Heraldo-Diario de Soria

Regalo de Reyes

59 edificios románicos. Es tan majestuosa la obra que se ha de glosar en esta página que ni siquiera el título cabe como epígrafe inicial, por eso repetimos aquellas palabras y, entrecomillado, escribimos: ´59 edificios románicos de la provincia de Soria en el siglo XXI´. Mas tampoco así nos entra, pues el autor, con un criterio de excelso investigador, no quiere dejar fuera del pórtico a ninguna de las obras tratadas, razón por la cual, en columna definida, nombra a todas y nos hace un soberano.

Imagen de la portada de la publicación sobre el románico.

Imagen de la portada de la publicación sobre el románico.HDS

Publicado por
Juan A. Gómez Barrera
Soria

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Y nos lo hace a todos. Primero, a los responsables de la Cultura y Educación de este país, que emprenden grandes proyectos, dedican enormes sumas del dinero de todos para llevarlos a efecto, y cuando tienen hecho lo más difícil olvidan su continuidad y devolver al pueblo lo que del pueblo salió. Después, a la gente en general y, aunque el autor no lo crea, a los investigadores, estudiosos y amantes del patrimonio a los que brinda la posibilidad de la emoción, del conocimiento y del aprendizaje. Y luego, con el paso del tiempo, a la Historia, a la tierra, al mundo, en alguna de cuyas bibliotecas siempre habrá quien guarde esa caja de cartón contenedora de un tesoro. Un tesoro formado por dos volúmenes de 27 x 21 cm, de 983 páginas en total, donde se analizan esos 59 edificios de que habla el título y se citan en portada, con textos hermosos, medidos, exactos, y el testimonio gráfico, eterno e imperecedero, de 999 fotografías, 47 planimetrías, 3 mapas de localización, 41 documentos extraídos para la ocasión de los libros de fábrica, amén de 3 recortes de prensa, 2 viñetas de alusivos y simpáticos comic y, a más a más, un «álbum de familia» con 52 imágenes en las que quedó retratado, en impersonales grupos, cuantos técnicos, lugareños, curiosos y visitantes tuvieron la dicha de participar en la elaboración de esta obra o estar presentes en el lugar mientras se cocía. Un regalo de Reyes inmenso, que dada le época que transcurre muchos habremos de adquirir para, haciéndolo llegar a la persona adecuada, atribuirnos el negociado como si fuésemos el mismísimo Josemi Lorenzo Arribas, su autor, o el Departamento de Cultura de la Diputación de Soria, responsable de su edición.

Al tiempo que en Soria se empezó a conmemorar el centenario de la llegada de Antonio Machado, la Consejería de Cultura y Turismo de la Junta de Castilla y León, la Fundación Duques de Soria y la Diócesis de Osma-Soria acertaron en colaborar para poner en marcha la Oficina Técnica del Proyecto Cultural Soria Románica, con sede en el Convento de la Merced, y diez «empleados» de primer orden en sus filas, esto es José Francisco Yusta Bonilla, su director; José Ángel Esteras Martínez, Inés Santa-Olalla Carcedo y José Manuel Borque Blázquez, sus arquitectos; Luis Miguel Sanz Bachiller y Concepción Ruiz Villar, sus delineantes e infografistas; César Gonzalo Cabrerizo, su arqueólogo; Francisca Diestro Ortega, su restauradora; Carmen Frías Pacheco, su gestora cultural; y José Miguel Lorenzo Arribas, su historiador. Fueron ellos, con riguroso empeño, quienes lo echaron a andar con el objetivo de actuar, en una primera fase (2007-2012), en 51 localidades y 59 edificios del Románico Sur y, en una segunda (2012-2014), en otros tantos lugares depositarios de las 65 iglesias románicas del Románico Norte, que en los inicios del programa habían diagnosticado el mismo historiador, la arquitecta Laura López González y la restauradora María López Planells. Mas, como es fácil intuir por el titulado, el plan –que en parte heredó el equipo de los Grupos de Desarrollo Rural, Adema y Tierras Sorianas del Cid, y del éxito que su propio director había obtenido con el rescate de San Miguel de Gormaz– quedó interrumpido en su mitad, no por la falta de «honestidad, pasión y profesionalidad» del equipo de trabajo cuanto por esos cambios políticos, siempre inexplicables, que tanto daño han hecho al revivir de esta provincia.

