Continúa la sangría de derrotas

 Si es cierto que hay partidos que nadie merece ganar, también lo es que hay otros que nadie merece perder. Y ese fue el caso del choque de ayer en el Municipal lucense, donde Emevé y Río Duero dejaron clara la gran igualdad que existe entre ellos en tres mangas extremadamente equilibrada. Al final, sin embargo, fueron los locales los que se anotaron los tres sets en unos juegos finales en los que se mostraron más fríos y acertados. 

El Río Duero San José llegaba a Lugo en busca de un triunfo que le permitiese olvidar la derrota sufrida la pasada semana ante el UBE L´Illa Grau. Locales y visitantes saltaron muy enchufados a la pista, protagonizando un encuentro de partido equilibrado, de continuos intercambios de saque, aunque es cierto que las primeras ventajas fueron para el conjunto soriano (5-8). Sin embargo, poco a poco el equipo local fue ajustando su defensa y recortando diferencias en el marcador (12-13), hasta darle la vuelta al luminoso (18-17). Poco pudieron hacer los sorianos por frenar a su rival, que no tardó en abrir brecha en el luminoso (22-18). Los saques de Miguel Mateo estaban haciendo mucho daño al equipo soriano, y Paco Alonso tuvo que solicitar dos tiempos muertos para intentar salvar el set, lo que pareció funcionar, ya que su equipo se puso 23-22 en el marcador. A partir de ahí, la igualdad fue máxima y Río Duero se puso de nuevo por delante (24-25), aunque acabó perdiendo la manga. 

La dinámica del encuentro no varió en el segundo set, que estuvo marcado de nuevo por la igualdad y las alternancias en el luminoso, al menos hasta el 8-8. A partir de ahí, con un saque demoledor, Emevé volvía a adelantarse en el marcador (12-9), obligando a Paco Alonso a pedir un nuevo tiempo muerto que hizo reaccionar a los suyos (12-11). Parecía que ahora era el turno de los sorianos, que basando su juego en el buen trabajo defensivo le daban la vuelta al marcador (14-16). Llegó a colocarse a tres de ventaja el Río Duero, pero un tiempo muerto del técnico local y la vuelta a la cancha de Marco Zayas dieron vida de nuevo a los locales, que igualaron a 20 puntos. Parecía claro que el equipo que cometiese menos errores acabaría anotándose la manga, y ese fue otra vez el Emevé, que en los momentos clave mantuvo la cabeza más fría y puso el 2-0 en el marcador. 

Nuevo set y mismo guión, máxima igualdad en la pista y en el luminoso en el inicio de la tercera manga (2-3, 8-7, 10-11). Ninguno de los dos equipos conseguía anotar mas de dos puntos consecutivos y nadie daba un balón por perdido. No había lugar a dudas de que iba a repetirse el mismo final que en los dos anteriores sets, con una igualdad absoluta, y que el partido iba a decantarse finalmente de uno u otro bando por cualquier mínimo error. Lo que no esperaba nadie es que ninguno de los dos equipos acabase de cometer ese error, y que se llegase hasta el 33-33. Parecía ya que el set no iba a acabar nunca, aunque finalmente volvió a ser Emevé el que demostró mayor madurez mental a la hora de la verdad y acabó anotándose el set y el partido (35-33).