Una defensa poco numantina

El Numancia empató a tres contra el Eibar en un partido en el que las concesiones defensivas de los sorianos fueron el punto negativo de la tarde. Los fallos en la línea de atrás supusieron el talón de Aquiles de un conjunto de Unzué al que le costaron demasiado caros los despistes de la zaga. Por contra, en el lado positivo cabe destacar la capacidad de reacción en un compromiso en el que siempre tuvo el marcador en contra.

 

Durante los primeros 45 minutos el juego del Numancia que quiere implantar Juan Carlos Unzué no funcionó y buena cumpla de ello lo pudo tener el tempranero gol de Souto en el minuto 2 tras una pifia de la cobertura rojilla. El tanto desestabilizó a un Numancia demasiado estático en las zonas ofensivas y sin ideas en la creación. El balón era soriano pero sin llevar peligro a la portería de Zigor. El Eibar campaba a sus anchas y buscaba las rápidas salidas a la contra para intentar incrementar su renta. No se había llegado a la primera media hora de partido cuando el conjunto armero ponía tierra de por medio gracias a un tanto de Altuna. Quedana más de un cuarto de hora para llegar al tiempo de descanso pero los rojillos no estaban finos. Era un querer y no poder ante una defensa guipuzcoana bien pertrechada. El Eibar ponía especial atención en defender las bandas que ocupaban Angulo y Cedric. El congoleño, que debutaba como numantino después de su presentación del jueves, apuntó buenas maneras pero se le notó falta de acoplamiento al grupo de Unzué.

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