Clemente destaca la «extraordinaria eficiencia en el gasto público educativo»

La coordinadora del programa electoral del PPCyL, Silvia Clemente, apostó ayer en Sevilla por una educación en valores democráticos, porque «hoy más que nunca» no se puede dar por sentada la libertad y la democracia. «Hay que ser conscientes todos los días de que son una conquista y no un regalo», sentenció durante su intervención en la XXIII Interparlamentaria Popular, donde incidió en que la democracia, la libertad y la convivencia pacífica en un Estado de Derecho no son realidades que puedan darse por sentadas, «sino que necesitan del reconocimiento, del compromiso y de la defensa cotidiana de cada uno».

Clemente explicó: «Uno de los más graves riesgos que puede correr una democracia es la falta de formación y de conciencia democrática de sus ciudadanos, pues ello les hace fácilmente manipulables y permite que puedan ser engañados».

La popular participó en el cónclave del PP en uno de los encuentros centrados en la necesidad de educar en libertad, donde presumió del modelo educativo de Castilla y León que, pese a sus peculiaridades demográficas y territoriales, sigue siendo «sinónimo de éxito», informa Ical. Esto se debe a la «suma virtuosa» de la comunidad educativa, el equilibrio y homogeneidad de la escuela pública y la privada; la capacidad de la Junta para impulsar políticas propias y dar autonomía a los centros, así como por la apuesta por la innovación y la inclusión, dijo.

La también presidenta de las Cortes incidió en que Castilla y León puede presumir de su «extraordinaria eficiencia en el gasto público educativo», que avala año a año el Informe PISA, donde en 2015 logró los mejores resultados de España, y con niveles superados por sólo por seis países. Todo, pese a sus hechos diferenciales: su extensión, alto índice de población rural, dispersión y que no se sitúa entre las más ricas del país. Y, aún así, «no hay apenas diferencias de resultados entre la escuela rural y la urbana».

También, recordó que el informe PISA identifica a las aulas de Castilla y León como las más seguras de España y las terceras más seguras del mundo, y arroja que los padres de Castilla y León son los más implicados en la educación de los hijos, y que los alumnos tienen un fuerte sentido de pertenencia al centro. Estos tres elementos están íntiamente conectados con el rendimiento escolar.

En su intervención defendió la necesidad de la convivencia entre enseñanza pública y concertada, ya que estos últimos son «necesarios para el sistema y positivos para la educación». A su juicio, esta red dual ha permitido garantizar suficientes puestos escolares, sin aumentar de forma desorbitada el gasto público, al tiempo que «aviva» la competencia y la capacidad de mejora entre centros educativos. Además, precisó que la concertada es positiva, puesto que garantiza la libertad de elección a familias con pocos recursos.

Clemente concluyó que la variedad de modelos educativos es síntoma y requisito de madurez democrática, porque constituye una garantía de pluralismo. Es más, precisó, que España es uno de los países europeos con mayor igualdad educativa en calidad y rendimiento escolar entre centros, por lo que es tiempo de superar el «estéril debate entre escuela pública o concertada», y centrar los esfuerzos en conseguir un educación de máxima calidad y equitativa.

Por su parte, la consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades y valedora del afiliado del PPCyL, Alicia García, defendió la inexistencia de lista de espera entre los dependientes que ven reconocido su derecho en Castilla y León, frente al 30 por ciento de personas que deberían reciben esta prestación en Andalucía, 86.000 personas, y que no lo hacen. «Es decir, casi una de cada tres personas que tiene derecho, no lo ve reconocido por la Administración del PSOE andaluz», criticó.

Así lo aseguró durante su participación en el bloque temático sobre ‘Sociedad del bienestar; mejor sanidad’, donde comparó el modelo que durante 40 años ha aplicado en Andalucía el PSOE y el de las tres décadas del PP en Castilla y León. García dividió su intervención en Dependencia, pobreza y en igualdad y conciliación de la vida familiar.

En el primero de los bloques, el de personas dependientes, consideró que es «evidente la existencia de dos modelos, el que funciona, el del PP, y el que no, el de PSOE». «Castilla y león, aplicando la receta del PP, es un ejemplo en Dependencia y lidera en España la asistencia y gestión», aseveró.

Esta cuestión, dijo, se refleja en la creación de empleo, pues la Comunidad es la que crea más puestos de trabajo vinculados a la Dependencia. En este sentido, anunció que la apuesta continúa con «más recursos, reduciendo progresivamente los plazos de concesión de las ayudas, disminuyendo el copago de muchas prestaciones, aumentando las compatibilidades y la oferta de plazas para dependientes».

De hecho, señaló que en servicios sociales en general, Castilla y León ocupa el segundo lugar de España en el desarrollo de los mismos, frente a Andalucía, que «está en los últimos puestos del país y cuyo desarrollo en servicios sociales está calificado por los expertos como débil».

«El modelo del PP gana por goleada. Se evidencia el fracaso de las políticas sociales del PSOE, esas de que tanto presume, pero que al final son papel mojado», espetó García, quien defendió que Castilla y León cuenta con un modelo «eficiente» de servicios sociales que «atiende a las necesidades de las personas, que evoluciona al incorporar nuevas prestaciones a medida que lo requiere la sociedad, que apuesta por la innovación social y que, además, es factor de generación de empleo y riqueza».

García centró su intervención en poner en valor la política social del PP: «real, de hechos y de resultados, no de promesas y demagogias.