Las carreteras se cobran ya la vida de 105 personas, cinco más que en 2017

Los accidentes de tráfico mortales son más frecuentes que sufrir un atentado terrorista o morir en un ataque de tiburón. Aunque la percepción de peligro sea menor por el uso generalizado de los vehículos, el peligro está ahí. Y por eso es importante concentrarse en las carreteras y en las vías interurbanas. Los accidentes mortales de esta semana elevan al menos a 103 los fallecidos en carretera 24 horas después del accidente.

Las últimas víctimas mortales conocidas son un fallecido en Carabias (Segovia) el pasado lunes, un varón en la VA-30, a la altura de Santovenia de Pisuerga (Valladolid) y una niña de cinco años en una salida de Salamanca.

La menor falleció ayer tras una colisión entre un turismo y un camión del Ejército sobre las 8.30 de la mañana en la salida de Salamanca hacia Matilla de los Caños. En el lugar, el personal de Sacyl intentó reanimar a la menor pero no pudo evitar su fallecimiento. Según informa el servicio de emergencias, los profesionales sanitarios atendieron a la madre de la menor, de 33 años, que conducía y resultó herida en el accidente, cuyas causas se desconocen.

También en Valladolid hubo una víctima mortal en la carretera tras una colisión entre dos turismos en el kilómetro 1 de la VA-30, en Cabezón de Pisuerga (Valladolid), sentido Renedo, explican fuentes de la Guardia Civil. El fallecido, J. G. R., de 40 años y palentino, viajaba solo en un Renault Twingo cuando otro un Opel Astra lo alcanzó algo antes de las siete de la mañana. La otra conductora, de 28 años, resultó herida leve y fue llevada al Hospital Clínico. También se desconocen las causas de este accidente mortal, el último de los 91 que ha registrado Castilla y León desde que comenzó el año.

Estos tres no son los únicos fallecidos en un accidente de tráfico esta semana. Valladolid también está de luto por otros dos muertos estos días. El pasado jueves falleció un motorista en la capital vallisoletana (en el cruce de la Avenida Salamanca y Francisco Mendizábal) y una mujer en el municipio de Tordehumos, atropellada por su propio vehículo, cuyo freno de mano no estaba correctamente puesto.

Aunque la mayoría de los accidentes mortales se produce en vías interurbanas –carreteras, caminos, autopistas o autovías–, el peligro también existe en las calles de las ciudades como Aranda de Duero (Burgos), donde falleció una mujer de 25 años en febrero.

Además, hay que tener en cuenta que la DGT contabiliza únicamente a las víctimas que fallecen en las 24 horas posteriores al accidente, y tiene otro registro con mayor seguimiento (muertes a 30 días) que realiza de forma más pausada.

Cada tres días, de media, muere una persona en las carreteras de Castilla y León. En la mayoría de los casos, el exceso de velocidad, las distracciones o el consumo de alcohol y drogas están detrás del conductor responsable del accidente. La Comunidad es la cuarta autonomía con mayor número de accidentes mortales y de fallecidos en las carreteras, por detrás de Cataluña, Andalucía y la Comunidad Valenciana. Esto se debe, principalmente, a la extensión territorial de Castilla y León, factor cuyo efecto se ve disminuido por la población de la región (más de 2.400 castellanos y leoneses, frente a los 7.440 catalanes).

Los ciclistas son las víctimas más débiles en las carreteras. No hay un airbag que amortigüe el impacto, ni un sistema de retención que evite salir disparado. Como mucho, el ciclista puede tener unas protecciones especiales en las extremidades, y un casco que debe llevar obligatoriamente en la cabeza cuando esté fuera de la ciudad.

Quizá el accidente mortal de este tipo más sonado sea el de finales de junio en el que falleció una pareja ciclista que realizaba el camino de Santiago con su hijo de 12 años en León, a la altura de la localidad de Matallana de Valmadrigal. El menor salió herido, pero sus padres perdieron la vida en la carretera, como otros ciclistas que fallecieron en Melgar de Yuso (Palencia) o en el camino de San Román de Palencia este año. En lo que va de 2018 han fallecido al menos cuatro ciclistas en la Comunidad y una decena ha resultado herida en accidentes de tráfico.

Los últimos datos de los que dispone la Delegación del Gobierno y a los que ha tenido acceso este diario muestran un incremento tanto de los accidentes mortales, como de los fallecidos y de los heridos leves; aunque sí disminuye el número de heridos que requirieron atención en el hospital. Eso sí, estos 27 heridos más graves solo son aquellos que estuvieron implicados en los accidentes mortales, puesto que la DGT no registra los heridos en los accidentes no mortales.

Así, se han registrado 91 accidentes de tráfico con fallecidos en lo que va de año, tres más que en 2017; se han contabilizado cuatro muertos más y una decena de heridos leves más.

La mayoría de los fallecidos se concentra en la provincia de Burgos, puesto que 18 de cada cien accidentes se producen en las carreteras burgalesas. Por detrás le siguen León (14 de cada centenar), Valladolid y Zamora (con 13 fallecidos en cada provincia por cada cien víctimas mortales). En el otro extremo se sitúan las carreteras de Segovia y Palencia, donde este año han fallecido 7 de cada cien personas en cada una de las provincias.

Por eso las autoridades siempre piden prudencia en la carretera. Porque detrás de cada cifra hay una persona, con su vida que se trunca y un futuro que se evapora. Y todo por ir demasiado rápido, un despiste o ir bajo los efectos del alcohol y las drogas. Cientos de vidas se esfuman por un error que dura apenas unos segundos.