Soria propone firmar la paz con Francia 210 años después de la Guerra de la Independencia

Mucho ha llovido desde finales de aquel mes de noviembre de 1808 cuando 32.000 soldados franceses conducidos por el mariscal Ney tomaron la ciudad de Soria cumpliendo el mandato del emperador Napoleón Bonaparte. También desde aquel 19 de septiembre de 1812 en el que, huidas las tropas francesas tras el asedio de los soldados comandados por el general José Joaquín Durán, la ciudad de Soria jurase la Constitución de Cádiz y se conformarse el primer ayuntamiento constitucional coincidiendo con las fiestas de San Saturio de aquel año. Pero en el fragor de la Guerra de la Independencia (1808-1814), concluida la invasión napoleónica (en la provincia, un período especialmente turbulento), ambos contendientes se olvidaron de firmar la paz. De hecho, Soria es una de las pocas ciudades españolas que no rubricaron en su día el armisticio con Francia, un olvido que 210 años después mantiene simbólicamente la declaración de guerra a través de un decreto (no revocado) de odio eterno a la nación gala que en octubre de 1812 aprobó el Ayuntamiento de la capital. Por ello, ayer, en la clausura de las jornadas, el coordinador de la II Semana Francesa de Soria, Antonio Bueno, propuso al alcalde de la ciudad, Carlos Martínez Mínguez, firmar, por fin, la paz con los franceses. «Soria tiene aún este asunto pendiente», declaró Bueno.

Móstoles (Madrid), el primer pueblo que declaró la guerra a Napoleón tras los sucesos madrileños del 2 de mayo, la firmó en mayo de 1985, destacó el coordinador de la II Semana Francesa, y, aunque «simbólico», este armisticio vendría a refrendar el marco de unidad en torno a la Unión Europea y una estrecha relación que, en la actualidad, sigue existiendo entre Soria y Francia no sólo a través de la vinculación de ambos países con Antonio Machado, Hijo Adoptivo de la capital, sino también de la gran colaboración que une a la Facultad de Traducción e Interpretación del Campus Duques de Soria con diversas universidades francesas. «Somos dos países que caminan bajo la misma bandera», la europea, insistió. Por tanto no debe haber espacio para viejas rencillas o rencores.

La firma simbólica de esta paz permitiría también olvidar «este penoso incidente de hace 210 años», explicó Bueno, que resaltó que la petición coincide con una fecha clave: 9 de mayo de 1945, el armisticio de la II Guerra Mundial. Que el binomio Soria-Francia sigue funcionando es una realidad, no sólo por las vinculaciones que, históricamente, han jalonado la existencia de ambos actores, sino también por lazos económicos y educativos que siguen presentes, indicó el coordinador de la II Semana Francesa.

Y, en este aspecto, este evento, que concluyó ayer en el Casino Círculo Amistad Numancia con la presencia del delegado territorial de la Junta de Castilla y León en Soria, Manuel López Represa, ha permitido resaltar y poner sobre la mesa todos ellos.

«Estamos felices del resultado alcanzado», expresó Bueno. A lo largo de algo más de ocho días Soria y, por primera vez, varias localidades de la provincia como El Burgo de Osma, Santa María de Huerta o Cabrejas del Pinar, han acogido diversas actividades vinculadas a la divulgación académica de la lengua y la cultura francesas, pero también de otros aspectos más populares que, en forma de exposiciones, conciertos, jornadas gastronómicas y hasta desfiles de moda o intercambios empresariales, han tenido gran aceptación entre la población soriana. Éste es, precisamente, el gran acierto de la Semana Francesa, para el presidente del Foro de la Lengua y la Cultura Francesa de Castilla y León, Enrique Espinel. «La Comunidad Autónoma debe mucho a Francia y el francés sigue siendo el idioma de la cultura», insistió Espinel.

Dentro de las actividades que organiza el Foro de la Lengua y la Cultura Francesa de la región, la Semana Francesa de Soria es una de las principales y, en este sentido, la presencia del Foro en la provincia se entiende como estratégica para seguir avanzando en los objetivos de la entidad: la promoción del estudio del francés y su ámbito cultural.

De hecho, reseñó Espinel, la agrupación surgió como respuesta al descenso en el número de alumnos que se decantaban por el estudio de la lengua de Víctor Hugo, Alejandro Dumas, Emile Zola o Balzac, entre otros grandes de la literatura universal. En tramitación, destacó el presidente del Foro, se encuentra la propuesta de una Proposición No de Ley (PNL) por la que se conmina al Gobierno regional a poner en valor el estudio del francés en los centros educativos. «Ha tenido una buenísima acogida de la Comisión de Educación», avanzó Espinel.