Heraldo-Diario de Soria

C.D. NUMANCIA

El Numancia no puede con un Murcia que jugó con diez

Cedrick tuvo en sus botas el tanto de la victoria numantina. / Área 11-

Cedrick tuvo en sus botas el tanto de la victoria numantina. / Área 11-

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Área 11 / Murcia
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Sigue firme el Numancia en defensa, tercer encuentro completo sin encajar ni un solo gol, pero de nuevo esa versión tímida, timorata, del cuadro de Pablo Machín lejos de su feudo le condena a no ganar de tres en tres sino de uno en uno. Muy aburrido un encuentro con el agravante de jugar desde el compás final del primer periodo con un hombre más por la expulsión del defensa murcianista Dos Santos. Ni por esas. Creó muy poco peligro el Numancia mientras el equipo local se daba por contento con ese cero a cero. No pasarán a la historia esos noventa minutos que dejan la vida más o menos donde estaba.

 

El primer periodo fue un puro bostezo, con dos equipos buscando ubicarse en la parcela ancha pero con escasa eficiencia en sus combinaciones. Tras un arranque esperanzador, con una oportunidad para el Ruso García por los locales y para Natalio en el bando numantino, el partido fue derivando hacia una lucha en la zona ancha, sin claridad en las llegadas.

Acertó el colegiado anulando un gol a los locales tras fuera de juego claro en una penetración de Molinero. Únicamente las acciones a balón parado permitían a unos y otros acercarse a los dominios del adversario. Natalio lo intentaba de nuevo a los 20 minutos, mientras Herrerín respondía bien a un remate lejano de Kike.

Pero el encuentro era un verdadero sopor, con un Numancia tranquilo y bien pertrechado en su parcela defensiva, buscando aperturas en largo sobre los interiores, pero creando escasos riesgos ante la portería de Javi Jiménez.

Se animó un poco la grada cuando el colegiado le mostró dos tarjetas al local Dos Santos en apenas un minuto. Primero una amarilla, y a renglón seguido una roja directa cuando derribó a Natalio en franca posición para el delantero soriano. Pero el primer periodo ya no varió en exceso sus dinámicas, escaso peligro y cero a cero.

En el inicio de la segunda parte, con un cambio local de defensa-Jorge- en sustitución de delantero -Ruso García- el control pasó a manos de un Numancia con posesiones largas, mientras el once de Onésimo se replegaba bien. Javi Jiménez se adelantaba a Cedric en la primera llegada vertical de los de Machín. Kike era casi el único argumento atacante local, con acciones personales brillantes pero poco efectivas.

Así, a los 18 lo buscaba el local pero su disparo acababa desviado por la línea de fondo, Y a los 25, después de que los dos técnicos movieran ficha, Bonilla entraba en los sorianos, Iago Herrerín se lucía en la mejor parada de la tarde, sacando a córner un peligroso disparo de Óscar Sánchez.

Esa acción hizo desperezarse a los de Pablo Machín, y una jugada personal de Bonilla acababa con disparo alto por parte del canterano. Poco después era Cedric quien probaba desde cerca, pero también desviado, en un Numancia donde Pedro Martín había suplido a un agotado Natalio.

Poco a poco el Numancia iba acrecentando su dominio en la medular, notando cada vez más los de Onésimo Sánchez su inferioridad numérica, pero le faltaba al conjunto de Pablo Machín esa chispa a partir de los tres cuartos de campo para superar el sólido entramado defensivo de los granas.

El viento iba a más en la Nueva Condomina, estorbando a los dos conjuntos. Quizás influyó ese vendaval en un centro de Molinero que, tras rozar el cancerbero soriano, se iba al poste en una de las mejores oportunidades del Real Murcia. El cuadro pimentonero no le perdía la cara al encuentro en este tramo final.

Bonilla volvía a crear peligro desde el costado zurdo, en una jugada que acababa en córner y posterior juego peligroso de Pedro. Se acercaba el final del partido y parecía que al Numancia le faltaba meter esa quinta marcha para buscar el cero a uno. Sólo Egoitz Jaio creó peligro en una incorporación al ataque cuando ya se rondaba el minuto 90, pero su remate acabó en córner. Al final, empate a cero y un punto gris para el casillero numantino.

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