Heraldo-Diario de Soria

BTT / Titan Desert

Las mil y una pedaladas en el Sáhara

El burgense Gómez Miranda en pleno esfuerzo en el desierto del Sáhara. / TITAN DESERT-

El burgense Gómez Miranda en pleno esfuerzo en el desierto del Sáhara. / TITAN DESERT-

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JON ANDER URIARTE / Soria
Soria

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 En la mitología griega los titanes eran los dioses más poderosos del universo conocido. Entre sus atributos principales se encontraba el de la fuerza. Fuerza es uno de los requisitos que los competidores de la Titán Desert, prueba por etapas en BTT, necesitarán para sortear los puertos de la cordillera del Atlas o los rigores del desierto del Sáhara. Una prueba que vuelve a contar con un representante soriano.   

José Luis Gómez Miranda deja mañana su refugio-hogar del Burgo de Osma para participar en la Titan Desert, prueba que arranca el domingo y finaliza el viernes. Será la cuarta participación del ciclista burgense en esta prueba y de ahí que su objetivo en la misma sea claro, mejorar el puesto de su anterior participación dentro de la categoría elite. El curso pasado, Gómez Miranda acabó en la cuadragésimo sexta posición de la tabla por lo que aspira a finalizar por debajo de la misma. «Quiero mejorar mi puesto del pasado año, estar por debajo del 46. Estar entre los 30 primeros estaría bien pero es muy complicado», explica el burgense.

En su primera participación, Gómez Miranda acabó en el puesto 117, un puesto que logró bajar hasta la 87 en la segunda. Su progresión en la prueba es evidente. Y es que, para ‘sobrevivir’ en el desierto hay que tener experiencia además de una buena condición física. Los malos momentos se suceden y las tentaciones de arrojar la toalla son muchas. «La experiencia es fundamental. Las etapas son largas y se hacen duras. Por la mañana hace fresco y cuando avanza el día se llegan a los 42 grados. Es entonces cuando das pedales y tienes la sensación de que no avanzas. Ahí te dan ganas de bajarte, el cuerpo te pide parar. Tener experiencia en situaciones así es clave, te comes una barrita energética y al final de das cuenta de que puedes seguir. El cuerpo da un poco más de lo que pensamos», indica Gómez Miranda. 

Esa experiencia será clave también en algunas de las etapas. Entre ella la quinta, donde los corredores no tendrán señalizado el trazado por lo que deberán guiarse por un GPS, algo que no es fácil en medio de la nada. «Puede estar el 30, perderte y dejarte 50 minutos y bajar al puesto 60. Ha habido ediciones en los que los competidores se han perdido y han tenido que ir a buscarlos en helicóptero», expresa Gómez Miranda quien en la segunda de sus participaciones se perdió en una de las etapas por lo que sabe lo que ello supone a efectos clasificatorios. El burgense va bien preparado físicamente a la prueba. Lleva semanas entrenando y algunas pruebas como Andalucía Race han sido una plataforma de trabajo. Esos entrenamientos se han completado con pruebas de maratón de más de 100 kilómetros en Madrid o rodando por las inmediaciones del Burgo. 

«De forma voy bien pero una avería o cualquier fallo te hacen perder mucho tiempo», explica el ciclista burgense. Gómez Miranda indica que el nivel de la prueba es altísimo y buena prueba de ello es que en la misma se dan cita ex corredores profesionales del ciclismo en carretera. Algunos de esos corredores llegan a la cita con sus mecánicos, sus propios fisioterapeutas y no faltan lo que tienen algún gregario para las etapas más duras por lo que, en algunos casos, el nivel de la Titan Desert es similar al de «un Tour o un Giro». Este es no de los handicaps que tendrá que superar Gómez Miranda. El soriano se ha unido a un equipo de Almería con el que comparte patrocinado pero luego, en carrera, estará solo y dependerá de la fortaleza que acumule en sus piernas. Para superar uno de  los climas más extremos del planeta ha trabajado durante los últimos meses.

Más de 700 kilómetros y 500 rivales

La novena edición de la Titan Desert que arranca el domingo contará con casi 500 participantes que tendrán que hacer frente a los 708 kilómetros que componen las seis etapas, un trazado y unas distancias que hacen de la edición de este año la más dura de cuántas han tenido lugar.

Las etapas de montaña se concentrarán los dos primeros días (Midelt-Midelt y Midelt-Gourrama) con un desnivel acumulado superior a los 2.000 metros en estas dos primeras jornadas y una alta posibilidad de bajas temperaturas. Además, la segunda etapa será el inicio de la etapa maratón, donde no están permitidas las asistencias mecánicas y fisioterapeutas. A partir del tercer día (Gourrama - Boudnib) la carrera redescubre el desierto de Marruecos, atravesando chots y pistas pedregosas que dificultaran el pedaleo de los participantes.  En estas etapas se pueden alcanzar los 45 grados y será la llegada del desierto con la etapa 4 (Boudnib – Erg Chebbi) para luego afrontar  las temibles dunas, ubicadas en la etapa 5 (Erg Chebbi – Merzouga). Superadas todas estas adversidades, los participantes pondrán el punto y final a la carrera con la etapa más corta, la sexta, de unos 70 kilómetros entre Merzouga y Maadid.

Para José Luis Gómez Miranda, la quinta etapa, la de las dunas en el desierto, marcará las diferencias, será la que pueda establecer si consigue o no su objetivo. «Este año hay dos etapas de alta montaña. El desnivel es importante pero son rampas muy tendidas. Hay una etapa de 150 kilómetros por el desierto y creo que esta va a ser la que va a marcar diferencias en la general», señala el ciclista burgense quien comenzará el domingo con las primeras pedaladas.

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