Heraldo-Diario de Soria

Los bingos hacen saltar la banca

Adelantaron la compra de cartones a la Junta ante el final de l tipo reducido de la tasa de juego / Adquieren en Valladolid 21,9 millones de cartones, un 153% más, para evitar un tributo mayor por la prórroga presupuestaria

Los bingos hacen saltar la banca-- EL MUNDO

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J. LUIS F. DEL CORRAL / VALLADOLID
Soria

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Las empresas propietarias de las salas de bingo de Castilla y León compraron a finales de diciembre de 2018 a la Administración autonómica un volumen muchísimo mayor de cartones de lo habitual para asegurarse el pago del tipo reducido de la tasa de juego a la Consejería de Economía y Hacienda, que este año ha dejado de existir.

La memoria de 2018 del departamento que dirige Pilar del Olmo constata el importante acopio de cartones realizado para hacer caja, como lo prueba el hecho de que durante al año pasado adquirieron casi 90 millones de ‘boletos’, 37,6 millones más que el año anterior, lo que supone un aumento del 72,2%. Su desembolso total fue de 153,5 millones de euros, más del doble que en 2017 cuando cerraron el año en 67,97 millones. En Castilla y León hay 20 salas autorizadas, de las que cinco están en Valladolid –donde compraron 21,9 millones de cartones, un 153% más–, cuatro en Burgos, tres en León;dos en Palencia y Salamanca, y una en el resto de las provincias de la Comunidad.

Durante 2018 y en años anteriores, Castilla y León aplicó tres tipos reducidos que este año han sido eliminados: el 35% para el bingo no electrónico frente al ordinario del 50%; el 15% para el bingo electrónico frente a un tipo ordinario del 25% y el 25% para tipos especiales de bingo presencial frente a un tipo ordinarios del 35%.

Los tres tipos reducidos han desaparecido en 2019, como consecuencia de la prórroga de los Presupuestos Generales de la Comunidad, por la cual desaparece la Ley de Medidas o de Acompañamiento de los Presupuestos que era la que recogía estas y otras ventajas fiscales solo para 2018.

Los empresarios de las 20 salas de bingo se temieron esta circunstancia e hicieron un acopio millonario de cartones para aplicar las ventajas fiscales en 2018 y evitar un pago adicional de tasas. Esa incertidumbre les llevó a poner en marcha una auténtica avalancha de compra de cartones que se concentró a finales del mes de diciembre, según reconocen fuentes del sector y de la propia Junta de Castilla y León.

Las empresas preferían adelantar el pago de la tasa antes que adquirir los cartones en 2019 con una fiscalidad muy superior. La compra masiva de ‘boletos’ contribuyó a engordar en un 37,8% los ingresos tributarios de la Junta por la tasa de juego, que en el caso del bingo superaron los ocho millones de euros.

Las 20 salas de bingo autorizadas en Castilla y León registraron por este motivo el mayor volumen de compra de cartones de los últimos diez años. Hay que retrotraerse a 2005 para encontrar un nivel superior de adquisición del registrado en 2018. Aquel año se superaron los 91 millones de euros, según consta en el Memoria de la Consejería de Economía de aquel ejercicio. Desde hace catorce años, las salas no compraban a la Administración un volumen tan importante de cartones.

Este adelanto va a provocar, en principio, un descenso de adquisición de cartones de bingo en 2019 y por lo tanto una disminución de los ingresos por su tasa de juego.

No obstante, como recuerdan fuentes del sector, los empresarios adelantan el dinero y esas operaciones tendrán reflejo en la declaración del impuesto de sociedades de 2019, porque es este año cuando revierten en sus clientes, en forma de premios, casi el 70% de las compras.

La tasa sobre el juego del bingo se devenga en el momento en el que la Junta suministra los cartones a la empresa autorizada. En el caso del bingo electrónico en los meses inmediatamente posteriores. 

El tipo impositivo se aplica sobre la cantidad que resulta de restar al llamado «valor facial» de los cartones del bingo -una cuantía establecida por la administración- el importe que se destina a premios.

«La base imponible está constituida por el importe por los ingresos netos, definidos como el importe total de las cantidades que se dediquen a la participación en el juego, así como cualquier otro ingreso que se pueda obtener directamente derivado de su organización o celebración», deduciendo de estas cuantías los premios satisfechos a los jugadores.

El sector del juego sufrió una tremenda crisis no solo por los efectos del recorte de las rentas de los ciudadanos, sino también por las consecuencias iniciales de la prohibición de fumar en las salas. De hecho, a partir de 2009 no sólo se detecta un descenso importante de las compras, sino también un desplome de la recaudación tributaria.

Para evitar el cierre de las salas de bingo y el despido masivo de sus trabajadores, la Junta estableció esos tipos reducidos que se aplican a las salas que aumenten su plantilla en términos de personas por año.

Valladolid es la provincia con más salas de bingo autorizadas y en la que se ha registrado un mayor acopio adelantado de cartones para tributar menos. Los cinco establecimientos adquirieron casi 22 millones de cartones, dos veces y media más que en 2017. Representan casi la cuarta parte del total regional.

Sus promotores liquidaron la tasa por un total de 2,5 millones, un 47% más que el año anterior.

A Valladolid le sigue muy de cerca León en términos de adquisición de cartones. Sus más de 19 millones de ‘boletos’ representan un 93% más que el año anterior y un incremento del 69% en la recaudación.

Salamanca, con solo dos bingos autorizados, es la tercera provincia con más cartones comprados. Sus 18,2 millones significan el doble que en 2017, aunque apenas elevan la recaudación un 35,5%

Las tres salas de Burgos adquirieron 14,2 millones de cartones, un 47,2% más, si bien esta provincia fue la única de la Comunidad que no registra un incremento en los ingresos tributarios, ya que caen un 11,7%.

A mucha distancia se encuentran el resto de provincias. Las de Palencia, con dos salas de bingo, compraron a la Junta 6,4 millones de cartones. Es previsible que en esta provincia no se produjera ese acopio adicional, porque es la única que compró menos que el año anterior (-2,2%). De las provincias con una sala de bingo sólo destaca por su incremento de adquisiciones Ávila, cuya compra de 2,2 millones eleva en un 76% la de 2017. Zamora (+12,2%), Segovia (+8,2%) y Soria (+6,6%) no se sumaron a la avalancha regional.

Las salas de bingo han sufrido un caída importante en España. En 1980 había 718 y ahora, 310. En Castilla y León se han mantenido estable en los últimos años. Hasta 2017 estaban registradas 21 y en 2018 hay una menos, por Valladolid. La evolución de este juego ha llevado a sus empresas a negociar nuevas fórmulas. En Castilla y León se introdujo en 2017 el Maxibingo, muy similar al tradicional. Se juega con 84 bolas, 6 menos de las 90 con que actualmente se juego al bingo ordinario tradicional y se puede seguir en sala.

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