Patrimonio
El daño en las pinturas de San Nicolás es menor de lo esperado
La suciedad orgánica (arañas y otros microorganismo) ha sido, junto a los rayos del sol, el principal 'enemigo' de este conjunto pictórico del siglo XIII cuya restauración, financiada por la Junta de Castilla y León, concluirá a finales de mes
Acabada la primera fase de la restauración que efectúa la Junta de Castilla y León en las pinturas góticas que representan el asesinato de santo Thomas Becket en las ruinas de la antigua iglesia de San Nicolás de Soria, las noticias no pueden ser más positivas. «Nos temíamos que hubiera habido mucha pérdida de la coloración», explica Pablo Yagüe, el restaurador que se encarga de la intervención, pero lo cierto es que la limpieza ha revelado no sólo que el conjunto pictórico se encuentra mucho mejor conservado de lo que se pensaba en un primer momento. También ha sacado a la luz, de forma más nítida, algunos trazos, nuevas figuras y personajes (como tres caras y lo que podría ser el dibujo de un cuerpo yacente) en la escena superior del mural, ya casi tocando en la clave del arco apuntado de la capilla-habitáculo, así como en las paredes laterales.
Desde su descubrimiento en el año 1975, las pinturas han sufrido varios procesos y rehabilitación. El primero, tras su hallazgo en la década de los 70 del pasado siglo, a cargo del Instituto de Restauración del Ministerio de Cultura. El último, en 2011, consolidación y mejora efectuada dentro del proyecto de recuperación de las ruinas de San Nicolás, financiado por el Gobierno de Castilla y León y el Consistorio soriano, antes de su puesta en valor y exhibición al público. En estos siete años, apunta Yagüe, este ejemplo único de pintura gótica lineal en la capital soriana ha tenido varios enemigos: la incidencia del sol y las radiaciones ultravioletas, pero, especialmente, la suciedad. «Las pinturas son muy delicadas y han sufrido, sobre todo por este [último] motivo», explica el restaurador que, lleva alrededor de un mes trabajando en el proyecto entre documentación, preparativos y comienzo in situ de la intervención. Principalmente, explica, es una suciedad orgánica: «Arañas y telarañas», añade Yagüe, cuyos residuos hicieron que se retuviera y absorbiese la humedad, un fenómeno casi en cadena que propició un mayor deterioro de la obra pictórica.
Cara a cara con Thomas Becket y sus asesinos todos los días, Yagüe está disfrutando mucho de esta intervención, por su singularidad y el entorno. Con un presupuesto de 12.463 de euros que sufraga la Junta de Castilla y León dentro del proyecto de rehabilitación del conjunto en colaboración al 50% con el Ayuntamiento de Soria, entidad que se ocupará de la impermeabilización de la capilla, los filtros solares y el cambio de alumbrado, la restauración de las pinturas podría quedar concluida antes de que finalice el mes de septiembre, tras alrededor de 15 días de «intervención directa» sobre la obra.