Sin entrar en material, basta hojear el amplísimo archivo de artículos y recortes de prensa sobre intervenciones, noticias, descubrimientos y puertas abiertas que ´Soria Románica´ generó desde diciembre de 2006 hasta abril de 2012 –con los textos extremos de Verónica Reglero y Ana Hernando y los reportajes del propio equipo marcados por la rigurosidad en la comunicación de Blanca Arévalo– para entender la casuística de la empresa y la decepción de su equipo técnico cuando, pese a trabajar «con el alma, el corazón y la cabeza para lograr que los templos [estudiados] parecieran seres vivos recuperados», vieron aquella tarea interrumpida en su mitad. Fueron capaces entonces, lo que demuestra su utópico compromiso, de crear la Asociación Sostenibilidad y Patrimonio Cultural (ASPC), con el fin supremo de difundir en la sociedad lo que con tanto empeño habían aprendido. Y, entiéndalo el lector en su máxima expresión, el participio no es del escribidor, es una de las formas verbales más usadas por el autor en su acertado y preciso discurso. Y en el mismo sentido, pocas veces habrá encontrado aquel una justificación más poderosa para escribir un libro que esta: «Era nuestro deber». Y así, sin más y sin menos, empezó [empieza] Josemi Lorenzo Arribas la introducción de este libro.

Y dice, «que no es un libro sobre el Románico de la provincia de Soria»; que, en todo caso, «es un libro sobre la historia de Soria a través de 59 edificios levantados en la época de esplendor de aquel estilo», o, más bien, un libro para «dar a conocer al público general aspectos nuevos, inéditos, resultado de las investigaciones», no para repetir lo que ya saben o puedan saber con solo acudir al todo poderoso Google. Es, en fin, un libro hecho «con un tono y un lenguaje que mantenga el rigor científico y sea accesible a las personas no especialistas interesadas en la materia». Y dice, y hemos comprobado que Josemi Lorenzo Arribas dice bien, «que se huye de la jerga, pero no se orilla la precisión». Y también dice, y podemos asegurar que no es verdad, «que es un libro de fotos comentadas». Y no, no es verdad, porque antes de lo que se podría considerar el cuerpo central de la obra, se ofrece una sensata presentación de Benito Serrano Mata, como presidente de la Diputación Provincial responsable de la edición; una rigurosa historia de Soria Románica, de su equipo y su quehacer, hilvanada por Francisco Yusta Bonilla; y la misma introducción, por el propio historiador, que es tan honesta, tan expresiva, tan clara, que solo ha podido beber del Lazarillo o del gran Cervantes. Y tampoco es verdad, porque detrás del supuesto compendio fotográfico quedan las palabras de Carmen Frías Pacheco, que es todo un máster de la mejor didáctica; y una bibliografía de 173 títulos, de los que 48 son del propio equipo; y el listado de empresas [55] y actuaciones [117], que obliga a pensar en el enorme número de jornales devengados; y unos índices que hablan de la consulta de 19 archivos, de los 279 temas tratados, de la cita de 78 edificios de la provincia aparte los estudiados, de 290 nombres de personas mencionadas en los textos y de otras 55 entre colaboradores e informantes. Y en medio quedan 920 páginas y 1.095 ilustraciones en las que el referido autor –¡¡porque es su deber!! – nos explica, como en tantas de sus «predicaciones» in situ, la historia de Soria antes y después del Románico.

Todo en este libro, que lo es, es grandioso, hasta el mismo hecho de que el más venerado de los estudiosos del románico soriano, el tardelcondense Juan Antonio Gaya Nuño, abre y cierra esta obra, que no es un regalo, que es un regalón.

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