuarenta nuevos casos de cáncer al día-EL MUNDO CASTILLA Y LEÓN

Cuarenta nuevos casos de cáncer al día-EL MUNDO CASTILLA Y LEÓN

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MAR PELÁEZ / VALLADOLID
Soria

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El cáncer se coló el año pasado, sin permiso, en las vidas de 14.718 castellanos y leoneses. Dicho de otro modo, 607 vecinos de la Comunidad de cada 100.000 habitantes recibieron la siempre temible noticia –1.225 nuevos casos al mes: 40 nuevos diagnósticos día tras día–. Más hombres (seis de cada diez), que mujeres (cuatro de cada diez).

Sin pretender ser alarmista, las frías cifras, anotadas por el informe anual de la Asociación Nacional contra el Cáncer, resultan demoledoras. Fueron casi mil más que sólo una década atrás, lo que implica un aumento del 7%. Y lo que queda. «La tendencia seguirá en alza», sostiene el presidente de la Asociación Española de Investigación sobre el cáncer (ASEICA) y vicedirector del Centro de Investigación del Cáncer de Salamanca, Xosé Bustelo.

Hay más casos porque «cada vez vivimos más –el 66% de los nuevos diagnósticos fueron recibidos por personas que superaban los 65 años–, y porque cada vez se diagnostican los cánceres de forma más temprana».

Al envejecimiento creciente y a los diagnósticos precoces se añade otro factor que explica por qué la incidencia de la enfermedad ha aumentado por encima incluso de lo previsto: «los malos hábitos», tales como el tabaquismo, la exposición en exceso a los rayos solares, la obesidad y el sedentarismo. Y eso que seguir cuatro reglas básicas de vida sana podría evitar el 40% de los cánceres, tal y como advierte la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM).

Bustelo calcula que, simplemente, con dejar de fumar «la tasa de tumores decrecería casi un 20%». «Imagine qué ocurriría si añadiéramos mejores hábitos alimentarios, ejercicio y una exposición más controlada al sol», afirma.

A esa prevención primaria, el presidente autonómico de la Asociación contra el Cáncer (AECC), Serafín de Abajo, une la necesidad de que los castellanos y leoneses se sometan a esas pruebas que ya existen para detectar de forma temprana el cáncer de mama, el colorrectal o el de cuello de útero. «Hay cánceres que son hereditarios (se calcula que entre el 5% y el 10% de todos ellos) y otros para los que desgraciadamente no existen pruebas diagnósticas y no dan la cara hasta que llevan diez años adherido al cuerpo, pero al menos sí se deben utilizar en aquellos que ya cuentan con medios».

En este sentido, lamenta que la respuesta de la población a las pruebas para descubrir el cáncer colorrectal sea «muy escasa». «Sólo acuden uno de cada tres personas que son llamadas, y eso que la prueba es sencilla, incruenta y gratuita», señala.

El ‘mapa’ del cáncer sitúa a León a la cabeza de la Comunidad en casos detectados. Aglutina el 19% del total, seguido por Valladolid, con 2.891 casos, y de Salamanca, 2.084. Por encima de la cifra de 2.000 también se colocó Burgos. En todas las provincias castellanas y leonesas, hoy son más los casos detectados que hace una década, salvo en Zamora, que decreció en diez años un mínimo 1%. 

Sin duda es el cáncer colorrectal el ‘rey’ de los diagnósticos, sumando los dos sexos. El 15% de todos los casos detectados el año pasado se ubicó en ese punto. La próstata, el pulmón, la mama o la vejiga continúan siendo los otros cuatro órganos más propensos a engordar las estadísticas de esta enfermedad.

Pero no hay un tumor igual, ni un paciente ‘clon’. Ni siquiera estamos ante una única enfermedad, sino de «varias» y, por ello, hablar de tasas de curación es arriesgado. Aún así, la Sociedad Española de Oncología Médica apunta que más de la mitad de las personas a las que se las diagnostica un cáncer continuaba viva cinco años después, en concreto el 53%.

