Heraldo-Diario de Soria

Historia

Noticiero de Soria: medio siglo de sorianismo extremo y sincero

(El) Noticiero de Soria. Con artículo o sin él, este bisemanario, que arrancó en octubre de 1889 y se prolongó hasta julio de 1939, fue, como afirmó Jesús María Latorre, el segundo gran periódico de la primera mitad del siglo XX y el tercero en duración de todos los tiempos. En sus 50 años de vida, siempre bajo la tutela propietaria de la familia Pérez Rioja, mantuvo una dinámica respetuosa, casi taciturna, sobre la gobernabilidad del país, y un «sorianismo» extremo que enarboló sus ideas y sus contenidos

Cuadro resumen de publicaciones de El Noticiero de Soria en sus primeros años y
retrato de Pascual Pérez-Rioja por Maximino Peña.

Cuadro resumen de publicaciones de El Noticiero de Soria en sus primeros años y retrato de Pascual Pérez-Rioja por Maximino Peña.Col. herederos familia Pérez-Rioja. JAGB

Publicado por
Juan A. Gómez Barrera
Soria

Creado:

Actualizado:

Aunque no quede en la ciudad más restos materiales que un par de calles y sendas placas honoríficas [una en la casa número 4 de la calle Aguirre, alusiva al lugar donde murió el titulado, y otra en la Sala de Investigadores de la Biblioteca Pública con referencia a José Antonio, su director tantos años], la presencia de los Pérez Rioja en ella es tangible e imborrable. Las bibliotecas, tanto públicas como privadas, están repletas de obras del último de la estirpe [el recordado José Antonio Pérez-Rioja García, con más de 50 libros en su haber e infinidad de artículos periodísticos y científicos]; y la hemeroteca, la de la ciudad pero también las virtuales [del Instituto Cervantes, de la Biblioteca Nacional, de la Junta de Castilla y León y del Ministerio de Cultura], conservan miles de ejemplares de los periódicos y revistas que unos u otros miembros llegaron a fundar, dirigir y desarrollar entre abril de 1860 y el referido julio de 1939. 

Y así, sin buscar exhaustividad y sí una escala de datos precisos que nos ayuden a enmarcar la historia, habría que remontarse al primero de ellos, al industrial, impresor y librero Antonio Pérez de Rioja [1770-1829], hijo de padre segoviano y madre burgalesa, que se instaló a fines del siglo de su nacimiento en Soria y abrió librería e imprenta en el número 8 de la plaza Herradores donde, el 1 de noviembre de 1813, imprimió 'El Patriota de Soria', causa por la que, al decir de Latorre Macarrón, «merecería ser considerado el auténtico precursor de la prensa soriana». 

Mas ese honor se atribuyó con más sentido a su hijo, Francisco Pérez-Rioja y Martínez [1816-1889], que nació en Soria, estudió Latinidad y Filosofía en los colegios sorianos de la Universidad de Osma y de San Agustín, participó en la primera guerra carlista como capitán del Batallón de Voluntarios de la Provincia y, tras el conflicto, se centró en las letras y en la política [llegó a ser primer teniente de alcalde de Soria y presidente de la Diputación] y, especialmente, en su establecimiento de imprenta y librería [en el número 19 de la calle del Postigo, pero con vistas a Herradores, a ese número 8 del negocio de su padre], donde pondría en marcha, el domingo 1 de abril de 1860 y hasta el 30 de marzo de 1862, 'El Avisador Numantino'; y luego, en 1868, 'El Anunciador'; y más tarde, en 1877 y junto al segundo de sus hijos, Antonio [el autor de 'Crónica de la Provincia de Soria'], y al noveno, nuestro Pascual, 'El Anunciador Soriano'. Finalmente, el 20 de septiembre de 1879, volvió a la carga con 'El Avisador Numantino' pero a su muerte, el 4 de abril de 1889, Pascual, que había ejercido de administrador y director de la cabecera durante algún tiempo, la vendió, junto a la imprenta y a la librería, a Ezequiel Tejero. Por entonces el negocio estaba ya ubicado en el número 52 de la calle del Collado.

