Los Chuliá vuelan en el Mundial

 Marcos y Celia Chuliá surcarán los cielos en su autogiro rojo a mediados de agosto. Pero no lo harán sobre los cielos de Soria. Lo harán en Hungría donde del 9 al 16 se celebra el Campeonato del Mundo del Ultraligeros una cita a la que la pareja soriana acude con la mayor ambición. «Siempre que vas a una competición, lo haces con la intención de ganar» señala Marcos Chuliá. 

Los sorianos, que cuentan con la colaboración de Ayuntamiento y Diputación de Soria, parten este domingo en camión hacia tierras húngaras con la idea de llegar  al lugar de la competición el miércoles e iniciar los entrenamientos. Los sorianos tienen cierta experiencia en competiciones internacionales porque en 2011 participaron en la Copa del Mundo y en el 2012 en el Mundial si estas citas tuvieron lugar en Cádiz y Segovia. «El año pasado fueron los Europeos y no fuimos por ahorrar dinero para esto» indica Marcos Chuliá quien acude a la prueba mundialista como campeón de España de autogiro. «Hemos estado entrenando en Soria y los entrenamientos se han organizado pensando en el Mundial. Creo que estamos bien preparados pero el resultado depende también de la suerte y de cómo estén preparados los demás» explica Chuliá quien añade que él será el mecánico de su propio aparato mientras que, por ejemplo el equipo francés, tiene más apoyo económico lo que les permite acudir con mecánico y psicólogo. 

En la prueba de autogiro la pareja soriana tendrá seis rivales, una cifra que «puede parecer una chorrada» pero «los seis que hay son los mejores del mundo» en la especialidad. En cuanto a las pruebas a las que la pareja soriana tendrá que hacer frente en el Mundial cabe señalar que son muy similares a las que ya tuvieron que afrontar en Soria. Una de  ellas, denominada navegación, consiste en pasar por unos puntos imaginarios en un determinado tiempo dentro un pasillo de 200 metros. «200 metros puede parecer mucho pero desde el cielo no es nada» indica el soriano. La segunda de las pruebas el aterrizaje de precisión, posar el autogiro lo más cerca posible de un espacio delimitado por la organización. La última de las pruebas es la de consumo limitado, volar el máximo de tiempo posible con 10 kilos de combustible. «En un autogiro con ese combustible puedes volar muy poco porque no tiene la capacidad para planear» expresa Marcos Chuliá quien tendrá que pelear con especialistas húngaros, alemanes o italianos para alzarse con el título de campeón.