El informe de la Asociación Nacional contra el Cáncer expone que esa tasa de prevalencia a los cinco años ha crecido en Castilla y León casi un 5% en una década. Todo por la «detección temprana, las mejores herramientas diagnósticas y los nuevos tratamientos», añade Bustelo quien, sin embargo, prefiere ser más cauto. 

Y es que, a su juicio, la curación depende mucho de en qué momento se coja la enfermedad. Como dato, apunta que la tasa de curación de un tumor pequeño y muy localizado puede alcanzar el 90%, mientras que aquellos que se han diseminado presentan tasas por debajo del 20%.

El tipo de tumor también resulta determinante. Uno de testículo o las leucemias infantiles se curan en porcentajes muy elevados, tal y como comenta este científico. El de mama está por encima casi del 80%, en función del subtipo de cáncer. En cambio, como reconoce, hay tumores que «aún constituyen un reto importante». En esta situación se encuentra el cáncer de pulmón y, sobre todo, el de páncreas. Su dificultad radica en que «en la actualidad sólo pueden ser detectados cuando ya han evolucionado bastante y desarrollan alguna sintomatología concreta».

Así, pese a los avances en el diagnóstico precoz y en las técnicas farmacológicas y médicas, no todos los pacientes logran al final ganar la guerra definitiva. De hecho, la estadística señala que 20 castellanos y leoneses fallecieron al día el año pasado como consecuencia de esta enfermedad. En números redondos fueron 7.581 en 2017. Eso sí, un 0,7% menos en términos globales que hace una década.

De los datos de la Asociación contra el Cáncer se extraen varias conclusiones que diferencian a hombres y mujeres. Una es que el volumen de muertes entre mujeres que padece cáncer, lejos de reducirse, se ha incrementado en una década en un 4,7%. La razón que aportan los expertos es que comienzan a notarse los efectos de la incorporación de ellas al hábito de fumar. En cambio, los hombres han recortado en un 1,5% el número de fallecimientos en ese mismo tiempo.

Este cambio no impide, sin embargo, que el número de hombres fallecidos en términos globales supere al de mujeres. Casi un 62% ellos; por un 38% ellas. Las causas de estos fallecimientos se esconden detrás del cáncer de pulmón, en primer lugar, del colorrectal, estómago, próstata y páncreas.

Al margen de números, De Abajo insiste en que es una enfermedad que, pese a constituir la segunda causa de muerte, «se puede curar o se puede cronificar». Bustelo se muestra optimista y señala que el cáncer «se podrá vencer» en un futuro pero, como sostiene, «batalla a batalla». «La curación avanzará más en unos tipos tumorales que en otros, pero a la larga la mayoría podrán ser vencidos».

Mientras llega ese momento, el cáncer no sólo tiene un coste emocional y físico, también un coste económico. Para medirlo, la AECC ha elaborado un informe que concluye que la merma de ingresos que se produce cuando aparece un cáncer y el gasto que implica hacer frente a la enfermedad provoca que en Castilla y León haya 1.515 afectados en riesgo de exclusión social.

Uno de los principales problemas que lleva a los enfermos de cáncer a esta situación de riesgo son las bajas laborales, que suelen ser más duraderas que las que implican otras afecciones. De hecho, se estima que la duración media oscila entre los 280 y los 365 días.

El estudio apunta que hay tres colectivos más vulnerables: los autónomos, las personas desempleadas y quienes cobran por debajo del Salario Mínimo Interprofesional. En el caso de los autónomos, muchos conviven con la enfermedad con unos ingresos inferiores a los 400 euros, a los que hay que descontar los 150 euros de media al mes, por ejemplo, que se gasta una paciente con cáncer de mama, o 300 euros si se trata de un cáncer gástrico.

Por ello, Raquel del Castillo, responsable de Trabajo Social de la AECC, señaló que «quizá sea uno de los colectivos más desprotegidos, puesto que, en muchos casos los gastos habituales de sus negocios no se paran y corren el riesgo de tener una quiebra financiera».

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