Sin embargo, Pascual Pérez-Rioja y Lenguas [1856-1924] no renunció a la tradición familiar y al poco se hizo con otra imprenta y librería, diez números más abajo del Collado, y allí, el 19 de octubre de 1889, dio salida a 'El Noticiero de Soria', bisemanal [primero miércoles y sábado, luego lunes y jueves y, en medio, hubo un intento de tres número, entre el 4 y el 8 de noviembre de 1893, de que saliera «los días pares de cada mes»], con el artículo delante y desde el primero de enero de 1896 sin él, y con un «sentido de profesionalidad y de sorianismo sincero» que cuadró bien con la herencia familiar y el enorme deseo de prosperidad de la provincia que tanto él como sus otros dos directores [su pariente Mariano Granados, entre 1891 y 1893, y su hijo Julio, desde 1924 a 1939] tuvieron por bandera. 

Al nuevo periódico no le faltaron plumas distinguidas, como bien se verá a continuación, números extraordinarios, cuando la ocasión lo requería, y, sobre todo, la inserción por entregas de todo tipo de obras, siendo la cabecera que mejor entendió este arte, con ediciones coleccionables que ora salían del periódico rumbo a los anaqueles de la librería, ora de esta a aquel. 

Don Pascual fue eso que hoy se denomina «un referente», por su periódico, por 'Recuerdo de Soria', y por todo un proceder de vida que le llevó en repetidas ocasiones a ocupar la presidencia de la Sociedad de Socorros Mutuos de Obreros de Soria, a la que dio gran impulso, aumentó sus beneficios y perfeccionó su organización, alcanzando también la dirección de Cruz Roja-Soria. Sus ocupaciones eran tantas y su disponibilidad tan real que, en una ocasión, al no poder acudir a una cita con el ya anciano y venerable Lorenzo Aguirre, le escribió diciendo: «Que hoy que mañana, se me ha pasado el poder ir a verle como era mi mayor deseo, pero vivo a carreras, y como hago de impresor, periodiquero y hasta pegafajas, con tienda y mostrador, no puedo a veces ni rascarme las uñas. Esta es la vida, y Dios nos da mucha vida don Lorenzo».

Cuando en el titular se habla de «Librería» y no de «Biblioteca» se hace pensando en que así gustaba llamar Miguel de Cervantes a la biblioteca de Alonso Quijano, y no en el tipo de establecimiento que nuestro paisano regentó toda la vida; nos parece un concepto más universal, en el que cabe todo género escrito, sea novela, poesía, ensayo, documentos históricos e, incluso, corrientes, de uso legislativo, municipal o asociativo. Los autores y títulos que aparecen en el cuadro –no más de 8 y 12 de un total de 47 y 62 en el periodo estudiado, es decir de enero de 1891 a enero de 1896– son tan conocidos que a lo sumo cabría señalar que el relato pseudo-histórico «La cueva del Asno» lo publicó Antonio Pérez Rioja treinta años antes, el 18 de abril de 1861, en 'El Avisador Numantino'. 

Y algo similar ocurriría con los textos de Eduardo Saavedra, donde la 'Vía Romana' se había publicado como libro en 1879 y 'Arquitectura', con la primera descripción artística de San Juan de Duero, en 1856, es decir muchos años antes de que lo recogiera el periódico. Pero para el público «de a pie» resultaban tan novedosos como las obras de Mariano Granados y Campos [incluida su primigenia aproximación a 'Las Fiestas de las Calderas', en 1892, y, desde luego, el primer estudio jurídico del Fuero de Soria, en 1895]; Antonio Pérez Rioja [de modo excepcional ‘La Tierra Prometida' y 'Nombres y Monumentos célebres de Soria', ambos publicados en 1892]; Vicente García Alonso [con su 'La Taberna de Pedro Bocanegra', de 1893]; Pedro Ibáñez Gil ['Cantares y lágrimas', 1893]; Gustavo Adolfo Bécquer ['La venta de los gatos', 1894]; Zoilo del Campo y Angulo ['Producciones literarias', 1894]; Bonifacio Monge ['Cuento Fantástico', 1895]; o José López de Cerain ['Bosquejo biográfico de don Pedro Gómez de la Serna', 1895]. Seguiremos.

tracking