Tablas en Huesca

Se cumplieron los pronósticos previos. Huesca y Numancia saldaron su compromiso con tablas, en un encuentro marcado por la impresionante actuación de Eduardo Navarro, que regresaba a la que fue su casa, y el penalti fallado por Barkero en el segundo tiempo. El conjunto de Juan Carlos Unzué realizó un partido muy serio en El Alcoraz, pero pecó de excesivo conservadurismo en algunas fases del mismo que cerca estuvo de costarle un disgusto en los minutos finales, ya que los altoaragoneses dispusieron de dos ocasiones claras, remate de Echaide al travesaño incluido.

 

Salieron ambos contendientes muy motivados al terreno de juego del Alcoraz, dispuestos a apoderarse de la posesión del cuero y tratar de imprimir el ritmo de juego. De ahí que la primera mitad resultara muy pareja, con dos equipos sin ataduras y con urgencias de puntos en la tabla. El Numancia, bien plantado sobre el rectángulo, fueron los que dominaron territorialmente durante gran parte de la primera mitad, pero su juego pecó de excesiva horizontalidad ante la buena organización de la retaguardia altoaragonesa.

Los de Onésimo Sánchez, por su parte, buscaban la velocidad por banda de Gilvan, y a sus referencias ofensivas Roberto y Camacho, por lo que el guardameta Eduardo Navarro tuvo que multiplicarse para evitar que los azulgranas se adelantaran en el luminoso. Especialmente en una aproximación de Roberto que se plantó solo ante el área rojilla. Su único lunar, quizás, fue el juego aéreo, sobre todo en un saque de esquina que no acertó a despejar de puños y que de no haber sido por el oportunismo de un defensa en línea de gol hubiera supuesto el 1-0.

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